El tarifazo es una sensación
Montado en la reciente obtención del premio Nobel de Economía por parte de Richard Thaler, el jefe de gabinete se apropió rápidamente del concepto de lo psicológico en economía y atribuye a la pura percepción el efecto de los ajustes por venir.
Vale decir que si usted debe oblar cuatro billetes en lugar de dos para pagar cualquiera de sus servicios se trataría simplemente de una cuestión psicológica, le recomiendo repetirse una y otra vez: "esto no está sucediendo, es solo mi mente" o tal vez el edipo o una etapa no superada, vaya a saber...!
IXX, oct2017
10 de octubre de 2017
Las percepciones del jefe de Gabinete sobre los aumentos poselectorales
Marcos Peña confirmó el incremento de tarifas previsto para después del 22 de octubre y, fiel al libreto oficial, consideró que "Tarifazo es una percepción subjetiva: ¿qué es un tarifazo o no?". Desde las asociaciones de consumidores respondieron que "es una falta de respeto cuando se vienen soportando incrementos desmesurados".
(Imagen: Télam)
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, confirmó que después de las elecciones legislativas habrá aumentos en las boletas de agua, luz y gas, pero minimizó el aumento al calificarlo como "un camino gradual", resaltó que "no hay sorpresas" porque el cronograma ya había sido informado y remató: "Tarifazo es una percepción subjetiva: ¿qué es un tarifazo o no?". Tras esas declaraciones, las asociaciones de defensa de los consumidores coincidieron en señalar que no se trata de una "percepción subjetiva sino realista" y calificaron los dichos de Peña como una "falta de respeto" a los consumidores.
"Hubo una audiencia pública del año pasado que estableció un cronograma con un camino gradual de modificación tarifaria, pero eso ya fue anunciado y avisado hace tiempo", minimizó Peña, en una entrevista en radio La Red, respecto de las declaraciones del ministro de Obras Públicas, Rogelio Frigerio, quien ayer habló de los aumentos que llegarán tras las legislativas.
Peña insistió en la idea de "ordenamiento tarifario" y prometió que el objetivo es "lograr que todos los argentinos tengan conexión de luz, de gas; y que vuelva la inversión". Además, consideró que lo que más le preocupa a la gente es la caída del salario real y aseguró que, en 2018, "no hay ninguna posibilidad de que haya un escenario de caída del salario real y de impacto fuerte como tuvimos el año pasado".
Por su parte, el presidente de la Asociación de Defensa de los Derechos de los Usuarios y Consumidores (Adduc), Osvaldo Bassano, y el representante legal de Consumidores Libres, Héctor Polino, criticaron los eufemismos utilizados por Peña y consideraron que se le está "tomando el pelo a la gente". "Afirmar que el tarifazo es una percepción subjetiva es como cuando se hablaba de que la inseguridad era una sensación térmica", comparó Bassano.
"Es una falta de respeto a los consumidores, que desde fines de 2015 a la fecha tuvieron mil por ciento de aumento", insistió el titular de Adduc, a la agencia DyN, y agregó que "no es una sensación térmica, no es una subjetividad sino un fuerte incremento en el bolsillo". "Los consumidores en la Argentina pagan la luz y el gas más caro del mundo en proporción con el ingreso que perciben los usuarios", sentenció.
En la misma sintonía, Polino sostuvo que "es un hecho real y concreto que en un año la luz y el gas aumentaron entre 400 y 500 por ciento. Es un verdadero tarifazo". El titular de Consumidores Libres también disintió con la idea del "camino gradual", porque "es gradual, pero en poco tiempo, y es exagerado, sobre todo para la clase media que no clasifica para la tarifa social y paga el valor pleno".
Addenda:
LUNES 09 DE OCTUBRE DE 2017 • 16:15Sebastián CampanarioSEGUIRPARA LA NACION
Puede que esta nota confirme lo que usted ya creía que sabía sobre economía del comportamiento. O que le aporte conocimientos para sentirse más inteligente que el promedio de la población. O que le reasegure que usted "ya intuía" que en algún momento Richard Thaler, el profesor de Chicago, iba a ganar el Nobel de economía como lo obtuvo hoy.
Si esto es así, estará incurriendo en sesgos de "confirmación", de "exceso de autoconfianza" o de "retrospectiva" (la inclinación a ver eventos pasados como predecibles). Son algunos de los errores sistemáticos que cometemos a diario los seres humanos, la mayoría de las veces en forma inconsciente, y que nos apartan de la racionalidad, uno de los supuestos básicos de los modelos de la economía tradicional. La economía del comportamiento, que cruza la economía con la psicología y de la cual Thaler es pionero, dinamitó este supuesto con el estudio y categorización de más de 150 sesgos investigados hasta ahora, que además tienden a ser sistemáticos (y por lo tanto también se pueden modelizar).
