Neovidelistas x Mabaires (blog)
"El silencio atronador de los dirigentes políticos y sindicales presagian peores tiempos."
En los 50 días de gobierno de Mauricio Macri, ya se produjeron 27.000 despidos en la administración pública, nacional, provincial y algunas municipalidades.
En los 50 días de gobierno de Mauricio Macri, ya se produjeron 27.000 despidos en la administración pública, nacional, provincial y algunas municipalidades.
27.000 familias que se encuentran sin sustento, de la noche a la mañana, por una decisión política.
A estas, hay que agregarle las 30.000 familias de los trabajadores de las contratistas que hacían obras públicas , y que , por otra decisión política, hoy están paralizadas; por lo tanto, los 30.000 trabajadores quedaron sin trabajo pero aún no saben si lo volverán a tener o no.
Y así, 57.000 familias argentinas, se encuentran hoy en una crisis impensada.
La humillación extra, que viven los empleados estatales, es que desde los programejos pseudopolíticos de algunos canales, se los tilda de "ñoquis." Es decir, se los acusa de haber estado cobrando un sueldo sin ir a trabajar.
Lo insólito, es que se les notifica que están despedidos, cuando llegan a sus trabajos. Sin telegrama, sin preaviso. En la puerta y con un guardia de seguridad que no les permite ingresar.
Como si fueran delincuentes. Como si fueran indeseables.
Se los reduce a escoria, a basura que hay que eliminar.
Lo dijo el Ministro de Hacienda: hay que eliminar la grasa de la militancia.
http://mabaires.blogspot.com.ar/2016/02/neovidelistas.html
Y en ese punto, el relato macrista tampoco cierra: muchos de los despedidos, habían votado a Macri e hicieron efusiva campaña por él; como el señor que brindó en la Casa Rosada con Mauricio Macri y su esposa en Navidad, al que llamó Mc Gyver, porque era el encargado de mantenimiento desde hacía 43 años.
Le tomó la foto, usó la foto. Y un día, no lo dejaron entrar a su trabajo. Sin explicaciones.
Las historias se repiten, en todos los organismos del Estado. Un día llegás, y estás en una lista negra, que te dice que no estás más. Desaparecés.
A la muerte civil que es para una persona quedarse sin empleo,ya que se pierde la Obra Social, y se dejan de hacer aportes jubilatorios, se suma el "algo habrán hecho" instalado por los medios de comunicación en las mentes débiles que repiten zócalos como vomitándolos: "eran ñoquis", "está bien rajar a todo el ñoquerío". Y el poder amplificador de las 350 señales del Grupo Clarín, arrasa cualquier argumento. Indefectiblemente, el tragazócalos terminará diciendo "eran ñoquis, todos militantes de La Cámpora".
El médico que atendía en los camiones del Ministerio de Salud que recorría todo el país; la enfermera del hospital de Francisco Solano; el cooperativista de La Plata; la asistente social del Ministerio de Justicia; el ingeniero espacial de ARSAT; la recepcionista del Centro Cultural Néstor Kirchner; el portero de la Universidad del Comahue; la periodista que trabajaba en Radio Nacional; el sobrestante de Vialidad Nacional; el cajero del Banco Provincia; el jefe de Mantenimiento de la Casa Rosada; el personal administrativo de Aerolíneas Argentinas; el barrendero de Quilmes; el empleado administrativo de la municipalidad de Lanús...
Todos ellos no son un pedazo de masa informe hervido. Son personas.
Personas que contaban con un sueldo y ya no lo tendrán.
Personas a las que les violaron sus derechos humanos, al ser estigmatizados y discriminados por sus empleadores y por los medios de comunicación.
Pero a su vez, el drama social se multiplicará exponencialmente. Porque a estos individuos, deberán ayudarlos en su subsistencia sus familiares. Y a la vez, dejarán de comprar cosas en los comercios; que , al bajar sus ventas por falta de clientes y por los aumentos desmesurados de precios que establecieron los "dueños " de la Argentina, también despedirán a sus empleados.
