El caso Chocobar un hilo por IndiePolitik

lunes, 5 de febrero de 2018
http://indiepolitik.blogspot.com.ar/2018/02/hilo-chocobar-o-zaffaroni.html

Hilo: "¿Chocobar o Zaffaroni?"


"No soy abogado, pero noto que los derechistas no leen o no quieren entender la ley y los progres directamente no debaten con fachos. Voy a intentar "llegar" a todos.
Primero que nada, si Chocobar tuvo que intervenir es porque no había más policía en el área, lo cual habla de una falla previa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) respecto a las cuadrículas y "zonas calientes" o a cuidar por cuestiones de turismo (La Boca - Puerto Madero - Recoleta) que no están asignadas.

Tampoco había policía para prevenir el robo, no solamente para correr y detener al delincuente.

En este punto ya podríamos anular el debate y preguntarle a Larreta, qué hace con los 30.000 efectivos de la Policía Federal, además de levantar kioskos de droga, prostíbulos y coimas.

Chocobar, por su estado físico, no puede correr a nadie, así que ni siquiera debería estar en la fuerza.

Adicionalmente, corre al delincuente con una mochila encima. ¿Acaso no le dió el reflejo para tirarla y correr? ¿Qué clase de entrenamiento reciben? Muy deficiente.

Leí a muchos decir que esto se arreglaba con la Taser, y déjenme explicarles por qué no. La Taser que Macri quería comprar tiene un alcance de solamente 10 metros. Chocobar disparó a una cuadra. La Taser se usa para inmovilizar a corta distancia, sin usar fuerza letal.


Por ejemplo, cuando no hay muchos policías y un solo agente debe dominar a un detenido que se resiste, en lugar de tirarle gas pimienta (cortísimo alcance) le tira con la Taser. No era el caso, no servía. Al margen de que sí ha provocado muertes (más de 500).


Chocobar no impidió ni previno que el delincuente apuñalara al turista, solamente cumplió la función de llamar a la ambulancia, correr, disparar y matar.
¿Y si además llamaba móviles/refuerzos?

¿Dónde está la policía en bicicleta para zonas peatonales?

Entonces, sin Taser, sin policía en la zona, tenemos a un policía de civil, fuera de estado, con una mochila que no arroja, no pudiendo correr y, que por comodidad, dispara por la espalda a un delincuente armado con arma blanca, produciéndole su muerte y produciendo un homicidio evitable.
¿Qué debería haber hecho Chocobar? Tirar la mochila, correr y, si no lo alcanzaba, pedir refuerzos, para que, como se suele hacer, pasen los datos por radio, dirección hacia la que corría y en pocas cuadras un patrullero lo detenga.
¿Ah, no había móviles? Volvemos al inicio: ¿dónde están los 30.000 efectivos de la Policía Federal y sus móviles? ¿Recaudando de la droga, prostitución y coimas? Entonces, ni Chocobar ni nadie va a solucionar el problema de la inseguridad, con zonas liberadas que maneja la policía y un gobierno cómplice.
Desde el punto de vista del macrismo, pareciera ser que quieren una especie de Dredd, el cual además de auxiliar de la justicia, imparta justicia y aplique la inexistente, en Argentina, pena de muerte.
Desde los sectores más de derecha también quieren eso.


Hay otro problema.

Si el caso Chocobar se vuelve algo frecuente, los arrebatadores saldrán armados con armas de fuego y van a disparar hacia atrás mientras huyen, por miedo a que algún Chocobar les tire.
¿Quieren ustedes estar en la calle y que pasen balas por al lado mientras un tipo escapa?
¿Qué va a pasar cuando empiecen a morir policías y civiles por balas perdidas de arrebatadores que huyen tirando? Total, ya están jugados, es eso o que algún Chocobar los mate.
¿Entienden que lo que pide la derecha y el macrismo es muy peligroso? Una suerte de Bope (Batallón de Operaciones Policiales Especiales) en la ciudad.
Claramente, desde mi punto de vista, esto se resuelve con menos desigualdad, más prevención policial, personal capacitado y armas no letales para el caso de delincuentes que huyen, pero es mucho pedirle a una institución tan corrupta como la policía y a los inútiles del GCBA".



