El “círculo rojo” le advierte a Macri
“Todos estamos monitoreando cuándo llega el segundo semestre; si no viene claramente se licuará el poder político y la mirada se reenfocará en las próximas elecciones.”
https://abelfer.wordpress.com/2016/07/18/el-circulo-rojo-le-advierte-a-macri/
Esta nota salió este domingo en La Nación -el día que más se lee este diario- y hoy sigue en la portada de su edición online. Y las fotos que pone -las mismas que copio arriba- no son, obvio, de los entrevistados “off the record”. Cualquiera diría que este diario le está enviando un mensaje al Mauricio.
Recomiendo que todos lo leamos. Parece que los grandes empresarios son menos benévolos que algunos politólogos. Agrego una breve observación mía al final.
La frase surge de uno de los empresarios más influyentes de la Argentina y es reflejo de cómo piensan sus pares. “Todos estamos monitoreando cuándo llega el segundo semestre; si no viene claramente se licuará el poder político y la mirada se reenfocará en las próximas elecciones.”
Así de crudo y pragmático es el hombre, que exige abandonar los celulares antes de tener un mano a mano. Su anticipo es aún más certero: “La paciencia local está directamente atada al bolsillo de la clase media y son las expectativas las que hoy están manejando las variables. Pero si la inflación no mejora, la paciencia se reduce”.
.
Su frase sirve como disparador para consultar a un grupo de 20 CEO top sobre cuáles son los verdaderos desvelos que tiene hoy el círculo rojo. Paradójicamente, la condición que ponen para dar su veredicto es el off the record. Reflejo idéntico de lo que ocurría durante la última década, cuando en voz alta se bendecía al gobierno y por lo bajo se pronunciaban las más agudas críticas.
“Hoy, claramente no somos el enemigo y eso deberíamos agradecerlo. Sin embargo, a muchos de mis colegas les falta madurez y buscan aprovechar el momento. Somos peores que quienes criticamos”, se sincera el presidente de una entidad gremial empresaria clave.
Las preocupaciones giran por los rubros más diversos. Desde la producción hasta la gobernabilidad. A continuación las conclusiones.
Fábricas en baja, costos en alza. La producción de acero retrocedió en junio un 16,2% empujada por múltiples factores: sobreoferta a nivel global, caída del precio del petróleo, retracción de las ventas en Brasil y menor demanda local. Las siderúrgicas produjeron unas 372.400 toneladas de acero crudo, es decir, un 1,8% menos que en mayo y un 16,2% de repliegue versus las 444.600 toneladas registradas en el mismo mes de 2015, según los datos de la Cámara Argentina del Acero. La producción fabril en general viene mostrando también contracciones interanuales con repliegues del 5,4% y una caída mensual del 2% en abril con respecto a marzo, según la Unión Industrial Argentina (UIA). La recesión brasileña, el freno local y el bajo dinamismo mundial, son los tres ejes más importantes que cruzan a todas las industrias.
.
Poder adquisitivo en repliegue. La capacidad de compra de las familias se redujo un 11,5% en junio en comparación con igual mes del año anterior, y muestra un ritmo de deterioro superior al observado en el primer trimestre del año (-4.6%), según las estimaciones de la consultora FyE. La situación se refleja también en el segmento más alto. De hecho, la inflación en la canasta del profesional ejecutivo (CPE) fue de 2,9% en junio y acumula un 41% en los últimos doce meses, según la Ucema. De esta manera, se volvió a quebrar un máximo histórico desde que comenzó su medición en 2008.
Empleo que se complica. El freno de la actividad económica en Brasil impacta de lleno en sectores para los que el país vecino representa el 85% de sus exportaciones. Las automotrices tendrán un récord de suspensiones. De hecho, no trabajarán unos 4000 operarios este mes, incluyendo los 1600 de Renault, que frena sus actividades por una “parada técnica” para terminar de poner a punto las instalaciones para los nuevos modelos, tal como anticipó la nacion. El primer semestre cerró con una baja del 14% en la producción de autos en el país y el segmento lleva diez meses con caídas interanuales consecutivas.
