Habrá que ver...!
La comunicación está en manos de perversos. Lo vemos a diario en los medios masivos hegemónicos y se manifiesta de las maneras más insólitas. Ya se sabe que utilizan toda su artillería para dirigir los destinos económicos del país a su antojo (o de sus mandantes). Desde hace ya tiempo que en forma de fake news se ocupan de distorsionar la verdad, mediante ocultamientos se guardan prudentemente las cuestiones "inconvenientes" y por el autobombo y la multiplicación que les permite su presencia dominante pueden instalar los temas que más les interesa cuando quieren. Así las cosas.
Pero hay un grano que les molesta, se trata de la difusión de ciertos temas que permite la proliferación de las redes sociales donde de vez en cuando se cuela en el interés popular alguna que otra cuestión que los grandes no pueden tapar ("tapar o hacer tapa" decían en un eslogan).
Entonces aparece una nueva estrategia que hasta el momento tenían guardada que es la de instalar la duda ante la realidad misma, ¿y cómo lo hacen? Días atrás en una presentación como parte de la campaña electoral la vicepresidenta Cristina Fernández mencionó como es habitual una serie de datos estadísticos citando incluso la fuente, pero al referirse al asunto la periodista de TN que lo mencionó al aire acotó que "no está comprobado". ¡Qué tiempos aquellos en que los periodistas verificaban las cosas antes de informar! (bueno, esos tiempos no vuelven más!). Vale decir que tuvo tiempo de determinar que estaba mal pero no de comprobar y contarnos por qué. Bien. Más acá en el tiempo se conoce que los cuadernos de la famosa causa de las fotocopias habían sido adulterados, cosa que muchos ya dábamos por confirmado pero que un nuevo peritaje oficial ponía de manifiesto en detalle. Cuestión que al comunicar esta novedad una periodista del canal A24 mientras escuchaba con cara escéptica y algo malhumorada tal vez, comentó: "Hay que ver". Otra vez ¿lanzan algo sin comprobarlo? Digamos mejor que se trata de expresiones "intuitivas" o "pareceres" apurados pero nunca desinteresados.
No se puede tapar el sol con la mano pero ya que estamos nos increpan: ¿Qué sol?
Cosas que se permiten cuando se dispone de un montón de seguidores afanosos, un medio en campaña permanente de lavado de cerebros y una carencia absoluta de ética profesional. ¿Qué piensan cuando se miran al espejo? De más está decir que son solo dos ejemplos en un mar infame.
Han convertido al periodismo en una suerte de cadáver exquisito armado por un ejército de inescrupulosos que se reinventan día a día para colocarle una pieza más al monstruo que no para de toser en la cara de sus espectadores.
Ixx, ago23