Los medios de comunicación masivos, están cavando la fosa de la Argentina. Ya lo hicieron antes, y siempre salieron indemnes.
A la "Grieta" que proclamaban los medios, y que siguen profundizando desde sus editoriales rabiosos y abyectos; a la ignominia de la cobardía de dejar sin trabajo y ni siquiera dar la cara o firmar el telegrama de despido; se le suma la crapulencia de los poderosos, esos que nunca pasaron hambre ni por 5 minutos.
El viernes pasado, fueron despedidos de sus trabajos varios empleados del Ministerio de Cultura a cargo del reinvindicador de la Revolución Fusiladora, Pablo Avelluto. El fotógrafo Carlos Brigo registró varias imágenes desoladoras.
Mientras los recién desempleados exigían una explicación en la calurosa tarde porteña; desde la ventana de un quinto piso de edificio cercano, les arrojaron huevos y cubos de hielo.
Los personajes que hasta ahora se pudieron identificar, son Fernando Sansuste , padre e hijo. Con sendas camisas color rosa bebé, con los mismos negocios espurios.
Son los directivos de la empresa molinera Morixe, que entró en convocatoria de acreedores; pero también los recientes compradores del dique 1 de Puerto Madero por la friolera de 47 millones de dólares.
También están vinculados a la Estancia Don Julio y a la Cerealera Tres Arroyos.
Fernando Sansuste padre, era socio de Jorge Brito en Banco Macro hasta hace unos meses. Es decir, que podría aportar muy buenos detalles sobre The Old Fund, la estafa del Banco de Formosa y la ruta del dinero de la ex Ciccone.
Pero el juez comecanapés Ariel Lijo, sigue recostado cual emperador romano sobre ese expediente y sólo lo airea un poco a pedido de Clarín, para agitar las aguas contra el ex vicepresidente Amado Boudou.
Como vemos, son ganadores natos. Siempre tienen todo arreglado para que les vaya bien. Jueces comprados, y cantidades incontables de dinero que nunca se sabe bien de dónde proviene.
Esa impunidad, es la que les permite, desde un quinto piso, apedrear con cubos de hielo a quienes perdieron sus trabajos en una tarde de enero.
El abogado Sansuste hijo, dijo en su cuenta de Twitter que él no había sido quien arrojó los proyectiles. Sin embargo, al ser consultado sobre cuál de las otras 4 personas que lo acompañaban los había arrojado, optó por un silencio cómplice.
Su asquerosa impunidad, su actitud, su pose, su silencio. Todo es deleznable en ellos. Y no se esfuerzan ni un poquito en disimular su prepotencia.
En la misma semana, habíamos escuchado al Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, en una entrevista radial; decir que los desaparecidos no habían sido 30.000, y que ese número se había arreglado a puertas cerradas para cobrar indemnizaciones.
Este impresentable le falta el respeto a todos los argentinos, no sólo a los familiares de las víctimas. Y como él, no haría nada si no es por intercambio de dinero, nos quiere hacer creer que las organizaciones de DDHH; que los familiares, las víctimas, madres, abuelas y los nietos recuperados, los abogados, los jueces, los fiscales, Amnesty International y la Corte Interamericana de DDHH, y otros organismos internacionales, habrían inventado todo para cobrar un dinero.
Darío Lopérfido, un señor que no terminó la escuela secundaria, que siempre vivió del Estado ya sea municipal o Nacional; se casó con Esmeralda Mitre, la hija del histórico dueño del Diario La Nación.
El señor Bartolomé Mitre, es tan responsable como Héctor Magneto de las torturas infligidas a Lidia Papaleo para que les vendiera Papel Prensa. Así lo detalló en su lecho de muerte , ante escribano público, otro de los responsables, Peralta Ramos.
Darío Lopérfido intentó instalar nuevamente la agenda de la negación del terrorismo de Estado, algo que el diario La Nación viene haciendo desde sus páginas sistemáticamente.