La inflación que no cede. El mejor termómetro suelen ser los análisis de Consensus, que reflejan en una sola imagen los veredictos de bancos y economistas. Las proyecciones de inflación para este año promedian el 38,4%; la caída del Producto Bruto Interno concluirá en un 1%, y el dólar tocará la frontera de los $ 16 a fines de año, según estima la consultora. Las perspectivas, en tanto, son estables y el segundo semestre llegará recién en el electoral año 2017, en el que los precios aumentarán -según la misma fuente- un 19,2%.
Ahorro energético a destiempo. La idea de convertir la conciencia “consumidora” en un plan de ahorro no convence a los empresarios. “Los errores fueron muy evidentes y es necesario que alguien se haga cargo”, dispara desde el off the record un poco valiente CEO de una multinacional. El Gobierno dispuso un tope de 400% para los clientes residenciales de todo el país y un límite de 500% al incremento en la factura final que recibirán los comercios, las pymes, los hoteles de turismo y los clubes de barrio (aunque la aplicación de la suba quedó ahora suspendida por un fallo de la Cámara Federal de La Plata). “Pero lo más grave es que el límite lo tuvo que poner la Justicia y recién después actuaron quienes nos gobiernan”, se enojó la misma fuente. El cambio de estrategia tendrá un fuerte costo fiscal: para el gas de unos $ 2250 millones y para la luz $ 500 millones.
Conflictividad en ciernes. La mayoría de los empresarios sigue de cerca cómo se reacomodan las fichas para después del 22 de agosto, fecha en la que se produciría la reunificación de la CGT. “Hoy vivimos una crisis muy complicada, compañeros. Vivimos una crisis muy profunda, con un gobierno recién elegido con muchas idas y venidas”, manifestó Hugo Moyano. El triunvirato que viene es otro de los desvelos. De hecho, varios CEO clave empiezan a mover sus contactos para reunirse con el moyanista Juan Carlos Schmid, titular del sindicato de Dragado y Balizamiento, antes de que se produzca el cambio de tarjeta. La amenaza de salir a la calle quedó latente.
La evolución de la especie. “Hay otro tema que seguimos de cerca y es el comportamiento entre pares. De nada sirve que nos den tanta libertad si algunos se abusan y aumentan sus precios aprovechando el dale que va. Creo que deberíamos haber aprendido la lección de la historia argentina”, cierra enojado un banquero local”.
Mi opinión: la economía argentina está en una recesión -deliberada, para modificar la relación de precios entre los distintos bienes, y, sobre todo, con los sueldos. Pero no es cierto que todos los empresarios, especialmente los grandes, se perjudican. Concuerdo con el resumen que hace El Cronista (anti K, anti peronista como La Nación, pero más riguroso técnicamente): “El año cierra con recesión, inflación acumulada muy por encima del 25%, caída del poder de compra del salario y atraso cambiario. Sin embargo, este panorama macro impactará de forma diferente en cada sector de la economía. Se espera que los ganadores del segundo semestre sean: el agro, la maquinaria agrícola, la construcción (obra pública y privada), el rubro inmobiliario, el transporte y el sector financiero. En el otro extremo, se prevé que los mayores perdedores sean los productores de bienes durables (autos y electrodomésticos) y de consumo”. Además de los trabajadores, las pymes y los excluidos del sistema, claro.
Creo que para entender estas señales (por ahora no son más que eso) de “cambio de clima” en los grandes empresarios (entre los que se incluyen los propietarios de medios masivos de comunicación) es necesario tener claro que en la realidad -no en el “relato”- los gobiernos no se miden por quiénes quieren beneficiar sino por su capacidad de hacerlo.
Las intenciones cuentan, por supuesto. Pero, si un gobernante ama sinceramente a los pobres, y maneja mal la economía… los pobres y los no tan pobres que no vean mejoras en su situación le votarán en contra.
A la inversa, no se debe dudar que Mauricio quiere que Argentina sea un país moderno, con una economía abierta, donde los empresarios exitosos puedan vivir tan bien como en la Florida. Y es una idea que le gusta a un sector de los argentinos, eh. Especialmente a los empresarios exitosos.
