¿Por qué Macri no la vió venir?

Lo primero que me pregunto es si en realidad el presidente se sorprendió con el resultado del voto en las PASO del 11 de agosto, luego, de ser así qué hizo que su análisis estuviera tan alejado de una realidad que los tomó por sorpresa.

Discurso


Primero

La reacción del presidente en su discurso del día lunes 12 cuando recriminó a los votantes por haber elegido mal me pareció serena, natural, lucía un enojo espontáneo y a mi entender tuvimos ante nuestros ojos un Macri auténtico. En lo personal tuve un deja vu de aquella conferencia de prensa del entonces jefe de gobierno de CABA cuando salió a increpar a los trabajadores del Borda en medio de una toma por asalto de las instalaciones. Allí se lo vió directo, sin guión en actitud de patrón lanzando reprimendas y exigiendo obediencia. Esto se repitió el lunes cuando, con los datos de devaluación de la jornada el mandatario nos reprendía por lo que habíamos causado o por el mal que nos habíamos autoinflingido. Si digo que se lo veía sereno ("en control") se debía probablemente a un plan ejecutado de acuerdo a lo previamente planificado con lo cual no había sorpresa. Quiero decir que tal vez previendo la derrota se manipularon encuestas y mercados el día viernes previo a las elecciones con anuencia mediática, al respecto cabe recordar los titulares eufóricos del día sábado durante la veda política, que celebraban los éxitos económicos debidos al optimismo del mercado: encuestas emparejadas, dolar a la baja, bolsa a la suba... Esto tendría su contracara el lunes con un rebote negativo hacia abajo (¿planificado?) y el mencionado discurso. No se puede obviar que hay rumores de que el presidente en persona comandó el desmadre del tipo de cambio y hay dos datos al respecto: uno que el Banco Nación abrió con una suba del dolar de más de 10% que más que tranquilizar provocaba todo lo contrario, dos que dejó correr el día para hablar por la tarde, sin accionar durante el día con caídas sin precedentes en la bolsa. No sería tan delirante pensar que el marco económico de catástrofe era parte del escenario propicio para un relato que contuvo más menciones a la oposición de las que hubieran sido estrictamente necesarias y por supuesto ningún mea culpa. ¿Fue todo ejecutado de acuerdo a un plan maquiavélico?

Segundo

Da toda la sensación que en verdad no la vieron venir. En lo sucesivo hablaré del presidente solo pero sabemos que se trata del frontman de un equipo del cual es la cara coacheada y visible pero no el único ejecutor y alma mater.

Las palabras del mandatario en su conferencia de prensa del lunes dejaron tanto malestar en propios y extraños con severas repercusiones en los mercados y preocupación por la transición en ciernes que al día siguiente, martes, se hizo imprescindible un nuevo comunicado, esta vez menos espontáneo, con menor margen de error que viniera a subsanar el cúmulo de dislates del día anterior. Así fue que Macri grabó un mensaje al país.

Coacheado, guionado, impersonal y frío, con gestos ensayados y calculados al paso del teleprompter nos leyó unas disculpas acusando al sueño y la tristeza de sus desbordes. Bien.

En estas idas y vueltas de un gobierno que se cae muy a su pesar podemos notar que en verdad no previeron una diferencia tan enorme que además de la noche del domingo al martes, a medida que pasaban los días se acrecentaba como crecía la confusión en la cúpula del ejecutivo con Macri a la cabeza del desconcierto. Sabemos y lo antedicho lo refleja en parte que no estamos ante un político a la altura de las circunstancias pero además parece que evaluaron mal la opinión pública o al menos cómo votaría la gente. A mi entender se dejaron llevar por varios indicadores que leyeron a su antojo, y mal.