El repudio generalizado no fue lo suficientemente escuchado, porque los medios no fueron tan insistentes como cuando repitieron sus declaraciones.
http://www.infonews.com/nota/278055/el-audio-de-loperfido-donde-niega-los-30
A la negación de los diferentes derechos humanos vulnerados en apenas 50 días de gobierno, tales como el derecho al trabajo; a no ser discriminado; a tener información veraz; a tener acceso a la justicia; y a protestar entre otros; se suma el hostigamiento policial a la ciudadanía.
El personal de las fuerzas de seguridad, al igual que en 1976, recibieron orden de no llevar la placa identificatoria.
A los móviles de dichas fuerzas, se les retiró la chapa patente.
Y en cualquier estación de tren, de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano, pueden verse escenas como esta:
https://www.youtube.com/watch?v=L34oEEJo8DQ&feature=youtu.be
Sin embargo, lo más grave, es el terrorismo de Estado que intentan instalar desde el Ministerio de Seguridad .
El día viernes en Bonorino y Riestra, en la Ciudad de Buenos Aires, en las inmediaciones de la Villa 1-11-14, un grupo de padres, miraba bailar a sus hijos de entre 2 y 12 años que estaban practicando con la Murga para los Carnavales que auspicia el Gobierno de la Ciudad desde hace varios años en todos los barrios.
Unos 80 niños, participaban del ensayo general.
De pronto, en medio de la noche, móviles de la Policía Federal y la Gendarmería, irrumpieron en la calle. El director de la murga Gustavo "Marola" González, se acercó a los móviles para pedirle que le dieran unos minutos para desalojar la calle, ya que eran demasiados chiquitos, y estaban allí sus padres y hermanos.
Prefiero que lean lo que él mismo escribió en Facebook:
"... Pasadas las nueve de la noche, estábamos con los pibes y las pibas de la murga ensayando sobre la calle Bonorino, en la Villa 1-11-14 del Bajo Flores, cuando vimos que venía hacia nosotros un patrullero de Gendarmería, por la calle Charrúa. Al llegar hasta donde estábamos, les pedimos por favor que esperara un ratito y, luego, si podía salir hacia atrás, porque no se podía pasar por ahí, ya que había muchos chicos y chicas bailando. Pero no alcanzó con decirles por favor… Avanzaron, sin importarles que hubiera menores. Y así fue como lastimaron a los dos primeros nenes, rozándolos con el coche, mientras pasaban de prepo por el medio.
Al ver esta reacción de los oficiales, les dije a los chicos de la murga que rápidamente le abrieran paso al patrullero y al camión que lo seguía, pero en cuanto terminaron de pasar, apareció un gendarme desde atrás del camión, conocido en el barrio como “El Polaco”, para increparnos directamente: “¿Acá son todos guapos?”... A eso, yo mismo le respondí otra vez que había muchas criaturas, que no hiciera nada, pero no terminé de decirlo, cuando ya me había empujado. Y sin esperar que cayera al piso, empezó a tirar con su escopeta, tal como pueden ver en la foto, donde me levantan la remera.
Desesperado, mi hijo Jonathan se puso adelante mío. Y le dieron en la pierna, apenas arriba del tobillo, arrancándole la carne con una bala de plomo, sí, una bala de plomo que seguro era para mí. Ahora, ahí tiene un pozo y le pueden ver el hueso. A mí, me llenaron de balas de goma por todos lados, porque me tiraron sin asco. Por eso, en cuanto pude, me levanté y salí a correr para cubrirme, pero entonces ya no había un solo gendarme, sino muchos, que comenzaron a reprimir sin piedad. Así, tal cual, tirándoles a todos como si estuvieran locos, sin importarles que hubiera chicos por doquier. Fue un desastre, un desastre total. Tiraron a mansalva.
Ahora mismo, tenemos a dos personas internadas en el Hospital Piñero: un nene gravemente herido por una bala de goma en la cabeza, y una señora que recibió otro balazo de plomo. Pero además, hubo un nene de 6 años, sí, de 6, que recibió un balazo de goma en la cabeza y se salvó de perder el ojo sólo porque tuvo un Dios aparte. No había un chico, había decenas de chicos bailando, alrededor de 80 pibes y pibas, desde los dos años en adelante. Y más chiquitos también, porque hay madres que vienen con sus bebés.
