La tenue resistencia de pocos

Hace un par de días el Indio Solari concedió una entrevista a Pedro Rosemblat en Gelatina, las repercusiones fueron inmediatas. En las redes se reprodujeron infinidad de posteos y viejos recortes de críticas al músico, inclusive de Mercedes Sosa, en verdad cuando fueran de artistas populares mejor, para darle mayor validez a la impugnación entre los sectores progre, en plan de desgaste y desmerecimiento. 

¿Pero de qué habló el Indio en tiempos de sometimiento y tantos referentes silenciados?

Habló del imperio, de su pretensión hegemónica, de su injerencia en nuestros asuntos y de su decadencia, en fin.

Molesta que se hable de lo que ya no se habla, como si estuvieran superados esos tiempos de confrontación y toma de conciencia, se pretende que ya estaríamos en un estadio superior que no es tal, sino un descenso a los infiernos de la dependencia colonialista. Ofende que se exponga a un gobierno de sumisión y entrega, en momentos que todo parece estar bajo control, con poderes subordinados al norte, comenzando por el poder judicial formado allá, hasta los grandes medios, propiedad directa, afín o asociada al mismo centro y a las fuerzas del orden extranjerizadas y subordinadas.

En un panorama triunfal para la derecha y destructivo para aquella sociedad de décadas atrás ofende que se muestre y se exponga la caída a niveles de la región no ya en lo económico sino también en la calidad de vida en evidente retroceso. En momentos que se doblega a una sociedad que parece haber olvidado que vivió mejor y acepta callada la pérdida de derechos y hasta la cancelación de sus propios sueños la victoria comunicacional se expande a lo largo y a lo ancho del país sin resistencias, sin voces discordantes, en la más dura orfandad de las mayorías que haya referentes populares alzando la voz irrita a los mandantes del poder y atacan como saben y con todo lo que pueden. Agreden al Indio y a Lali Espósito, tienen un ejército digital que ha demostrado también tener respaldos físicos, fuerzas de tareas (sucias) dispuestas a intervenir amedrentando si es preciso, una suerte de triple A ligera que opera silenciosamente a la luz del día, que se conoce pero que se le resta importancia ¿Porque es de la derecha, es decir del establishment? 

Es un momento decisivo porque es un punto de inflexión, la bronca por la escasez se 

puede canalizar en oposición o dejar correr por la canaleta de los residuos democráticos hoy entronizados. Las voces distintivas son imprescindibles porque hay mucha gente dispuesta a escuchar que espera.

Son tiempos de nombrar las cosas por su nombre, aunque esos términos suenen a viejo hay que hacerlo, es imprescindible volver a discutir lo que ya debiera estar cerrado y resuelto. Darse cuenta que las cosas que creíamos haber aprendido son ignoradas por las mayorías y que no necesariamente significa volver a lo mismo sino a formas aún más complejas como está demostrado en este presente de abyección brutal.

El nivel de la respuesta al Indio ha puesto en evidencia que es por ahí porque duele, en verdad les molesta la evidencia y la rebeldía, la resistencia les incomoda. 

Queda poco tiempo, ¿sabremos cómo usarlo?

Ixx, oct24