AMIA: Irán no tuvo nada que ver
OPINIÓN: Un científico nuclear argentino explicó las razones por la que la acusación de Nisman a Irán es absurda.
Juan José Salinas03/08/2015AMIA, Atentados, Embajada de IsraelAMIA, AMIA. Alberto Nisman, Embajada de Israel, Energía nuclear, Irán
Es sabido: Discrepo con el autor en que sé positivamente que los atentados se gestionaron desde el entorno de Menem por gentes de ascendencia árabe y fueron ejecutados por mercenarios locales. Aun así, recomiendo atender atentamente (valga la redundancia) a sus razonamientos. JS
POR JOSÉ PETROSINO
Prueba concluyente de que Irán no tuvo nada que ver con la voladura de la AMIA la ofreció ayer Clarín en un artículo de su buena corresponsal en Francia, María Laura Avignolo: “Darío Jinchuk: ‘Argentina colaboró con Irán en el desarrollo de su plan nuclear'”.
El científico nuclear argentino entrevistado repite lo que ya se ya se conocía pero que el suicida Nisman había ocultado para fabricar un motivo para acusar a todo el gobierno de Irán de la época a fines de 2006, en base a la información falsa de la CIA y el Mossad que le había preoarai su alter ego “Jaime” Stiuso.
Jinchuk recuerda que la cooperación argentina con el plan nuclear iraní se inició en los ’70, cuando allá gobernaba el Sha y había seguido viento en popa luego de la suspensión en diciembre de 1991 (tres meses antes del autobombazo a la Embajada) del envío de un pequeño reactor experimental, parte de un contrato de asistencia nuclear de épocas del Alfonso. Suspensión que fue hecha ¡en el puerto de Campana!, cuando ya el barco que lo transportaba salía para Irán, lo que indica claramente que fue un manijazo de último momento de los yanquis ante quienes Menem se doblegó.
Esa cooperación continuó luego de la voladura de la Embajada y a pesar de las instantáneas falsas acusaciones a Irán ya que en 1993 Argentina le entregó a Irán, con el visto bueno de la AIEA, una partida de U-235 al 20 % para su reactor de isótopos medicinales, lo que era parte del contrato firmado en los ’80. Cuando esa partida se acabó, en 2009, los persas se vieron obligados a autoabastecerse, lo que hicieron potenciando sus plantas para enriquecer el uranio, ya que por entonce nadie quiso vendérselo.
Para Jinchuk es casi imposible de que las diversas alternativas de la cooperación nuclear con Irán de los ’90, hayan sido un motivo para que se nos bombardeara la capital en 1992 y se lo repitiera más alevosamente en 1994. Yfundamenta puntualmente por qué.
También Jinchuk demuele sin proponérselo la historieta que difundió la revista brasilera Veja, como versión de desertores anti-chavistas, de que “en 2007 Chávez habría intercedido ante el finado Kirchner para que la argentina proveyera a Irán tecnología nuclear”: aclaró que Irán está ahora más adelantado que Argentina en la materia, y esa transferencia sólo se podría dar a la inversa, de ellos hacia nosotros.
Patricia Bullrich (que junto a la también diputada y agente yanqui Laura Alonso llevaron al suicidio a Nisman al obligarlo a tener que presentar su esperpento jurídico en el Congreso donde los diputados kirchneristas lo hubieran despedazado) ha tratado de usar las escaramuzas entre Argentina e Irán, para esmerilar al gobierno, y Clarín le hizo la claque (ver: “PIden investigar a un iraní que habló de una compra de uranio”).
Lo que no dice Jinchuk -porque Avignolo no se lo preguntó- es que aquella cooperación era suficiente motivo para que Israel y USA nos metieran esos bombazos y se los achacaran instantáneamente a su enemigo Irán, para lograr que Menem la suspendiera. Y que a pesar de eso no sólo no se interrumpió luego de lo de la Embajada, sino que se incrementó. Hasta la voladura de la AMIA, donde ahí si, “casualmente” se interrumpió.
Esto también lo explicó en detalle Douglas Farah, un analista yanqui en política internacional y latinoamericana y consipuo miembro de think-tanks neoconservadores (y por lo tanto insospechado de ser proiraní) en un texto virulentamente antikirchnerista.
Ojalá los fiscales de la nueva UFI-AMIA tengan en cuenta esta información, y empiecen por descartar a Irán como posible perpetrador del bombazo AMIA, porque si se sigue manteniendo esa falsa acusación, el juicio por encubrimiento que se inicia esta semana sera al cuete, porque lo esencial del encubrimiento AMIA es, justamente esa, falsa acusación.