Lógicamente, muchos quedaron muy afectados psicológicamente y, de seguro, pasará mucho tiempo para que vuelvan a salir, porque están aterrados. Imagínense el horror que fue todo esto… Ven a la Policía y se asustan, pero encima una vez más los medios nos vuelven a discriminar, porque ni siquiera frente a semejante salvajada, se hicieron eco de nosotros. Una vez más, quisieron silenciarnos, mintiendo sobre lo que había pasado e inventando falacias, como que nosotros habíamos empezado a tirar piedras, por un allanamiento que hubo a la mañana. Y es más, hasta pasaron una filmación, ¡diciendo que era una guerra narco! Mentira, otra mentira.
Acá no hubo guerra, ni allanamiento, desde ya, pero utilizan impunemente esa versión, para no hablar de la verdadera represión que sufrió nuestra murga, nuestro barrio, nuestra gente. Y como de costumbre, para tapar el impresentable accionar de estas Fuerzas de Seguridad, que se repite cada dos por tres, sin pagar ningún costo, ni rendir ninguna explicación, porque los ampara el silencio. ..."
Las imágenes son elocuentes:
Alguien tuvo la lucidez de filmar el hecho, y aunque no se pueden ver bien las imágenes, se escucha claramente desde dónde vienen los disparos, los gritos aterradores y las corridas.
http://artepolitica.com/videos/bajo-flores-la-federal-y-gendarmeria-reventaron-a-balazos-a-una-murga/
Y como si todo esto no fuera suficiente, esta mañana la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, inició una campaña para proteger a los asesinos que dispararon sobre los niños, y se sacó una foto con una persona herida en un brazo, que aparentemente estaría en el Hospital Churruca, donde son internados los miembros de las fuerzas de seguridad.
http://www.online-911.com/2016/02/la-ministra-bullrich-visito-a-los-gendarmes-baleados-en-la-villa-1-11-14/
En ningún país del mundo, las fuerzas de seguridad se enfrentarían a narcotraficantes armados con armas de guerra, disparándoles balas de goma. Nos están queriendo vender una operación de prensa.
Una característica de este gobierno, parecen ser las balas, por ahora de goma, en la espalda de los argentinos.
En el Facebook de La Garganta Poderosa, cuentan que uno de esos chicos, Carlos Ariel Sulca, que aparece en las fotos con la cabeza vendada, por un balazo de goma en el arco superciliar, a escasos 3 cm de su ojo; le fue a preguntar hoy a un Gendarme, por qué le había disparado, si él tiene apenas 8 años.
"'¿Por qué me tiraron a mí, que tengo 8 años nada más?'. Y ahí nomás, me respondió: 'Tomatela, pendejo de mierda, porque la próxima te reventamos la cabeza'".
Están cebados. Están probando sangre y les gusta.
Los medios de comunicación, como los tambores de guerra de las tribus, incentivan.
Algunos personajes nefastos que ya conocemos muy bien, por su trayectoria violenta que se mimetizaron en la política durante estos años, se frotan las manos, esperando su orgía de sangre y muerte, pero sobre todo, pensando en los negocios que harán comprando armas con un presupuesto ilimitado y cómo engordará su cuenta bancaria con las comisiones.
El silencio atronador de los dirigentes políticos y sindicales presagian peores tiempos.
El neovidelismo se instaló en nuestro país. Los mismos beneficiarios de la dictadura del 76; hoy puso a sus gerentes en los distintos ministerios.
Cambiaron los métodos. Ahora no secuestran y matan porque vieron que a futuro podrían tener algunas complicaciones judiciales, y eso, es un gasto en abogados, que tratan de minimizar; así que prefieren el hambre como gran condicionador social.
Necesitan hacerlo rápido.
La brutal transferencia de riqueza desde los trabajadores hacia los empresarios no podrá continuarse indefinidamente sin represión.