"La revolución de la economía del comportamiento hoy abarca todo tipo de ámbitos privados, desde las propuestas de regulación financiera post crisis subprime hasta los cambios en la NBA"
Aunque no es el padre de la disciplina (el honor le corresponde a los psicólogos israelíes Daniel Kahneman y Amos Tversky, en los 70), Thaler fue el que le dio -para ponerlo en palabras de relatores de fútbol- "volumen de juego" a la economía del comportamiento, con una sistematización del cuerpo teórico y también con habilidades de buen divulgador, carisma e histrionismo: participó en la película "The Big Short" junto a la estrella pop Selena Gómez. Su contribución fue tan fundamental que el propio Kahneman reconoció en su discurso de aceptación del Nobel que le dieron en 2002 que muchos de los avances que se le atribuían desde la Academia sueca eran en realidad mérito de Thaler y su equipo.
Si bien hoy la economía del comportamiento está de moda y es motivo de best sellers y películas, cuando el Nobel 2017 aceleró el motor del campo temático a fines de los ochentas se trataba de una avenida académica completamente marginal. Thaler convenció a los editores del prestigioso Journal of Economics Perspectives de publicar una columna regular entre 1987 y 1990, titulada "Anomalías", que fue la base de varios libros posteriores y se volvió un clásico de la ciencia maldita.
Lo hizo, para volver más arduo el desafío, desde la Univeridad de Chicago, la meca de la economía neoclásica tradicional, donde reinaba el "homo economicus" racional. Durante años sus estudios fueron objeto de burla y desprecio. Uno de sus más feroces críticos fue un habitual compañero suyo de tenis, el economista Eugene fama, que ganó el Nobel en 2013 (uno de los chistes más conocidos en la profesión de Adam Smith y John Maynard Keynes es que la Economía es la única ciencia donde dos personas pueden ganar el Nobel por decir exactamente lo contrario).
En la Argentina, estos primeros aportes de Thaler casi desconocidos fueron incorporados en sus clases de la UBA por Daniel Heymann, y de allí trasmitidos a alumnos que se volvieron entusiastas del nuevo campo teórico como Javier Finkman. En el Instituto Interdisciplinario de economía Política de la UBA, que dirige Heymann, investigan varios economistas con esta visión, como Daniel Aromí, Victoria Giarrizzo y Pablo Mira. "Excelente día para los comportamientalistas (¿se dirá así?) y afines. Ojalá promueva la apertura intelectual", dijo ayer Heymann a La Nación.
Econonomía del comportamiento y agenda pública
El otro gran aporte de Thaler fue el de conciliar la economía del comportamiento con la agenda de políticas públicas, principalmente a través de su muy exitoso libro "Nudge", co-escrito con Cass Sustein, abogado, profesor en Chicago y ex funcionario de la gestión Obama. El libro, editado en 2008, propone decenas de ejemplos de la economía comportamental aplicables por los Gobiernos, en donde pequeños cambios en los sistemas de incentivos pueden producir enormes modificaciones en comportamientos sociales agregados. Por ejemplo, pedirle a la gente que "decida" donar órganos marcando una opción cuando va a hacer un trámite público genera significativamente menos donantes que cuando la opción de default es la donación, y hay que decidir no hacerlo.
Desde su publicación, más de 30 países decidieron instalar oficinas para nutrir de ideas a las decisiones de los gobiernos. En la Argentina, el economista Lucio Castro, del ministerio de Producción, tiene investigaciones al respecto; y la oficina anti Corrupción de Laura Alonso trabaja con experto de la unidad Nudge de Inglaterra.
La revolución de la economía del comportamiento excede a la agenda Nudge y hoy abarca todo tipo de ámbitos privados, desde las propuestas de regulación financiera post crisis subprime hasta el cambio en la estructura y forma de juego de la NBA en la última década, que como cuenta Michael Lewis en su último libro "The Undoing Project" (la historia de Kahneman y Tversky) estuvo 100% influenciada por los avances de las ciencias cognitivas, de teoría de la decisión y el surgimiento del big data y sus nuevas herramientas de análisis.
Es por ello que la noticia del Nobel 2017 no sorprendió a los amigos de Thaler, que sabían que tarde o temprano lo ganaría. Sustein, su co-autor (que además es uno de los mejores jugadores de squash de los EE.UU) lo celebró en Twitter con una ironía: "Ha sido por fin una decisión de la Academia Sueca completamente racional".