Más:
Publicado por Sergio Villone
03/02/2018 - COMUNICADOS
Chocobar Comunicados Estado Policial Independencia Judicial

Comunicado de APP por caso Chocobar
El Presidente de la Nación, junto a la Ministra de Seguridad de la Nación y su par bonaerense, recibieron al agente de policía Luis Chocobar, quien está procesado por homicidio en exceso de la legítima defensa por haber disparado a Pablo Kukoc mientras huía después de cometer un hecho ilícito contra un turista norteamericano.
Luego el Presidente expresó: “Hoy recibí a Luis Chocobar en la Casa Rosada. Quería ofrecerle todo mi apoyo, decirle que lo acompañamos y que confiamos en que la Justicia en otra instancia lo liberará de todo cargo, reconociendo su valentía”.
Los actos del señor Presidente implican una evidente intromisión sobre la independencia del Poder Judicial por partida doble: en lo jurídico va en contra de lo establecido en el artículo 109 de la Constitución Nacional, y en lo simbólico insta a quienes resolverán en el caso más adelante su camino a seguir. Y lo que es más grave aún, indica a otr@s policías que se encuentren en situaciones similares lo que deben hacer.
Vemos necesario recalcar que la independencia de poderes, además de haberse presentado como uno de los objetivos del actual gobierno, es una obligación constitucional.
Entendemos que no es posible afirmar hechos como ciertos porque el estado de la investigación judicial del caso no lo permite, y sólo pueden conocer completamente lo que se encuentra probado quienes intervienen en el proceso.
Debemos aclarar que no se niega ni se pretende justificar el grave delito que habría cometido quien finalmente murió pero tampoco el que podría haber cometido Chocobar. Lo que sí debemos destacar es que en esos contextos el Estado tiene obligaciones y límites legales para actuar y debe reducir la violencia social en vez de aumentarla agregando violencia institucional.
Por último hay una cuestión jurídica para aclarar.
Si se considera que el caso implicó legítima defensa, porque Chocobar no estaba de servicio y por lo tanto era un particular con portación de arma, es necesario saber que los límites de este instituto son difusos en la norma que lo contiene (Art. 34 inc.6 del Código Penal), pero aun considerando las versiones expresadas, cuando la agresión hacia la vida del turista cesó ya no se está bajo ese permiso legalmente dispuesto, simplemente porque ya no hay agresión que legitime la acción defensiva, aunque el daño producido antes haya puesto en peligro cierto la vida del turista y aunque dicho actuar provoque una legítima indignación en quién lo presencia. Si se actúa con posterioridad habrá venganza no legítima defensa.
Ahora bien, si se considera que quien actúo era un policía en cumplimento de su función debido al llamado “estado policial” (en fin es el Estado actuando por medio de uno de sus agentes) no se está en el marco de la legítima defensa sino en el cumplimiento de un deber jurídico. Por ello, quien actúa debe ajustarse a las normas jurídicas vigentes. En el caso, ni estas ni los protocolos de actuación policial que en conjunto lo obligan a actuar de determinado modo, permiten ni habilitan a perseguir y matar a quien ha cometido un delito contra una persona a la cual ya no atacaba, se esté o no en horario de servicio.
Una diferencia esencial entre ambos institutos es que en la legítima defensa se permite cometer un ilícito si se dan determinadas circunstancias legalmente establecidas, y actuar o no de ese modo es una opción. Quien actúa en cumplimiento de un deber jurídico, está obligado a hacer lo que las normas y protocolos le indican, y cualquier otra acción le puede acarrear una sanción.
Debemos ser contundentes en aclarar que, por mandato convencional y constitucional, la muerte no debe existir en Argentina ni como ejecución ni como pena, ya sea sin o con juicio previo, y sin que importe el delito cometido.
Finalmente, y sin ser exhaustivos, entendemos que es necesario fortalecer las herramientas del Estado, entre ellas la capacitación policial, como así también defender la institucionalidad de la República, bregar por respetar la división de poderes, y entender que el poder simbólico por el respaldo institucional brindado puede dar lugar a más violencia.
Otra vez decimos: el Estado no debe.
El Estado no debe matar. A nadie. Si alguien comete un delito, debe ser juzgado. L@s funcionari@s del Estado no deben apoyar ni alentar a las fuerzas de seguridad a matar. No debe felicitar la muerte, debe capacitar para reducirla.
El Estado debe cuidarnos en manos de personas capacitadas. Insistimos. Si alguien comete un delito, debe ser juzgado, no felicitado, tampoco ejecutado con o sin juicio. Otra vez. Nunca más.


3 de febrero de 2018
http://www.pensamientopenal.org/comunicado-app-caso-chocobar/

Entradas populares de este blog

El antigal

Infames