AMIA: Hasta Clarín deja entrever que Irán no tuvo nada que ver
Juan José Salinas03/08/2015AMIA, Atentados, Embajada de IsraelAMIA, AMIA. Alberto Nisman, Embajada de Israel, Energía nuclear, Irán
Es sabido: Discrepo con el autor en que sé positivamente que los atentados se gestionaron desde el entorno de Menem por gentes de ascendencia árabe y fueron ejecutados por mercenarios locales. Aun así, recomiendo atender atentamente (valga la redundancia) a sus razonamientos. JS
POR JOSÉ PETROSINO
Prueba concluyente de que Irán no tuvo nada que ver con la voladura de la AMIA la ofreció ayer Clarín en un artículo de su buena corresponsal en Francia, María Laura Avignolo: “Darío Jinchuk: ‘Argentina colaboró con Irán en el desarrollo de su plan nuclear'”.
El científico nuclear argentino entrevistado repite lo que ya se ya se conocía pero que el suicida Nisman había ocultado para fabricar un motivo para acusar a todo el gobierno de Irán de la época a fines de 2006, en base a la información falsa de la CIA y el Mossad que le había preoarai su alter ego “Jaime” Stiuso.
Jinchuk recuerda que la cooperación argentina con el plan nuclear iraní se inició en los ’70, cuando allá gobernaba el Sha y había seguido viento en popa luego de la suspensión en diciembre de 1991 (tres meses antes del autobombazo a la Embajada) del envío de un pequeño reactor experimental, parte de un contrato de asistencia nuclear de épocas del Alfonso. Suspensión que fue hecha ¡en el puerto de Campana!, cuando ya el barco que lo transportaba salía para Irán, lo que indica claramente que fue un manijazo de último momento de los yanquis ante quienes Menem se doblegó.
Esa cooperación continuó luego de la voladura de la Embajada y a pesar de las instantáneas falsas acusaciones a Irán ya que en 1993 Argentina le entregó a Irán, con el visto bueno de la AIEA, una partida de U-235 al 20 % para su reactor de isótopos medicinales, lo que era parte del contrato firmado en los ’80. Cuando esa partida se acabó, en 2009, los persas se vieron obligados a autoabastecerse, lo que hicieron potenciando sus plantas para enriquecer el uranio, ya que por entonce nadie quiso vendérselo.
Para Jinchuk es casi imposible de que las diversas alternativas de la cooperación nuclear con Irán de los ’90, hayan sido un motivo para que se nos bombardeara la capital en 1992 y se lo repitiera más alevosamente en 1994. Yfundamenta puntualmente por qué.
También Jinchuk demuele sin proponérselo la historieta que difundió la revista brasilera Veja, como versión de desertores anti-chavistas, de que “en 2007 Chávez habría intercedido ante el finado Kirchner para que la argentina proveyera a Irán tecnología nuclear”: aclaró que Irán está ahora más adelantado que Argentina en la materia, y esa transferencia sólo se podría dar a la inversa, de ellos hacia nosotros.
Patricia Bullrich (que junto a la también diputada y agente yanqui Laura Alonso llevaron al suicidio a Nisman al obligarlo a tener que presentar su esperpento jurídico en el Congreso donde los diputados kirchneristas lo hubieran despedazado) ha tratado de usar las escaramuzas entre Argentina e Irán, para esmerilar al gobierno, y Clarín le hizo la claque (ver: “PIden investigar a un iraní que habló de una compra de uranio”).
Lo que no dice Jinchuk -porque Avignolo no se lo preguntó- es que aquella cooperación era suficiente motivo para que Israel y USA nos metieran esos bombazos y se los achacaran instantáneamente a su enemigo Irán, para lograr que Menem la suspendiera. Y que a pesar de eso no sólo no se interrumpió luego de lo de la Embajada, sino que se incrementó. Hasta la voladura de la AMIA, donde ahí si, “casualmente” se interrumpió.
Esto también lo explicó en detalle Douglas Farah, un analista yanqui en política internacional y latinoamericana y consipuo miembro de think-tanks neoconservadores (y por lo tanto insospechado de ser proiraní) en un texto virulentamente antikirchnerista.
Ojalá los fiscales de la nueva UFI-AMIA tengan en cuenta esta información, y empiecen por descartar a Irán como posible perpetrador del bombazo AMIA, porque si se sigue manteniendo esa falsa acusación, el juicio por encubrimiento que se inicia esta semana sera al cuete, porque lo esencial del encubrimiento AMIA es, justamente esa, falsa acusación.