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Vale decir que si usted debe oblar cuatro billetes en lugar de dos para pagar cualquiera de sus servicios se trataría simplemente de una cuestión psicológica, le recomiendo repetirse una y otra vez: "esto no está sucediendo, es solo mi mente" o tal vez el edipo o una etapa no superada, vaya a saber...!
IXX, oct2017
10 de octubre de 2017
Las percepciones del jefe de Gabinete sobre los aumentos poselectorales
El tarifazo es una sensación
https://www.pagina12.com.ar/amp/68258-el-tarifazo-es-una-sensacionMarcos Peña confirmó el incremento de tarifas previsto para después del 22 de octubre y, fiel al libreto oficial, consideró que "Tarifazo es una percepción subjetiva: ¿qué es un tarifazo o no?". Desde las asociaciones de consumidores respondieron que "es una falta de respeto cuando se vienen soportando incrementos desmesurados".
(Imagen: Télam)
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, confirmó que después de las elecciones legislativas habrá aumentos en las boletas de agua, luz y gas, pero minimizó el aumento al calificarlo como "un camino gradual", resaltó que "no hay sorpresas" porque el cronograma ya había sido informado y remató: "Tarifazo es una percepción subjetiva: ¿qué es un tarifazo o no?". Tras esas declaraciones, las asociaciones de defensa de los consumidores coincidieron en señalar que no se trata de una "percepción subjetiva sino realista" y calificaron los dichos de Peña como una "falta de respeto" a los consumidores.
"Hubo una audiencia pública del año pasado que estableció un cronograma con un camino gradual de modificación tarifaria, pero eso ya fue anunciado y avisado hace tiempo", minimizó Peña, en una entrevista en radio La Red, respecto de las declaraciones del ministro de Obras Públicas, Rogelio Frigerio, quien ayer habló de los aumentos que llegarán tras las legislativas.
Peña insistió en la idea de "ordenamiento tarifario" y prometió que el objetivo es "lograr que todos los argentinos tengan conexión de luz, de gas; y que vuelva la inversión". Además, consideró que lo que más le preocupa a la gente es la caída del salario real y aseguró que, en 2018, "no hay ninguna posibilidad de que haya un escenario de caída del salario real y de impacto fuerte como tuvimos el año pasado".
Por su parte, el presidente de la Asociación de Defensa de los Derechos de los Usuarios y Consumidores (Adduc), Osvaldo Bassano, y el representante legal de Consumidores Libres, Héctor Polino, criticaron los eufemismos utilizados por Peña y consideraron que se le está "tomando el pelo a la gente". "Afirmar que el tarifazo es una percepción subjetiva es como cuando se hablaba de que la inseguridad era una sensación térmica", comparó Bassano.
"Es una falta de respeto a los consumidores, que desde fines de 2015 a la fecha tuvieron mil por ciento de aumento", insistió el titular de Adduc, a la agencia DyN, y agregó que "no es una sensación térmica, no es una subjetividad sino un fuerte incremento en el bolsillo". "Los consumidores en la Argentina pagan la luz y el gas más caro del mundo en proporción con el ingreso que perciben los usuarios", sentenció.
En la misma sintonía, Polino sostuvo que "es un hecho real y concreto que en un año la luz y el gas aumentaron entre 400 y 500 por ciento. Es un verdadero tarifazo". El titular de Consumidores Libres también disintió con la idea del "camino gradual", porque "es gradual, pero en poco tiempo, y es exagerado, sobre todo para la clase media que no clasifica para la tarifa social y paga el valor pleno".
Addenda:
Quién es y cómo piensa Richard Thaler, el nuevo premio Nobel de Economía
El estadounidense de 72 años es pionero por analizar la economía a través de la psicologíaLUNES 09 DE OCTUBRE DE 2017 • 16:15Sebastián CampanarioSEGUIRPARA LA NACION
Puede que esta nota confirme lo que usted ya creía que sabía sobre economía del comportamiento. O que le aporte conocimientos para sentirse más inteligente que el promedio de la población. O que le reasegure que usted "ya intuía" que en algún momento Richard Thaler, el profesor de Chicago, iba a ganar el Nobel de economía como lo obtuvo hoy.
Si esto es así, estará incurriendo en sesgos de "confirmación", de "exceso de autoconfianza" o de "retrospectiva" (la inclinación a ver eventos pasados como predecibles). Son algunos de los errores sistemáticos que cometemos a diario los seres humanos, la mayoría de las veces en forma inconsciente, y que nos apartan de la racionalidad, uno de los supuestos básicos de los modelos de la economía tradicional. La economía del comportamiento, que cruza la economía con la psicología y de la cual Thaler es pionero, dinamitó este supuesto con el estudio y categorización de más de 150 sesgos investigados hasta ahora, que además tienden a ser sistemáticos (y por lo tanto también se pueden modelizar).