El año pasado en una entrevista el ministro Dujovne se jactaba de que nunca antes se había llevado a cabo un ajuste de semejantes dimensiones sin que caiga el gobierno, pasó casi inadvertido. Esto seguramente tiene su correlato en las encuestas de opinión que rigen el accionar del gobierno (al menos en parte) y que seguramente les daban el respaldo para seguir el mismo rumbo. No es menor el clima que crearon los medios masivos oficialistas que influenciaron a la parte más significativa de las poblaciones urbanas instalando un bienestar y un exito en la gestión irreal. Esos mismos medios además de promocionar a los oficialismos ocultaron sus defectos y errores y pasaron por alto la gran cantidad de sospechas de corrupción que se manifestaban. Por otra parte pasaban gran parte de su tiempo denostando y persiguiendo a la gestión anterior dando la sensación de que se investigaba a los corruptos pero que todos estaban en el pasado. Así ala sociedad vivía en un mundo politico imaginario una suerte de Narnia amarilla y rodeados de globos de colores y alegría. Los políticos desfilaban en simpáticas entrevistas con operadores amigos que celebraban entre bromas lo lindo que estaba todo. Y por abajo pasaban cosas...

La cuestión es que los políticos creyeron el relato construído entre ellos y los medios afines que festejaban las infructuosas reuniones y visitas oficiales, los vestidos de la primera dama o sobreactuaban inauguraciones que debieran ser cotidianas tales como los metrobuses o multiplicaban a niveles insólitos una obra como el paseo del bajo. Al respecto digo que jamás he visto tanta repercusión para una obra con decenas de notas, tapas de los diarios informes en tv... una exageración sin duda. Todo esto intensificado a medida que llegaban las PASO, ya sin el efecto de las persecuciones judiciales debido al estratégico paso al costado de CFK que desarticuló una de las patas más importantes de la construcción oficialista. Pero en el imaginario que se articulaba desde la propaganda faltaba la realidad de millones de personas: no aparecían los despidos, los cierres de empresas, el crecimiento desmesurado de la deuda y la especulación financiera, no aparecía la gente, sus eternas peregrinaciones en busca de empleo, los comedores comunitarios cada vez más atestados, las escuelas cerradas e inseguras, se tomó distancia de las problemática de la gente en una actitud de que si no lo veo no está. Algo parecido a la expresión de Macri y de Peña cuando salieron a decir que el resultado de las PASO no existió (sic). En suma la negación llegaba  atales extremos que ante crisis humanitarias reales como la gente en situación de calle salían los trolls de Peña en coordinación con algunos legisladores y comunicadores a combatir injuriando y negando como le ocurrió a Juan Carr por dar abrigo a gente de la calle en el club River. El problema no eran los indigentes, sino darles visibilidad. Quedarán en la historia de la infamia las nefastas expresiones de Brandoni y el diputado Iglesias. Vamos a concederles que fueran sinceros pero igual estuvieron pésimo.

En ese clima auto producido se encontraba el gobierno cuando llegaron las PASO.

Otro dato que no es menor ha sido la actitud de los sectores políticos opositores y su decisión de no salir a confrontar con el oficialismo que no es otra cosa que la oligarquía argentina aggiornada pero que todos presumimos tiene las mismas virtudes y defectos. En este sentido, salir a confrontarlos con huelgas, manifestaciones o cortes de calles era hacerles el caldo gordo para que tuvieran motivos para salir a reprimir, y perpetuarse con un estado de excepción, por este motivo creo yo, es que Dujovne pudo decir lo que dijo creyendo que ya estaba todo cerrado. Y es probable que este punto haya sido uno de los que distorsionó el análisis de situación oficialista.

En resumidas cuentas se trató de una realidad artificial construída para la gente que terminó creyendo el propio gobierno, se tomaron su propia medicina por el alejamiento que tienen con la gente.
Después de todo, son las elites que por primera vez bajan a la arena política casi sin conexión entre el territorio y las altas esferas, con demasiados intereses urgentes (hablo de ilimitadas oportunidades de tomar lo que se les antojaba sin control ni freno) que supieron llevar al extremo, de hecho, endeudaron el país hasta donde se los permitieron los mercados y el FMI, tomaron todas las ventajas posibles para sus empresas extractivas y de servicios y avasallaron a sus competidores. Esto devino en un enorme daño que llevará años reparar pero que también a ha sido parte de su propia derrota en manos de la voluntad popular.

IXX, ago19




























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