Un solo error.
Más allá de las metáforas y de las culpas que sistemáticamente el presidente vuelca siempre sobre otros, llámense gobierno anterior, historia, peronismo, resto del mundo o tormenta, los efectos de las políticas del gobierno cada vez se hacen más notorias y el malestar general crece. En sus últimas apariciones el mandatario se mantuvo en su discurso evasivo y vacío de contenido pero a pesar de sus palabras desbordantes de optimismo evangélico su cara dice otra cosa. El desgaste que produce el poder, el ritmo de trabajo, sus padecimientos de salud, quien sabe, debe haber muchas razones para que muestre ese semblante de malestar indisimulable pero por sobre todas las cosas sobrevuela que algo le salió mal. ¿Qué? ¿Qué pudo salir mal si han hecho todos los negocios que les plació, si han endeudado, fugado y expoliado al país al límite de sus posibilidades llevándose no solo lo que hay sino lo que habrá de aquí a varios años por medio de la deuda? ¿De qué se quejan los pobres si les ...