El hincha no puede dormir, está nervioso, le importan tres carajos sus responsabilidades, que nadie obligó a tomar, él las buscó y sin embargo no le interesan nada. No duerme porque juega su equipo, "su" boquita que aún preside desde las sombras ni más ni menos que su lugar preferido. Es un hincha más. ¿Y qué no hace un hincha para que su equipo gane?, máxime si se juega algo tan trascendente a nivel deportivo. Un fana cualquiera compra su entrada, va con un amigo, se compra una gorra y una bandera, salta, canta y no deja de gritar un minuto para apoyar a los once que lo representan. Pero este hincha que no puede dormir controla su equipo, y sus directivos, y controla la AFA, y tiene escendencias en la Conmebol, tiene como secretario de deportes bajo su mando a uno de los que venden el fútbol con o sin coimas, y es socio de las empresas que lo televisan y protegido de los principales medios deportivos del país; también controla los impuestos que tienen que pagar todos los ...