Como siempre, los dirigentes políticos y sindicales se venderán, llenarán sus bolsillos, y el pueblo pasará hambre, pero también, se llevará los palazos y las balas.
Probablemente, Carlitos, con su inocencia y su corta edad, tenga mucho miedo.
Yo, que estas bestialidades, ya las viví varias veces, también.
A estas, hay que agregarle las 30.000 familias de los trabajadores de las contratistas que hacían obras públicas , y que , por otra decisión política, hoy están paralizadas; por lo tanto, los 30.000 trabajadores quedaron sin trabajo pero aún no saben si lo volverán a tener o no.
Y así, 57.000 familias argentinas, se encuentran hoy en una crisis impensada.
La humillación extra, que viven los empleados estatales, es que desde los programejos pseudopolíticos de algunos canales, se los tilda de "ñoquis." Es decir, se los acusa de haber estado cobrando un sueldo sin ir a trabajar.
Lo insólito, es que se les notifica que están despedidos, cuando llegan a sus trabajos. Sin telegrama, sin preaviso. En la puerta y con un guardia de seguridad que no les permite ingresar.
Como si fueran delincuentes. Como si fueran indeseables.
Se los reduce a escoria, a basura que hay que eliminar.
Lo dijo el Ministro de Hacienda: hay que eliminar la grasa de la militancia.
http://mabaires.blogspot.com.ar/2016/02/neovidelistas.html
Y en ese punto, el relato macrista tampoco cierra: muchos de los despedidos, habían votado a Macri e hicieron efusiva campaña por él; como el señor que brindó en la Casa Rosada con Mauricio Macri y su esposa en Navidad, al que llamó Mc Gyver, porque era el encargado de mantenimiento desde hacía 43 años.
Le tomó la foto, usó la foto. Y un día, no lo dejaron entrar a su trabajo. Sin explicaciones.
Las historias se repiten, en todos los organismos del Estado. Un día llegás, y estás en una lista negra, que te dice que no estás más. Desaparecés.
A la muerte civil que es para una persona quedarse sin empleo,ya que se pierde la Obra Social, y se dejan de hacer aportes jubilatorios, se suma el "algo habrán hecho" instalado por los medios de comunicación en las mentes débiles que repiten zócalos como vomitándolos: "eran ñoquis", "está bien rajar a todo el ñoquerío". Y el poder amplificador de las 350 señales del Grupo Clarín, arrasa cualquier argumento. Indefectiblemente, el tragazócalos terminará diciendo "eran ñoquis, todos militantes de La Cámpora".
El médico que atendía en los camiones del Ministerio de Salud que recorría todo el país; la enfermera del hospital de Francisco Solano; el cooperativista de La Plata; la asistente social del Ministerio de Justicia; el ingeniero espacial de ARSAT; la recepcionista del Centro Cultural Néstor Kirchner; el portero de la Universidad del Comahue; la periodista que trabajaba en Radio Nacional; el sobrestante de Vialidad Nacional; el cajero del Banco Provincia; el jefe de Mantenimiento de la Casa Rosada; el personal administrativo de Aerolíneas Argentinas; el barrendero de Quilmes; el empleado administrativo de la municipalidad de Lanús...
Todos ellos no son un pedazo de masa informe hervido. Son personas.
Personas que contaban con un sueldo y ya no lo tendrán.
Personas a las que les violaron sus derechos humanos, al ser estigmatizados y discriminados por sus empleadores y por los medios de comunicación.
Pero a su vez, el drama social se multiplicará exponencialmente. Porque a estos individuos, deberán ayudarlos en su subsistencia sus familiares. Y a la vez, dejarán de comprar cosas en los comercios; que , al bajar sus ventas por falta de clientes y por los aumentos desmesurados de precios que establecieron los "dueños " de la Argentina, también despedirán a sus empleados.
Los medios de comunicación masivos, están cavando la fosa de la Argentina. Ya lo hicieron antes, y siempre salieron indemnes.