Hoy, los grandes empresarios y rentistas del agro, los de la “pampa húmeda”, están contentos. Piden más, por supuesto, pero eso es un reflejo condicionado. El problema es que han demostrado ser también los que tienen menos conciencia del resto de la sociedad. Los que tienen intereses más diversificados entre ellos, y los de otros sectores de la actividad, perciben que el gobierno de Macri no está haciendo “sustentable” ese proyecto. No está manejando bien la economía y la política, que no son realidades separadas.
https://abelfer.wordpress.com/2016/07/18/el-circulo-rojo-le-advierte-a-macri/
Esta nota salió este domingo en La Nación -el día que más se lee este diario- y hoy sigue en la portada de su edición online. Y las fotos que pone -las mismas que copio arriba- no son, obvio, de los entrevistados “off the record”. Cualquiera diría que este diario le está enviando un mensaje al Mauricio.
Recomiendo que todos lo leamos. Parece que los grandes empresarios son menos benévolos que algunos politólogos. Agrego una breve observación mía al final.
La frase surge de uno de los empresarios más influyentes de la Argentina y es reflejo de cómo piensan sus pares. “Todos estamos monitoreando cuándo llega el segundo semestre; si no viene claramente se licuará el poder político y la mirada se reenfocará en las próximas elecciones.”
Así de crudo y pragmático es el hombre, que exige abandonar los celulares antes de tener un mano a mano. Su anticipo es aún más certero: “La paciencia local está directamente atada al bolsillo de la clase media y son las expectativas las que hoy están manejando las variables. Pero si la inflación no mejora, la paciencia se reduce”.
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Su frase sirve como disparador para consultar a un grupo de 20 CEO top sobre cuáles son los verdaderos desvelos que tiene hoy el círculo rojo. Paradójicamente, la condición que ponen para dar su veredicto es el off the record. Reflejo idéntico de lo que ocurría durante la última década, cuando en voz alta se bendecía al gobierno y por lo bajo se pronunciaban las más agudas críticas.
“Hoy, claramente no somos el enemigo y eso deberíamos agradecerlo. Sin embargo, a muchos de mis colegas les falta madurez y buscan aprovechar el momento. Somos peores que quienes criticamos”, se sincera el presidente de una entidad gremial empresaria clave.
Las preocupaciones giran por los rubros más diversos. Desde la producción hasta la gobernabilidad. A continuación las conclusiones.
Fábricas en baja, costos en alza. La producción de acero retrocedió en junio un 16,2% empujada por múltiples factores: sobreoferta a nivel global, caída del precio del petróleo, retracción de las ventas en Brasil y menor demanda local. Las siderúrgicas produjeron unas 372.400 toneladas de acero crudo, es decir, un 1,8% menos que en mayo y un 16,2% de repliegue versus las 444.600 toneladas registradas en el mismo mes de 2015, según los datos de la Cámara Argentina del Acero. La producción fabril en general viene mostrando también contracciones interanuales con repliegues del 5,4% y una caída mensual del 2% en abril con respecto a marzo, según la Unión Industrial Argentina (UIA). La recesión brasileña, el freno local y el bajo dinamismo mundial, son los tres ejes más importantes que cruzan a todas las industrias.
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Poder adquisitivo en repliegue. La capacidad de compra de las familias se redujo un 11,5% en junio en comparación con igual mes del año anterior, y muestra un ritmo de deterioro superior al observado en el primer trimestre del año (-4.6%), según las estimaciones de la consultora FyE. La situación se refleja también en el segmento más alto. De hecho, la inflación en la canasta del profesional ejecutivo (CPE) fue de 2,9% en junio y acumula un 41% en los últimos doce meses, según la Ucema. De esta manera, se volvió a quebrar un máximo histórico desde que comenzó su medición en 2008.
Empleo que se complica. El freno de la actividad económica en Brasil impacta de lleno en sectores para los que el país vecino representa el 85% de sus exportaciones. Las automotrices tendrán un récord de suspensiones. De hecho, no trabajarán unos 4000 operarios este mes, incluyendo los 1600 de Renault, que frena sus actividades por una “parada técnica” para terminar de poner a punto las instalaciones para los nuevos modelos, tal como anticipó la nacion. El primer semestre cerró con una baja del 14% en la producción de autos en el país y el segmento lleva diez meses con caídas interanuales consecutivas.
La inflación que no cede. El mejor termómetro suelen ser los análisis de Consensus, que reflejan en una sola imagen los veredictos de bancos y economistas. Las proyecciones de inflación para este año promedian el 38,4%; la caída del Producto Bruto Interno concluirá en un 1%, y el dólar tocará la frontera de los $ 16 a fines de año, según estima la consultora. Las perspectivas, en tanto, son estables y el segundo semestre llegará recién en el electoral año 2017, en el que los precios aumentarán -según la misma fuente- un 19,2%.
