EEUU: La caída de los dioses vista con sus propios ojos
Montserrat Mestre11/06/2015EEUU, Política internacionalcolapso, declive EEUU
Ofrecemos la traducción de una nota del veterano analista político estadounidense, el conservador Patrick J. Buchanan, fundador de la revista The American Conservative. Buchanan (1938) fue asesor de los presidentes estadounidenses Richard Nixon, Gerald Ford y Ronald Reagan. La nota es interesante porque expone como un hecho definitivo la pérdida de hegemonía estadounidense, la quiebra económica y un futuro bastante oscuro para los EEUU. También reconoce que ha sido la política exterior estadounidense la causante del actual caos mundial y de su propio declive. Buchanan advierte que las cosas aun pueden ir a peor, porque si los neocon vuelven al poder en 2017 habrá guerra en Ucrania y guerra contra Irán. MM
PATRICK BUCHANAN / THE AMERICAN CONSERVATIVE
Hacia el final de la presidencia de George H. W. Bush, [NE. Bush padre] EEUU quedó como única superpotencia del mundo.
Después de cinco semanas y 100 horas de combate, el ejército de Saddam había huido de Kuwait y volvía por la carretera a Basora y Bagdad.
El adversario en la Guerra Fría se estaba rompiendo en 15 países. El muro de Berlín había caído. Alemania fue reunificada. Las naciones de Europa del este abandonaban el socialismo. Bush [padre] había reparado las tensiones con Pekín después de la masacre de 1989 en la Plaza de Tiananmen.Mijail Gorbachov y Boris Yeltsin eran amigos.
El presidente [Bush] declaró que llegaba un “nuevo orden mundial”. Los neoconservadores hablaban de un nuevo “mundo unipolar” bajo la “hegemonía global benevolente” de los Estados Unidos.
Consideremos ahora el mundo que heredará el próximo presidente de EEUU
Corea del Norte, es ahora una potencia nuclear gobernada por un treintañero algo megalómano, que está probando misiles balísticos con ojivas nucleares.
China se ha convertido en el gran poder en Asia, ha empezado a hacer reclamaciones territoriales en todos los mares que la circundan y está construyendo fuerzas navales y aéreas para poner fin a la dominación estadounidense del Pacífico occidental que data de 1945. Vladimir Putin está modernizando los misiles rusos, enviando barcos y aviones a las aguas y al espacio aéreo de la OTAN y apoyando a los separatistas del este de Ucrania.
La gran obra de Nixon y Reagan para separar a China de Rusia y a continuación hacerse socio de ambas, se ha deshecho. China y Rusia se han acercado y están enfrentadas a EEUU más que en cualquier momento de la Guerra Fría.
Los terroristas de al-Qaeda y sus descendientes, y los ejecutadores del Estado Islámico corren por Libia, Siria, Irak, Yemen, Nigeria y Somalia. Egipto está gobernado por una dictadura que llegó al poder en un golpe militar. Japón se está moviendo para rearmarse y hacer frente a Corea del Norte y China, mientras que la OTAN no es más que una sombra de lo que fue. Sólo 4 de los 28 estados miembros invierten el 2 % de su PIB en defensa. [N.E: Los 4 estados de la OTAN que invierten más de 2% de su PIB en gasto militar son EEUU, Gran Bretaña, Francia y Grecia]
Con la excepción de la Unión Soviética, sostienen algunos geoestrategas, ninguna nación no derrotada en guerra, ha sufrido alguna vez una caída tan rápida de su poder como los EEUU.
¿Cuáles son las causas de la decadencia de Estados Unidos?
Arrogancia, ideología, belicosidad, y estupidez, jugaron su papel.
Hacia Rusia – que había perdido un imperio, había visto su territorio recortado un tercio y su población recortada a la mitad – exhibimos un desprecio imperial, refregándole la OTAN en las narices y organizando revoluciones de colores en sus fronteras, en las naciones que habían sido parte de la Unión Soviética.
La respuesta [a tal actitud de EEUU] llegó en la forma de un ex jefe del KGB que subió al poder con la promesa de restaurar la grandeza nacional de la Madre Rusia, proteger a los rusos dondequiera que estuvieran, y ponerse de pie frente a los arrogantes estadounidenses.
