En manos de sus colegas evasores

Como un preocupante signo de esa desconfianza, los 40 ladrones principales del país...perdón, lo voy a decir un poco más elegantemente: los 40 principales Ceos de grandes empresas, se reunieron en cónclave para analizar la tambaleante marcha de la economía.
Las conclusiones fueron bastante lúgubres, según transmitió en su columneta, el cronista preferido del grupo de los 6, el ganga Bonelli. 
Los cuestionamientos al "dream team" económico, llegaron a ser feroces. 
Se diagnostica que hay muchas individualidades inconexas y peleadas entre sí, con poco mando central para tomar decisiones coherentes. 
Temen que con tales monos con navaja, a este estanflacionario año económico, le suceda (en el mejor de los casos) un 2017 de anémico crecimiento que no llegue a generar empleo. 
Un verdadero caldo de cultivo para el recrudecimiento del conflicto social. 


http://polipolitoelpolitologo.blogspot.com.ar/2016/07/mauricio-macri-en-manos-de-sus-colegas.html
22 de julio de 2016
MAURICIO MACRI EN MANOS DE SUS COLEGAS EVASORES

Ni una sola variable macroeconómica se comporta como el “equipo de lujo” del subpresidente Macri, imaginó que lo haría a esta avanzada altura del año.
La inflación sigue altísima, la recesión pega fuerte en casi todos los sectores económicos, la recaudación se derrumba en términos reales, el déficit fiscal se agranda, la inversión productiva no viene en lluvia sino en goteo, el dólar (luego de la salvaje devaluación de diciembre) está otra vez retrasado, los salarios perdieron por goleada en las paritarias de este año, el endeudamiento externo se destina a gastos corrientes y a cancelar intereses y vencimientos de más deuda que crece exponencialmente, las exportaciones no aumentan y se reprimarizan, la industria no encuentra el fondo del pozo, las importaciones suntuarias vuelven a vivir en libre albedrío, los despidos y suspensiones se van sumando, y nuestro principal socio, Brasil, sigue inmerso en una cuasi depresión económica.
Párrafo aparte el arangunazo de tarifas, que quedó en un limbo judicial a la espera de que la corte de los milagros de San Lorenzetti (recientemente untada con la prebenda de volar gratis en primera, por el dadivoso Mauricio) encuentre alguna fórmula leguleya que asegure una inmensa transferencia de riqueza de toda la sociedad a compañías energéticas, algunas propiedad del capitalismo familiar y de amigos del clan M.
Y que a su vez, ese fallo del supremo Falsetti, no se transforme en un fallido que retroalimente la rebelión de los consumidores.
Una tarea para equilibristas.

Ante este desarbolado paisaje, el subpresidente convocó a varios operadores de prensa amigables, tales como el sargento Lanata o ¡Pará, pará! Fantino, a fin de sobreactuar un penoso guión de voluntarista new age, buscando transmitir una imagen de fortaleza y dinamismo, que sólo el segmento más estólido del sufragante macrista, podría creerse en este complejo momento.
Pese a las tan verosímiles encuestas que lee Morales Solá -en las cuales la buena imagen de Maurizzio no cesa de crecer hacia la estratósfera- se ve que hacía falta salir a la desesperada a buscar reportajes complacientes, con el propósito de parar un poco el mal humor social que se está incubando.
-“No me interesa acumular millones, me interesa el amor”, fue uno de los fraseos más idiotas, que se le escucharon al acumulador de millones en paraísos fiscales, en una de esas entrevistas arregladas.
Modalidad panfletaria en la que el gran Giorgio parecía un pequeño Majul, de tan oficialista y aplicado.