A la "Grieta" que proclamaban los medios, y que siguen profundizando desde sus editoriales rabiosos y abyectos; a la ignominia de la cobardía de dejar sin trabajo y ni siquiera dar la cara o firmar el telegrama de despido; se le suma la crapulencia de los poderosos, esos que nunca pasaron hambre ni por 5 minutos.
El viernes pasado, fueron despedidos de sus trabajos varios empleados del Ministerio de Cultura a cargo del reinvindicador de la Revolución Fusiladora, Pablo Avelluto. El fotógrafo Carlos Brigo registró varias imágenes desoladoras.
Mientras los recién desempleados exigían una explicación en la calurosa tarde porteña; desde la ventana de un quinto piso de edificio cercano, les arrojaron huevos y cubos de hielo.
Los personajes que hasta ahora se pudieron identificar, son Fernando Sansuste , padre e hijo. Con sendas camisas color rosa bebé, con los mismos negocios espurios.
Son los directivos de la empresa molinera Morixe, que entró en convocatoria de acreedores; pero también los recientes compradores del dique 1 de Puerto Madero por la friolera de 47 millones de dólares.
También están vinculados a la Estancia Don Julio y a la Cerealera Tres Arroyos.
Fernando Sansuste padre, era socio de Jorge Brito en Banco Macro hasta hace unos meses. Es decir, que podría aportar muy buenos detalles sobre The Old Fund, la estafa del Banco de Formosa y la ruta del dinero de la ex Ciccone.
Pero el juez comecanapés Ariel Lijo, sigue recostado cual emperador romano sobre ese expediente y sólo lo airea un poco a pedido de Clarín, para agitar las aguas contra el ex vicepresidente Amado Boudou.
Como vemos, son ganadores natos. Siempre tienen todo arreglado para que les vaya bien. Jueces comprados, y cantidades incontables de dinero que nunca se sabe bien de dónde proviene.
Esa impunidad, es la que les permite, desde un quinto piso, apedrear con cubos de hielo a quienes perdieron sus trabajos en una tarde de enero.
El abogado Sansuste hijo, dijo en su cuenta de Twitter que él no había sido quien arrojó los proyectiles. Sin embargo, al ser consultado sobre cuál de las otras 4 personas que lo acompañaban los había arrojado, optó por un silencio cómplice.
Su asquerosa impunidad, su actitud, su pose, su silencio. Todo es deleznable en ellos. Y no se esfuerzan ni un poquito en disimular su prepotencia.
En la misma semana, habíamos escuchado al Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, en una entrevista radial; decir que los desaparecidos no habían sido 30.000, y que ese número se había arreglado a puertas cerradas para cobrar indemnizaciones.
Este impresentable le falta el respeto a todos los argentinos, no sólo a los familiares de las víctimas. Y como él, no haría nada si no es por intercambio de dinero, nos quiere hacer creer que las organizaciones de DDHH; que los familiares, las víctimas, madres, abuelas y los nietos recuperados, los abogados, los jueces, los fiscales, Amnesty International y la Corte Interamericana de DDHH, y otros organismos internacionales, habrían inventado todo para cobrar un dinero.
Darío Lopérfido, un señor que no terminó la escuela secundaria, que siempre vivió del Estado ya sea municipal o Nacional; se casó con Esmeralda Mitre, la hija del histórico dueño del Diario La Nación.
El señor Bartolomé Mitre, es tan responsable como Héctor Magneto de las torturas infligidas a Lidia Papaleo para que les vendiera Papel Prensa. Así lo detalló en su lecho de muerte , ante escribano público, otro de los responsables, Peralta Ramos.
Darío Lopérfido intentó instalar nuevamente la agenda de la negación del terrorismo de Estado, algo que el diario La Nación viene haciendo desde sus páginas sistemáticamente.
El repudio generalizado no fue lo suficientemente escuchado, porque los medios no fueron tan insistentes como cuando repitieron sus declaraciones.
http://www.infonews.com/nota/278055/el-audio-de-loperfido-donde-niega-los-30
A la negación de los diferentes derechos humanos vulnerados en apenas 50 días de gobierno, tales como el derecho al trabajo; a no ser discriminado; a tener información veraz; a tener acceso a la justicia; y a protestar entre otros; se suma el hostigamiento policial a la ciudadanía.
