Tormentas amarillas

La gente de "Apuntes..." hace una dura y dolorosa reflexión sobre la actualidad del gobierno ante los hechos de violación de derechos humanos conocidos.

"Acosados por las evidencias, los PRO necesitan cambiar su discurso para gambetear el impacto producido por la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Después de intentar la demonización de la víctima y la angelización de los victimarios, ahora probarán con la instalación de un chivo expiatorio para demostrar a la sociedad un compromiso inexistente con los DDHH. Que todo quede resumido a “un gendarme que se le fue la mano” es inaceptable en un estado de derecho, más aún si ésta fue la posición que evitaron desde el comienzo de este conflicto. Si hubieran empezado por ahí, por tomar como sospechosos a todos los efectivos que participaron en la invasión a la comunidad mapuche y los hubieran interrogado en lugar de protegerlos, otra sería la historia. Si los uniformados cometen excesos –eufemismo doloroso en la memoria- es porque tienen rienda suelta para cometerlos.
No sólo la vía libre, sino el sustento ideológico: los Amarillos construyen un enemigo despreciable que no merece ni la vida. Y ese enemigo puede tomar la forma de un opositor apenas crítico o de un ciudadano que reclama la restauración de sus derechos. Un uniformado que se alimenta con tanto veneno descarga su ponzoña con palos, balas o gas pimienta. Y si no recibe la orden ‘aniquilar’, actúa como si la hubiera recibido."

Ver fuente: http://apuntesdiscontinuos.blogspot.com.ar/2017/09/un-huracan-de-entrecasa.html


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