Asimismo, Macri anunció el enésimo blanqueo de la historia, con una original advertencia que se suele decir cada vez que se pone en marcha un jubileo a medida de garcas evasores: “este es el último, se acabó la joda”.
El target destinatario de ello, es el mismo ABC1 que votó casi unánimemente en el balotaje, por el heredero de uno de los más poderosos clanes de la patria contratista de los setenta.
Aquel holding que, como otros, consiguiera pasarle la cuenta al estado bobo, de sus auto préstamos de deuda externa fraudulenta, contraídos en la época de Joe de Hoz para especular en la bicicleta financiera.
Volviendo a nuestros días, dependerá del volumen de exteriorizaciones de fondos (no se requiere repatriar esos capitales, sino tan sólo declararlos) la jugosa recaudación que se ansía obtener, para engrosar las casi inexistentes reservas de libre disponibilidad, y atenuar un poco el horripilante año económico en curso.
Un periodista económico corporativo estimó la recaudación en 5 mil millones de dólares por un exitoso blanqueo de cien mil millones de verdolagas.
Agregó en el colmo de la euforia optimista que, “con eso, Macri salva su plan económico”.
Otros más hiperbólicos fantasean con que el blanqueo "será un verdadero plan Marshall para desarrollar al país". Y alguno hasta lo califica de "plebiscitario".
Tan enormes expectativas pueden llegar a verse defraudadas si los volúmenes declarados resultan sensiblemente menores a esos cien mil palos verdes proyectados.
Más grave aún, si la clase alta y media alta argenta, no se anima a blanquear una parte importante del botín (que delictivamente arrojara sobre los muros de las fronteras, hacia conventuales guaridas off shore) quedará en evidencia que ya no le tiene fe a su presidente amarillento.

Como un preocupante signo de esa desconfianza, los 40 ladrones principales del país...perdón, lo voy a decir un poco más elegantemente: los 40 principales Ceos de grandes empresas, se reunieron en cónclave para analizar la tambaleante marcha de la economía.
Las conclusiones fueron bastante lúgubres, según transmitió en su columneta, el cronista preferido del grupo de los 6, el ganga Bonelli.
Los cuestionamientos al "dream team" económico, llegaron a ser feroces.
Se diagnostica que hay muchas individualidades inconexas y peleadas entre sí, con poco mando central para tomar decisiones coherentes.
Temen que con tales monos con navaja, a este estanflacionario año económico, le suceda (en el mejor de los casos) un 2017 de anémico crecimiento que no llegue a generar empleo.
Un verdadero caldo de cultivo para el recrudecimiento del conflicto social.
De verificarse dichas negatividades, no parece que Prat Grasa pueda mantener por mucho tiempo su poltrona. Y tal vez sí Sturzenegger, al que le tienen más ortodoxa consideración.

En el electoral año que viene, de perogrullo es que el infraestadista Maurizzio se juega buena parte de su futuro político.
Bien se sabe que las caídas pronunciadas del consumo y del empleo son asesinos seriales e infalibles de los oficialismos.
Revertir esas tendencias abísmicas, con números reales de mejorías concretas, es el único antídoto contra una debacle en cuartos oscuros.
Y no, los pintorescos embargos ilegales de Bonadío, las monjas declarantes, el BMW de Milagro Sala (que al final era de un empresario que hizo campaña por el Yeneral Moralito) y demás shows de anticorrupción operada, que podrán distraer un limitado tiempo más al televidente, mientras sigue este penoso desandar económico.
Las grandes audiencias en algún momento podrán pasar del entretenimiento a la saturación o a la indiferencia, ante ese mani pulite trucho, inútil para tapar una mala gestión.
Por su parte, la bronca de los laburantes ajustados y los nuevos desocupados, eclosionará en medidas de fuerza cada vez mayores, "con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes".
Justamente, hasta hoy se ve a los capangas sindicales muy moderados o directamente muy chupamedias amarillos, a la espera de la devolución de los fondos de las Obras Sociales.
Eso cambiará, es una cuestión de supervivencia inexorable.

Y con ese tormentoso horizonte por delante, al neoliberal gobierno se le ocurre dejar de garantizar la gratuidad del consumo cultural popular por excelencia.
El "circo de la pelota" para la mirada elitista, que sostiene con hipocresía que, sí el Estado no se ahorra los 4 o 5 pesos por habitante que le cuesta por mes el FPT, ello hará peligrar los stocks de gasa en los hospitales o de tizas en las escuelas.
Montado en tales dislates y sofismas, Macri lo hizo. Defecose en otra de sus promesas electorales, tal vez más por razones contantes y sonantes que por sesgo ideológico.
Y en breve, el fútbol para todos será sólo para los que puedan pagarlo a Ted Turner y a Tito Mañeto.

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