"La revolución de la economía del comportamiento hoy abarca todo tipo de ámbitos privados, desde las propuestas de regulación financiera post crisis subprime hasta los cambios en la NBA"
Aunque no es el padre de la disciplina (el honor le corresponde a los psicólogos israelíes Daniel Kahneman y Amos Tversky, en los 70), Thaler fue el que le dio -para ponerlo en palabras de relatores de fútbol- "volumen de juego" a la economía del comportamiento, con una sistematización del cuerpo teórico y también con habilidades de buen divulgador, carisma e histrionismo: participó en la película "The Big Short" junto a la estrella pop Selena Gómez. Su contribución fue tan fundamental que el propio Kahneman reconoció en su discurso de aceptación del Nobel que le dieron en 2002 que muchos de los avances que se le atribuían desde la Academia sueca eran en realidad mérito de Thaler y su equipo.
Si bien hoy la economía del comportamiento está de moda y es motivo de best sellers y películas, cuando el Nobel 2017 aceleró el motor del campo temático a fines de los ochentas se trataba de una avenida académica completamente marginal. Thaler convenció a los editores del prestigioso Journal of Economics Perspectives de publicar una columna regular entre 1987 y 1990, titulada "Anomalías", que fue la base de varios libros posteriores y se volvió un clásico de la ciencia maldita.
Lo hizo, para volver más arduo el desafío, desde la Univeridad de Chicago, la meca de la economía neoclásica tradicional, donde reinaba el "homo economicus" racional. Durante años sus estudios fueron objeto de burla y desprecio. Uno de sus más feroces críticos fue un habitual compañero suyo de tenis, el economista Eugene fama, que ganó el Nobel en 2013 (uno de los chistes más conocidos en la profesión de Adam Smith y John Maynard Keynes es que la Economía es la única ciencia donde dos personas pueden ganar el Nobel por decir exactamente lo contrario).
En la Argentina, estos primeros aportes de Thaler casi desconocidos fueron incorporados en sus clases de la UBA por Daniel Heymann, y de allí trasmitidos a alumnos que se volvieron entusiastas del nuevo campo teórico como Javier Finkman. En el Instituto Interdisciplinario de economía Política de la UBA, que dirige Heymann, investigan varios economistas con esta visión, como Daniel Aromí, Victoria Giarrizzo y Pablo Mira. "Excelente día para los comportamientalistas (¿se dirá así?) y afines. Ojalá promueva la apertura intelectual", dijo ayer Heymann a La Nación.
Econonomía del comportamiento y agenda pública
El otro gran aporte de Thaler fue el de conciliar la economía del comportamiento con la agenda de políticas públicas, principalmente a través de su muy exitoso libro "Nudge", co-escrito con Cass Sustein, abogado, profesor en Chicago y ex funcionario de la gestión Obama. El libro, editado en 2008, propone decenas de ejemplos de la economía comportamental aplicables por los Gobiernos, en donde pequeños cambios en los sistemas de incentivos pueden producir enormes modificaciones en comportamientos sociales agregados. Por ejemplo, pedirle a la gente que "decida" donar órganos marcando una opción cuando va a hacer un trámite público genera significativamente menos donantes que cuando la opción de default es la donación, y hay que decidir no hacerlo.
Desde su publicación, más de 30 países decidieron instalar oficinas para nutrir de ideas a las decisiones de los gobiernos. En la Argentina, el economista Lucio Castro, del ministerio de Producción, tiene investigaciones al respecto; y la oficina anti Corrupción de Laura Alonso trabaja con experto de la unidad Nudge de Inglaterra.
La revolución de la economía del comportamiento excede a la agenda Nudge y hoy abarca todo tipo de ámbitos privados, desde las propuestas de regulación financiera post crisis subprime hasta el cambio en la estructura y forma de juego de la NBA en la última década, que como cuenta Michael Lewis en su último libro "The Undoing Project" (la historia de Kahneman y Tversky) estuvo 100% influenciada por los avances de las ciencias cognitivas, de teoría de la decisión y el surgimiento del big data y sus nuevas herramientas de análisis.
Es por ello que la noticia del Nobel 2017 no sorprendió a los amigos de Thaler, que sabían que tarde o temprano lo ganaría. Sustein, su co-autor (que además es uno de los mejores jugadores de squash de los EE.UU) lo celebró en Twitter con una ironía: "Ha sido por fin una decisión de la Academia Sueca completamente racional".
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