La locura con China estaba en el auto engaño de que abrir los mercados a los bienes fabricados en China, nos haría un socio próspero. Lo que nos dieron, es 4 mil millones de dólares de déficit comercial con Pekín, la destrucción de la base industrial estadounidense y una nación rival deseosa de devolver a Occidente las humillaciones pasadas. China quiere que este sea el siglo de China, no el segundo siglo estadounidense. ¿Es eso tan difícil de entender?
Pero fue en Medio Oriente donde se cometieron los errores más costosos. Creyendo que la democracia liberal era la moda del futuro y que todos los pueblos la abrazarían si se les daba la oportunidad, invadimos Irak, ocupamos Afganistán y derrocamos el régimen de Libia. Al hacerlo, desatamos los demonios del fanatismo, el tribalismo, y una guerra sectaria entre sunitas y chiítas que ahora asola desde el norte de África hasta el Cercano Oriente.
Ahora, aunque el poder económico y militar de Estados Unidos no es el que era en 1992, nuestros compromisos son mayores. Ahora estamos obligados a defender a Europa del Este y las repúblicas bálticas contra una Rusia renaciente, a Corea del Sur contra la del Norte, a Japón y Filipinas contra una China creciente.
Bombardeamos yihadistas a diario en Irak y Siria, apoyamos una guerra aérea saudí en Yemen, y sostenemos Kabul con 10.000 soldados estadounidenses en su guerra con los talibanes. Nuestras fuerzas especiales están en todo el Oriente Medio y África.
Y si los neoconservadores vuelven al poder en 2017, las armas de Estados Unidos comenzarán a fluir a Kiev, la guerra estallará, y los Tomahawks y los B-2 estarán camino de Irán.
Desde 1992, los EEUU se han inundado con los inmigrantes del tercer mundo, legalmente y de forma ilegal, muchos de los cuales reciben asistencia social. Nuestra deuda nacional ha crecido más que nuestro PIB. Y hemos trepado a 11 billones de dólares en déficits comerciales desde que Bush se fue a su casa.
Miles de soldados estadounidenses han muerto, decenas de miles han sido heridos, miles de millones de dólares se han invertido en estas intervenciones y guerras. Nuestros compromisos actuales son insostenibles. Ajustarnos el cinturón es un imperativo.
http://www.theamericanconservative.com/buchanan/how-america-squandered-a-superpower/
http://pajarorojo.com.ar/?p=17044
Ofrecemos la traducción de una nota del veterano analista político estadounidense, el conservador Patrick J. Buchanan, fundador de la revista The American Conservative. Buchanan (1938) fue asesor de los presidentes estadounidenses Richard Nixon, Gerald Ford y Ronald Reagan. La nota es interesante porque expone como un hecho definitivo la pérdida de hegemonía estadounidense, la quiebra económica y un futuro bastante oscuro para los EEUU. También reconoce que ha sido la política exterior estadounidense la causante del actual caos mundial y de su propio declive. Buchanan advierte que las cosas aun pueden ir a peor, porque si los neocon vuelven al poder en 2017 habrá guerra en Ucrania y guerra contra Irán. MM
Cómo Estados Unidos desperdició su liderazgo
“Ex superpotencia”, reza el letrero del indigente Tio SamPATRICK BUCHANAN / THE AMERICAN CONSERVATIVE
Hacia el final de la presidencia de George H. W. Bush, [NE. Bush padre] EEUU quedó como única superpotencia del mundo.
Después de cinco semanas y 100 horas de combate, el ejército de Saddam había huido de Kuwait y volvía por la carretera a Basora y Bagdad.
El adversario en la Guerra Fría se estaba rompiendo en 15 países. El muro de Berlín había caído. Alemania fue reunificada. Las naciones de Europa del este abandonaban el socialismo. Bush [padre] había reparado las tensiones con Pekín después de la masacre de 1989 en la Plaza de Tiananmen.Mijail Gorbachov y Boris Yeltsin eran amigos.
El presidente [Bush] declaró que llegaba un “nuevo orden mundial”. Los neoconservadores hablaban de un nuevo “mundo unipolar” bajo la “hegemonía global benevolente” de los Estados Unidos.
Consideremos ahora el mundo que heredará el próximo presidente de EEUU
Corea del Norte, es ahora una potencia nuclear gobernada por un treintañero algo megalómano, que está probando misiles balísticos con ojivas nucleares.