Ahorro energético a destiempo. La idea de convertir la conciencia “consumidora” en un plan de ahorro no convence a los empresarios. “Los errores fueron muy evidentes y es necesario que alguien se haga cargo”, dispara desde el off the record un poco valiente CEO de una multinacional. El Gobierno dispuso un tope de 400% para los clientes residenciales de todo el país y un límite de 500% al incremento en la factura final que recibirán los comercios, las pymes, los hoteles de turismo y los clubes de barrio (aunque la aplicación de la suba quedó ahora suspendida por un fallo de la Cámara Federal de La Plata). “Pero lo más grave es que el límite lo tuvo que poner la Justicia y recién después actuaron quienes nos gobiernan”, se enojó la misma fuente. El cambio de estrategia tendrá un fuerte costo fiscal: para el gas de unos $ 2250 millones y para la luz $ 500 millones.
Conflictividad en ciernes. La mayoría de los empresarios sigue de cerca cómo se reacomodan las fichas para después del 22 de agosto, fecha en la que se produciría la reunificación de la CGT. “Hoy vivimos una crisis muy complicada, compañeros. Vivimos una crisis muy profunda, con un gobierno recién elegido con muchas idas y venidas”, manifestó Hugo Moyano. El triunvirato que viene es otro de los desvelos. De hecho, varios CEO clave empiezan a mover sus contactos para reunirse con el moyanista Juan Carlos Schmid, titular del sindicato de Dragado y Balizamiento, antes de que se produzca el cambio de tarjeta. La amenaza de salir a la calle quedó latente.
La evolución de la especie. “Hay otro tema que seguimos de cerca y es el comportamiento entre pares. De nada sirve que nos den tanta libertad si algunos se abusan y aumentan sus precios aprovechando el dale que va. Creo que deberíamos haber aprendido la lección de la historia argentina”, cierra enojado un banquero local”.
Mi opinión: la economía argentina está en una recesión -deliberada, para modificar la relación de precios entre los distintos bienes, y, sobre todo, con los sueldos. Pero no es cierto que todos los empresarios, especialmente los grandes, se perjudican. Concuerdo con el resumen que hace El Cronista (anti K, anti peronista como La Nación, pero más riguroso técnicamente): “El año cierra con recesión, inflación acumulada muy por encima del 25%, caída del poder de compra del salario y atraso cambiario. Sin embargo, este panorama macro impactará de forma diferente en cada sector de la economía. Se espera que los ganadores del segundo semestre sean: el agro, la maquinaria agrícola, la construcción (obra pública y privada), el rubro inmobiliario, el transporte y el sector financiero. En el otro extremo, se prevé que los mayores perdedores sean los productores de bienes durables (autos y electrodomésticos) y de consumo”. Además de los trabajadores, las pymes y los excluidos del sistema, claro.
Creo que para entender estas señales (por ahora no son más que eso) de “cambio de clima” en los grandes empresarios (entre los que se incluyen los propietarios de medios masivos de comunicación) es necesario tener claro que en la realidad -no en el “relato”- los gobiernos no se miden por quiénes quieren beneficiar sino por su capacidad de hacerlo.
Las intenciones cuentan, por supuesto. Pero, si un gobernante ama sinceramente a los pobres, y maneja mal la economía… los pobres y los no tan pobres que no vean mejoras en su situación le votarán en contra.
A la inversa, no se debe dudar que Mauricio quiere que Argentina sea un país moderno, con una economía abierta, donde los empresarios exitosos puedan vivir tan bien como en la Florida. Y es una idea que le gusta a un sector de los argentinos, eh. Especialmente a los empresarios exitosos.
Hoy, los grandes empresarios y rentistas del agro, los de la “pampa húmeda”, están contentos. Piden más, por supuesto, pero eso es un reflejo condicionado. El problema es que han demostrado ser también los que tienen menos conciencia del resto de la sociedad. Los que tienen intereses más diversificados entre ellos, y los de otros sectores de la actividad, perciben que el gobierno de Macri no está haciendo “sustentable” ese proyecto. No está manejando bien la economía y la política, que no son realidades separadas.