Un solo error.

Más allá de las metáforas y de las culpas que sistemáticamente el presidente vuelca siempre sobre otros, llámense gobierno anterior, historia, peronismo, resto del mundo o tormenta, los efectos de las políticas del gobierno cada vez se hacen más notorias y el malestar general crece. En sus últimas apariciones el mandatario se mantuvo en su discurso evasivo y vacío de contenido pero a pesar de sus palabras desbordantes de optimismo evangélico su cara dice otra cosa. 
El desgaste que produce el poder, el ritmo de trabajo, sus padecimientos de salud, quien sabe, debe haber muchas razones para que muestre ese semblante de malestar indisimulable pero por sobre todas las cosas sobrevuela que algo le salió mal. ¿Qué? ¿Qué pudo salir mal si han hecho todos los negocios que les plació, si han endeudado, fugado y expoliado al país al límite de sus posibilidades llevándose no solo lo que hay sino lo que habrá de aquí a varios años por medio de la deuda? ¿De qué se quejan los pobres si les dejaron los planes del kirchnerismo?



Pongamonos por un momento en su lugar. Han hecho todo lo que hicieron porque están convencidos que es lo mejor, en su mundo, lo mejor para los ricos debe ser lo mejor para todos, y lo han llevado a cabo punto por punto y lo comunican a diario en sus mensajes pastoriles de adoctrinamiento ovino pero no lograron convecernos a todos y eso les pone mal. Macri no entiende porqué no estamos felices si nos promete el paraíso, no entiende por qué no es bien recibido en todos lados como lo fue en la Sociedad Rural, no entiende que no estemos todos bailando sus pasitos de festejos triunfales. Al ver las encuestas y el rechazo que genera, al ver que el proyecto no ha sido bien recibido por todos siente cada vez más que le faltó más aceptación a su plan de empobrecimiento, vaciamiento y entrega. Es cada vez más evidente que una vez que deje el poder deberá recluirse entre sus íntimos porque nadie entendió su tarea. 
Encerrado en su propia mística, en sus laderos lamebotas o en quienes lo utilizaron para hacer esto que hizo y que lo descartan una vez cumplida la tarea seguirá sin entender un efecto no deseado de su paso arrasador por el gobierno. El deterioro de su imagen, el odio de los perjudicados, las calificaciones que van desde tratarlo de nefasto a inútil pasando por todos los intermedios pero la gente no lo quiere, no lo quiere votar, no lo quiere en el fútbol, si hasta la selección echó a perder, y se irá seguido del desprecio general.
Eso falló. Eso le salió mal porque no lo puede revertir. Tal vez sea su único, enorme, terrible y reconocido error.

IXX, jul2018     

Entradas populares de este blog

El antigal

Infames