El personal de las fuerzas de seguridad, al igual que en 1976, recibieron orden de no llevar la placa identificatoria.
A los móviles de dichas fuerzas, se les retiró la chapa patente.
Y en cualquier estación de tren, de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano, pueden verse escenas como esta:
https://www.youtube.com/watch?v=L34oEEJo8DQ&feature=youtu.be
Sin embargo, lo más grave, es el terrorismo de Estado que intentan instalar desde el Ministerio de Seguridad .
El día viernes en Bonorino y Riestra, en la Ciudad de Buenos Aires, en las inmediaciones de la Villa 1-11-14, un grupo de padres, miraba bailar a sus hijos de entre 2 y 12 años que estaban practicando con la Murga para los Carnavales que auspicia el Gobierno de la Ciudad desde hace varios años en todos los barrios.
Unos 80 niños, participaban del ensayo general.
De pronto, en medio de la noche, móviles de la Policía Federal y la Gendarmería, irrumpieron en la calle. El director de la murga Gustavo "Marola" González, se acercó a los móviles para pedirle que le dieran unos minutos para desalojar la calle, ya que eran demasiados chiquitos, y estaban allí sus padres y hermanos.
Prefiero que lean lo que él mismo escribió en Facebook:
"... Pasadas las nueve de la noche, estábamos con los pibes y las pibas de la murga ensayando sobre la calle Bonorino, en la Villa 1-11-14 del Bajo Flores, cuando vimos que venía hacia nosotros un patrullero de Gendarmería, por la calle Charrúa. Al llegar hasta donde estábamos, les pedimos por favor que esperara un ratito y, luego, si podía salir hacia atrás, porque no se podía pasar por ahí, ya que había muchos chicos y chicas bailando. Pero no alcanzó con decirles por favor… Avanzaron, sin importarles que hubiera menores. Y así fue como lastimaron a los dos primeros nenes, rozándolos con el coche, mientras pasaban de prepo por el medio.
Al ver esta reacción de los oficiales, les dije a los chicos de la murga que rápidamente le abrieran paso al patrullero y al camión que lo seguía, pero en cuanto terminaron de pasar, apareció un gendarme desde atrás del camión, conocido en el barrio como “El Polaco”, para increparnos directamente: “¿Acá son todos guapos?”... A eso, yo mismo le respondí otra vez que había muchas criaturas, que no hiciera nada, pero no terminé de decirlo, cuando ya me había empujado. Y sin esperar que cayera al piso, empezó a tirar con su escopeta, tal como pueden ver en la foto, donde me levantan la remera.
Desesperado, mi hijo Jonathan se puso adelante mío. Y le dieron en la pierna, apenas arriba del tobillo, arrancándole la carne con una bala de plomo, sí, una bala de plomo que seguro era para mí. Ahora, ahí tiene un pozo y le pueden ver el hueso. A mí, me llenaron de balas de goma por todos lados, porque me tiraron sin asco. Por eso, en cuanto pude, me levanté y salí a correr para cubrirme, pero entonces ya no había un solo gendarme, sino muchos, que comenzaron a reprimir sin piedad. Así, tal cual, tirándoles a todos como si estuvieran locos, sin importarles que hubiera chicos por doquier. Fue un desastre, un desastre total. Tiraron a mansalva.
Ahora mismo, tenemos a dos personas internadas en el Hospital Piñero: un nene gravemente herido por una bala de goma en la cabeza, y una señora que recibió otro balazo de plomo. Pero además, hubo un nene de 6 años, sí, de 6, que recibió un balazo de goma en la cabeza y se salvó de perder el ojo sólo porque tuvo un Dios aparte. No había un chico, había decenas de chicos bailando, alrededor de 80 pibes y pibas, desde los dos años en adelante. Y más chiquitos también, porque hay madres que vienen con sus bebés.
