Lawfare y saqueo. Bonadío "pieza clave" (dos)

En una nota de La Nación (una-pieza-claveposteada completa sin añadiduras en este mismo blog el periodista que la firma, el mismo que comenzó el affaire "cuadernos" devenido en causa judicial hace una suerte de obituario/homenaje al difunto juez alguna vez mencionado en otro affaire: el de "la servilleta" de los años noventa. En esta nota nos enteramos que "Nos encontramos por primera vez en su despacho pocos días antes de hacer la denuncia que luego terminó siendo la causa de los cuadernos de las coimas." que por si el lector no recuerda se inició como nota periodística con unos cuadernos que el cronista luego dijo no tener en su poder y el denunciante-remisero-escritor dijo haber incinerado en su parrilla y no obstante se llevó adelante una investigación con tan solo unas fotocopias (sin el aval de ningún escribano que las certificara)(1) pero... resulta que el juez estaba al tanto desde antes! y no hizo nada! ¿Qué vendría a ser esto en el ámbito de la justicia? ¿complicidad? ¿inoperancia? No lo sé, no es de mi incumbencia pero queda en evidencia el funcionamiento del lawfare del que curiosamente casi no se habla en los grandes (¿y cómplices?) medios.
Veamos: periodista y juez se reúnen a charlar sobre el tema(2)(3), el periodista publica, las pruebas se pierden, el juez es asignado "por sorteo" e inicia la investigación que deviene en allanamientos y aprietes a poderosos de la industria para obtener indicios acusatorios a la oposición a cambio de la eximición de prisiones que blanden a los cuatro vientos cual espadas de Damocles sobre las cabezas de los anotados por un remisero escritor en un escándalo mediático que ahora sabemos tuvo un posible inicio (contado por el periodista mismo que no es un agente de la cámpora) en el "santuario" de un juez de botas con taco que le daban unos centímetros más de estatura.

IXX, feb20

Claudio Bonadio fue una pieza clave en una investigación que hizo historia
5 de febrero de 2020 
Abril de 2018. El despacho de Claudio Bonadio era casi un verdadero santuario de su recorrido en la vida. Atiborrado de frases, pequeños recuerdos, souvenirs y libros, apenas quedaba espacio para una computadora de escritorio y una notebook. De fondo sonaba fuerte, siempre fuerte, una radio. Sentado, del otro lado del escritorio, apoyado en el respaldo de su sillón, con las manos juntas, con esa pose tan común entre los que transitan la seguridad del poder, era imposible no detenerse en una de aquellas frases, prolijamente colocada para que los interlocutores no pudiesen dejar de verla: "Piense, luego hable".
Nos encontramos por primera vez en su despacho pocos días antes de hacer la denuncia que luego terminó siendo la causa de los cuadernos de las coimas. Botas con unos centímetros de taco, pantalón ancho, chaleco y camisa, sin corbata. Además del anfitrión, que nos recibió de pie para estrechar la mano, estaba el fiscal Carlos Stornelli aquel mediodía en Comodoro Py. (extracto de la nota del prestigioso diario centenario).

(1) Uno de los datos que surgió de las conversaciones entre Marcelo D’Alessio y el empresario Pedro Echebest fue el parentesco con el Escribano General de la Nación, Carlos D’Alessio. En medio de su verborragia, Marcelito le dijo al empresario extorsionado que era sobrino del escribano y hasta aclaró: «No del diario La Nación, sino de presidencia». También dijo que su tío fue quien buscó a un escribano para certificar las copias de los cuadernos de Centeno. Esa historia es importante porque, de ser cierta, mostraría una relación entre causa de los cuadernos y el gobierno. Ver Cohete a la luna

(2) (...) No obstante ello, llama la atención que uno de sus organizadores haya sido el coronel Atilio Stornelli (...), padre del actual fiscal de la causa de los cuadernos Carlos Stornelli. Casualmente, uno de los 19 jóvenes suboficiales que aprendieron los misterios de los camiones que utilizaba el ejército era el sargento primero Oscar Bernardo Centeno, quien hace apenas unas semanas saltó a la fama tras haber trabajado como chofer de Roberto Baratta y escrito de puño y letra una bitácora de la corrupción kirchnerista. Ver RealPolitik

(3) A pocos días de las elecciones presidenciales, la polémica causa de los "cuadernos de la corrupción" da un nuevo coletazo: un periodista del diario La Nación presentó ante el fiscal Stornelli seis cuadernos que se supone son originales del chofer Oscar Centenover iprofesional


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