"Argentinos: a las exageraciones!"Hace unos años el gran Pancho Muñoz tenía un bloque de su programa "Yo, argentino" que destacaba esas medidas y acciones que suele tener nuestra sociedad tan alejada de la mesura y tan afecta a los golpes de timón violentos. En Argentina todo parece extremo, así como podemos vitorear a alguien con pasión desenfrenada, al poco tiempo podemos desearle la muerte sin mediar poco más que un simple cambio de humor social. Amamos y odiamos con igual intensidad pero curiosamente a menudo a las mismas figuras, ya sean personas, instituciones, ideas...
Hasta no hace mucho solíamos proteger la vida por sobre las propiedades y en este sentido nuestra legislación y los fallos de la justicia tendían a promover la mesura en las respuestas a hechos delictivos o privados que pidieran suscitar acciones de respuesta por parte del agredido. En otras palabras, el castigo debe ser implementado en frío, con el distanciamiento que la gravedad merece y por medio del poder judicial, nunca de mano propia. Esto servía para prevenir excesos grupales del tipo de los linchamientos y/o falsas justificaciones para ejercer la violencia simplemente por cuestiones personales. Era a veces ofensivo ver la baja pena que podía corresponder a agresiones graves pero esto mantuvo por muchos años una paz social moderada y los valores de criminalidad bajos con respecto al resto de la región.
Algo cambió
Con la llegada de Cambiemos al poder han regresado o aflorado ciertos valores que creímos superados.
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