Lógicamente, muchos quedaron muy afectados psicológicamente y, de seguro, pasará mucho tiempo para que vuelvan a salir, porque están aterrados. Imagínense el horror que fue todo esto… Ven a la Policía y se asustan, pero encima una vez más los medios nos vuelven a discriminar, porque ni siquiera frente a semejante salvajada, se hicieron eco de nosotros. Una vez más, quisieron silenciarnos, mintiendo sobre lo que había pasado e inventando falacias, como que nosotros habíamos empezado a tirar piedras, por un allanamiento que hubo a la mañana. Y es más, hasta pasaron una filmación, ¡diciendo que era una guerra narco! Mentira, otra mentira.
Acá no hubo guerra, ni allanamiento, desde ya, pero utilizan impunemente esa versión, para no hablar de la verdadera represión que sufrió nuestra murga, nuestro barrio, nuestra gente. Y como de costumbre, para tapar el impresentable accionar de estas Fuerzas de Seguridad, que se repite cada dos por tres, sin pagar ningún costo, ni rendir ninguna explicación, porque los ampara el silencio. ..."
Las imágenes son elocuentes:
Alguien tuvo la lucidez de filmar el hecho, y aunque no se pueden ver bien las imágenes, se escucha claramente desde dónde vienen los disparos, los gritos aterradores y las corridas.
http://artepolitica.com/videos/bajo-flores-la-federal-y-gendarmeria-reventaron-a-balazos-a-una-murga/
Y como si todo esto no fuera suficiente, esta mañana la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, inició una campaña para proteger a los asesinos que dispararon sobre los niños, y se sacó una foto con una persona herida en un brazo, que aparentemente estaría en el Hospital Churruca, donde son internados los miembros de las fuerzas de seguridad.
http://www.online-911.com/2016/02/la-ministra-bullrich-visito-a-los-gendarmes-baleados-en-la-villa-1-11-14/
En ningún país del mundo, las fuerzas de seguridad se enfrentarían a narcotraficantes armados con armas de guerra, disparándoles balas de goma. Nos están queriendo vender una operación de prensa.
Una característica de este gobierno, parecen ser las balas, por ahora de goma, en la espalda de los argentinos.
En el Facebook de La Garganta Poderosa, cuentan que uno de esos chicos, Carlos Ariel Sulca, que aparece en las fotos con la cabeza vendada, por un balazo de goma en el arco superciliar, a escasos 3 cm de su ojo; le fue a preguntar hoy a un Gendarme, por qué le había disparado, si él tiene apenas 8 años.
"'¿Por qué me tiraron a mí, que tengo 8 años nada más?'. Y ahí nomás, me respondió: 'Tomatela, pendejo de mierda, porque la próxima te reventamos la cabeza'".
Están cebados. Están probando sangre y les gusta.
Los medios de comunicación, como los tambores de guerra de las tribus, incentivan.
Algunos personajes nefastos que ya conocemos muy bien, por su trayectoria violenta que se mimetizaron en la política durante estos años, se frotan las manos, esperando su orgía de sangre y muerte, pero sobre todo, pensando en los negocios que harán comprando armas con un presupuesto ilimitado y cómo engordará su cuenta bancaria con las comisiones.
El silencio atronador de los dirigentes políticos y sindicales presagian peores tiempos.
El neovidelismo se instaló en nuestro país. Los mismos beneficiarios de la dictadura del 76; hoy puso a sus gerentes en los distintos ministerios.
Cambiaron los métodos. Ahora no secuestran y matan porque vieron que a futuro podrían tener algunas complicaciones judiciales, y eso, es un gasto en abogados, que tratan de minimizar; así que prefieren el hambre como gran condicionador social.
Necesitan hacerlo rápido.
La brutal transferencia de riqueza desde los trabajadores hacia los empresarios no podrá continuarse indefinidamente sin represión.
Como siempre, los dirigentes políticos y sindicales se venderán, llenarán sus bolsillos, y el pueblo pasará hambre, pero también, se llevará los palazos y las balas.
Probablemente, Carlitos, con su inocencia y su corta edad, tenga mucho miedo.
Yo, que estas bestialidades, ya las viví varias veces, también.