China se ha convertido en el gran poder en Asia, ha empezado a hacer reclamaciones territoriales en todos los mares que la circundan y está construyendo fuerzas navales y aéreas para poner fin a la dominación estadounidense del Pacífico occidental que data de 1945. Vladimir Putin está modernizando los misiles rusos, enviando barcos y aviones a las aguas y al espacio aéreo de la OTAN y apoyando a los separatistas del este de Ucrania.
La gran obra de Nixon y Reagan para separar a China de Rusia y a continuación hacerse socio de ambas, se ha deshecho. China y Rusia se han acercado y están enfrentadas a EEUU más que en cualquier momento de la Guerra Fría.
Los terroristas de al-Qaeda y sus descendientes, y los ejecutadores del Estado Islámico corren por Libia, Siria, Irak, Yemen, Nigeria y Somalia. Egipto está gobernado por una dictadura que llegó al poder en un golpe militar. Japón se está moviendo para rearmarse y hacer frente a Corea del Norte y China, mientras que la OTAN no es más que una sombra de lo que fue. Sólo 4 de los 28 estados miembros invierten el 2 % de su PIB en defensa. [N.E: Los 4 estados de la OTAN que invierten más de 2% de su PIB en gasto militar son EEUU, Gran Bretaña, Francia y Grecia]
Con la excepción de la Unión Soviética, sostienen algunos geoestrategas, ninguna nación no derrotada en guerra, ha sufrido alguna vez una caída tan rápida de su poder como los EEUU.
¿Cuáles son las causas de la decadencia de Estados Unidos?
Arrogancia, ideología, belicosidad, y estupidez, jugaron su papel.
Hacia Rusia – que había perdido un imperio, había visto su territorio recortado un tercio y su población recortada a la mitad – exhibimos un desprecio imperial, refregándole la OTAN en las narices y organizando revoluciones de colores en sus fronteras, en las naciones que habían sido parte de la Unión Soviética.
La respuesta [a tal actitud de EEUU] llegó en la forma de un ex jefe del KGB que subió al poder con la promesa de restaurar la grandeza nacional de la Madre Rusia, proteger a los rusos dondequiera que estuvieran, y ponerse de pie frente a los arrogantes estadounidenses.
La locura con China estaba en el auto engaño de que abrir los mercados a los bienes fabricados en China, nos haría un socio próspero. Lo que nos dieron, es 4 mil millones de dólares de déficit comercial con Pekín, la destrucción de la base industrial estadounidense y una nación rival deseosa de devolver a Occidente las humillaciones pasadas. China quiere que este sea el siglo de China, no el segundo siglo estadounidense. ¿Es eso tan difícil de entender?
Pero fue en Medio Oriente donde se cometieron los errores más costosos. Creyendo que la democracia liberal era la moda del futuro y que todos los pueblos la abrazarían si se les daba la oportunidad, invadimos Irak, ocupamos Afganistán y derrocamos el régimen de Libia. Al hacerlo, desatamos los demonios del fanatismo, el tribalismo, y una guerra sectaria entre sunitas y chiítas que ahora asola desde el norte de África hasta el Cercano Oriente.
Ahora, aunque el poder económico y militar de Estados Unidos no es el que era en 1992, nuestros compromisos son mayores. Ahora estamos obligados a defender a Europa del Este y las repúblicas bálticas contra una Rusia renaciente, a Corea del Sur contra la del Norte, a Japón y Filipinas contra una China creciente.
Bombardeamos yihadistas a diario en Irak y Siria, apoyamos una guerra aérea saudí en Yemen, y sostenemos Kabul con 10.000 soldados estadounidenses en su guerra con los talibanes. Nuestras fuerzas especiales están en todo el Oriente Medio y África.
Y si los neoconservadores vuelven al poder en 2017, las armas de Estados Unidos comenzarán a fluir a Kiev, la guerra estallará, y los Tomahawks y los B-2 estarán camino de Irán.
Desde 1992, los EEUU se han inundado con los inmigrantes del tercer mundo, legalmente y de forma ilegal, muchos de los cuales reciben asistencia social. Nuestra deuda nacional ha crecido más que nuestro PIB. Y hemos trepado a 11 billones de dólares en déficits comerciales desde que Bush se fue a su casa.
Miles de soldados estadounidenses han muerto, decenas de miles han sido heridos, miles de millones de dólares se han invertido en estas intervenciones y guerras. Nuestros compromisos actuales son insostenibles. Ajustarnos el cinturón es un imperativo.
http://www.theamericanconservative.com/buchanan/how-america-squandered-a-superpower/
http://pajarorojo.com.ar/?p=17044