La provocación de Chucky

Ya nos tiene malacostumbrados el amarillismo a sus dislates provocadores y su propensión a la violencia al desequilibrio constante entre las frases edulcoradas de pastores de iglesia y sus guiños a los sectores violentos, desde matar por la espalda a salir armados, sin puntos intermedios.
Es en este contexto que se jactan de meternos la mano en el bolsillo y a la vez maniatarnos para enrostrarnos que nunca antes tuvieron tanto poder.
Y es cierto, la alineación de oligarquía nacional, comunicadores, políticos, poder judicial y apoyos desde el extranjero nunca fue tan uniforme ni tan compacta. Pero por otra parte presienten que esto se corta, o mejor dicho: corre peligro de caérseles muy pronto, es entonces que apelan a planes alternativos. Es indudable que tienen una leve esperanza de ganar con el gato o algún otro parecido fraude mediante como ya hicieron en 2015*, pero una variante que no les disgusta para nada es un brote de violencia que les permita hacerse con la suma del poder público de manera "temporaria" para completar su plan de entrega y sojuzgamiento. No veo otra finalidad en burlarse y provocar constantemente a un pueblo indignado y empobrecido pero pacífico. Ya sabemos que la paz no es precisamente el mejor negocio para el capitalismo, sabemos que la gente común no lo está pasando nada bien y sabemos que el horizonte de las elecciones de 2019 es cada vez más pedregoso, habrá que ver cómo podemos transitarlo en medio de los tirapiedras verbales que nos agreden una y otra vez como parte de su estrategia para permanecer. ¿Cómo estamos para poner la otra mejilla?

IXX, nov18

* Corre por mi cuenta la certeza de que en 2015 se llevaron el triunfo por fraude, la justicia debería investigar, aportes truchos y afiliados inflados pero también se manipularon las presidencias de mesa en PBA y me han relatado historias de "irregularidades" en varios lugares que me hacen sospechar de cómo fue en general la elección.






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