Formadores de rapiña o "pedagogía de la crueldad"
"Ahí (...) hay una pedagogía de la crueldad. No es que el ojo del público sea cruel y rapiñador, sino que se lo enseña a despojar, a rapiñar, a usar los cuerpos hasta que queden solo restos; es una pedagogía porque ese público está siendo enseñado."
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"No es que el ojo del público sea cruel y rapiñador, sino que se lo enseña a despojar, a rapiñar, a usar los cuerpos hasta que queden solo restos; es una pedagogía porque ese público está siendo enseñado", explicó la antropóloga Rita Segato en la entrevista que le realizó la directora de la Especialización en Periodismo, Comunicación Social y Género, Flavia Delmas, en el marco del seminario que la investigadora dicta en la sede de 44 de esta casa de estudios.
Rita Segato es doctora en Antropología, autora de numerosos artículos y libros, como "Violencia y género en la sociedad patriarcal. Las estructuras elementales de la violencia: ensayos sobre género entre la antropología, el psicoanálisis y los derechos humanos", vitales para decodificar el fenómeno, cada vez más instaurado en las agendas públicas y mediáticas, de la violencia de género. Actualmente dicta el seminario Estructuras elementales de la violencia, que desarrolla la relación conceptual entre género y poder a partir de la obra de Segato, en diálogo con el pensamiento feminista contemporáneo.
Durante la entrevista, en la que reflexionó junto a Flavia Delmas sobre la violencia de género y su tratamiento en los medios de comunicación, la antropóloga explicó la pedagogía de la crueldad, concepto que desarrolló al analizar el abordaje mediático de las problemáticas de género, mediante el cual "el público es enseñado a no tener empatía con la víctima, que es revictimizada con la banalidad y la espectacularización con que se la trata en los medios".
-¿Cómo se desarrolla en los medios esa pedagogía de la crueldad?
-Cuando vengo a Argentina me sorprendo mucho cuando veo las noticias en las televisiones no públicas. No es solamente la espectacularización de la noticia, por ejemplo un crimen de violencia de género, sino por la repetición de la noticia, que hace que a la mujer la maten mil veces en el día. Eso es una idea de incitación y promoción, que de alguna manera incita a la mimesis de ese crimen; o para aquellos que abordan la violencia desde una perspectiva epidemiológica, eso contagia a la sociedad.
Por qué pasa eso, quién es el que está detrás de eso. Ahí es donde propongo que hay una pedagogía de la crueldad. No es que el ojo del público sea cruel y rapiñador, sino que se lo enseña a despojar, a rapiñar, a usar los cuerpos hasta que queden solo restos; es una pedagogía porque ese público está siendo enseñado.
Está siendo conducido por ese lente, que es el lente Tinelli y es el de esos informativos que espectacularizan el cadáver de las mujeres. Ese público está siendo engañado cuando dicen que está viendo la realidad desde el mismo lugar que el fotógrafo. Al llamarlo a mirar la realidad desde ese lente de quien la muestra, se lo está enseñando a tener una mirada despojadora y rapiñadora sobre el mundo y sobre los cuerpos.
-¿Y cómo se puede actuar frente a esa incitación?
-Eso es algo que nos lleva a preguntarnos cuántas veces se puede repetir la misma noticia y cuál es la finalidad de esa incitación a la violencia de género. Por ejemplo, en los suicidios existe cierta censura interna en los medios que no los reproducen aún cuando son bastante espectaculares. No se ven divulgados, y eso es porque no se lo quiere promover, porque el suicidio tiene cierto mecanismo de epidemia.
En los crímenes de género existe una incitación, y creo que debería existir algún control. Es tal la espectacularización de los crímenes de género que parece algo de farándula, y debería existir una legislación porque eso le hace muy mal a la sociedad.
-¿Cuáles son las consecuencias de esa pedagogía de la crueldad?
Una de las consecuencias de esa pedagogía de la crueldad es la perdida de la empatía de la gente. El público es enseñado a no tener empatía con la víctima.
A mí me gusta la idea de la pedagogía de la traición, que Hanna Arendt usa en referencia al nazismo y su influencia en el surgimiento del totalitarismo. Me interesa pensar en una pedagogía y de cómo se la enseña a la gente a tener cierto tipo de sensibilidad o de insensibilidad.
Por qué la pedagogía de la crueldad, por qué la gratuidad de la crueldad. Me parece que estamos en una fase del capitalismo al que le interesa tener sujetos no sensibles, sin empatía. Y esta etapa, donde el enriquecimiento y la acumulación se dan por despojo, donde el mercado es global; en esta abolición de lo local, que es la abolición de las relaciones interpersonales, de la propia empatía; es necesario entrenar a los sujetos para esa distancia, para esa crueldad, para la no identificación de la posición del otro y la no relacionalidad. Esa pedagogía de la crueldad es funcional a esta fase del capital.
-¿Por qué esa crueldad y pérdida de empatía está tan relacionada con problemas de género?
La pedagogía de la crueldad se da en el cuerpo de la mujer y de los niños por excelencia, porque ahí la crueldad se separa de lo instrumental. Si tenés la guerra y el soldado de la corporación armada que se va a enfrentar a su antagonista de otra corporación armada, es una cosa. Ahora, en la violencia, la tortura, el asesinato a aquellos sujetos de la sociedad que no son su antagonista bélico, como las mujeres y los niños, la crueldad se separa de la instrumentalidad. La finalidad no es eliminar a tu antagonista bélico, al soldado; es la crueldad por la crueldad misma.
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"En los medios existe una pedagogía de la crueldad"
Entrevista a Rita Segato en http://perio.unlp.edu.ar/taxonomy/term/2373
Rita Segato es doctora en Antropología, autora de numerosos artículos y libros, como "Violencia y género en la sociedad patriarcal. Las estructuras elementales de la violencia: ensayos sobre género entre la antropología, el psicoanálisis y los derechos humanos", vitales para decodificar el fenómeno, cada vez más instaurado en las agendas públicas y mediáticas, de la violencia de género. Actualmente dicta el seminario Estructuras elementales de la violencia, que desarrolla la relación conceptual entre género y poder a partir de la obra de Segato, en diálogo con el pensamiento feminista contemporáneo.
Durante la entrevista, en la que reflexionó junto a Flavia Delmas sobre la violencia de género y su tratamiento en los medios de comunicación, la antropóloga explicó la pedagogía de la crueldad, concepto que desarrolló al analizar el abordaje mediático de las problemáticas de género, mediante el cual "el público es enseñado a no tener empatía con la víctima, que es revictimizada con la banalidad y la espectacularización con que se la trata en los medios".
-¿Cómo se desarrolla en los medios esa pedagogía de la crueldad?
-Cuando vengo a Argentina me sorprendo mucho cuando veo las noticias en las televisiones no públicas. No es solamente la espectacularización de la noticia, por ejemplo un crimen de violencia de género, sino por la repetición de la noticia, que hace que a la mujer la maten mil veces en el día. Eso es una idea de incitación y promoción, que de alguna manera incita a la mimesis de ese crimen; o para aquellos que abordan la violencia desde una perspectiva epidemiológica, eso contagia a la sociedad.
Por qué pasa eso, quién es el que está detrás de eso. Ahí es donde propongo que hay una pedagogía de la crueldad. No es que el ojo del público sea cruel y rapiñador, sino que se lo enseña a despojar, a rapiñar, a usar los cuerpos hasta que queden solo restos; es una pedagogía porque ese público está siendo enseñado.
Está siendo conducido por ese lente, que es el lente Tinelli y es el de esos informativos que espectacularizan el cadáver de las mujeres. Ese público está siendo engañado cuando dicen que está viendo la realidad desde el mismo lugar que el fotógrafo. Al llamarlo a mirar la realidad desde ese lente de quien la muestra, se lo está enseñando a tener una mirada despojadora y rapiñadora sobre el mundo y sobre los cuerpos.
-¿Y cómo se puede actuar frente a esa incitación?
-Eso es algo que nos lleva a preguntarnos cuántas veces se puede repetir la misma noticia y cuál es la finalidad de esa incitación a la violencia de género. Por ejemplo, en los suicidios existe cierta censura interna en los medios que no los reproducen aún cuando son bastante espectaculares. No se ven divulgados, y eso es porque no se lo quiere promover, porque el suicidio tiene cierto mecanismo de epidemia.
En los crímenes de género existe una incitación, y creo que debería existir algún control. Es tal la espectacularización de los crímenes de género que parece algo de farándula, y debería existir una legislación porque eso le hace muy mal a la sociedad.
-¿Cuáles son las consecuencias de esa pedagogía de la crueldad?
Una de las consecuencias de esa pedagogía de la crueldad es la perdida de la empatía de la gente. El público es enseñado a no tener empatía con la víctima.
A mí me gusta la idea de la pedagogía de la traición, que Hanna Arendt usa en referencia al nazismo y su influencia en el surgimiento del totalitarismo. Me interesa pensar en una pedagogía y de cómo se la enseña a la gente a tener cierto tipo de sensibilidad o de insensibilidad.
Por qué la pedagogía de la crueldad, por qué la gratuidad de la crueldad. Me parece que estamos en una fase del capitalismo al que le interesa tener sujetos no sensibles, sin empatía. Y esta etapa, donde el enriquecimiento y la acumulación se dan por despojo, donde el mercado es global; en esta abolición de lo local, que es la abolición de las relaciones interpersonales, de la propia empatía; es necesario entrenar a los sujetos para esa distancia, para esa crueldad, para la no identificación de la posición del otro y la no relacionalidad. Esa pedagogía de la crueldad es funcional a esta fase del capital.
-¿Por qué esa crueldad y pérdida de empatía está tan relacionada con problemas de género?
La pedagogía de la crueldad se da en el cuerpo de la mujer y de los niños por excelencia, porque ahí la crueldad se separa de lo instrumental. Si tenés la guerra y el soldado de la corporación armada que se va a enfrentar a su antagonista de otra corporación armada, es una cosa. Ahora, en la violencia, la tortura, el asesinato a aquellos sujetos de la sociedad que no son su antagonista bélico, como las mujeres y los niños, la crueldad se separa de la instrumentalidad. La finalidad no es eliminar a tu antagonista bélico, al soldado; es la crueldad por la crueldad misma.
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