Atilio Borón: 16 de Junio de 1955. El bombardeo a Plaza de Mayo

16.6.2015


Un crimen que muestra hasta donde llega, en un país como la Argentina, el odio de clase, el ansia de revancha y la absoluta inescrupulosidad de la derecha a la hora de escarmentar a un pueblo que se rebela o a un gobierno que no se arrodilla ante sus mandatos. Ocurrió hace 60 años pero puede ocurrir de nuevo hoy, en Argentina, en Bolivia, Ecuador, Venezuela o en cualquier país que tenga la osadía de desafiar los poderes fácticos, a la oligarquía y al imperialismo. Comparto por eso un fragmento de la obra El Terrorismo de Estado en la Argentina en donde se habla de ese infame episodio:

 Uno de los aviones utilizados para el bombardeo, con la inscripción de "Cristo Vence" estampada en la trompa de su fuselaje.
"… Lo que sí aparecería como una aberrante novedad en los anales de las prácticas del Terrorismo de Estado fue un hecho que, enrigor, no fue producto del accionar estatal sino de una conspiración -liderada por el Contralmirante Aníbal Olivieri, Ministro de Marina y uno de los principales jefes de la sedición- que procuraba asesinar al Presidente Perón, desencadenar un golpe de Estado y escarmentar a sus seguidores: la masacre de Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955, producto del indiscriminado bombardeo que unidades de la aviación naval efectuaron sobre la Casa Rosada y la Plaza de Mayo, causando 386 víctimas y más de 800 heridos. Por las características que tuvo este suceso, sin precedentes en la historia argentina por su virulencia y masividad, en fechas recientes se lo ha concebido como un claro antecedente del Terrorismo de Estado y un delito de “lesa humanidad”. No sólo bombardeo, aclaremos, sino también ametrallamiento a mansalva de los civiles que estaban en la Plaza de Mayo y los alrededores."

Algunas de las víctimas a punto de ser trasladadas a la Morgue Municipal

"Pero el hecho trágico del 16 de junio no fue un rayo en un día de sol. Tenía antecedentes: dos años antes, en abril de 1953, un atentado terrorista contra una manifestación organizada por la CGT dejó como saldo 5 muertos y 95 heridos. El trasfondo de esta violencia era el creciente enfrentamiento entre el régimen peronista y la Iglesia, que giraba en torno a la Ley de Divorcio, la supresión de la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en las escuelas y la legalización de los prostíbulos. No obstante, es preciso señalar que en el fondo de estos temas controversiales estaba el hecho, evidente para todos, de que detrás de la Iglesia se agrupaba la reacción oligárquica, la cual se encontraba a la espera del momento oportuno para ajustar cuentas con los 'descamisados'. Producto de este enfrentamiento, en junio de 1955, la Iglesia convocó a una multitudinaria procesión de Corpus Christi que se manifestó trasladándose desde la Catedral hasta la Plaza del Congreso. Se estima que fueron unas doscientas cincuenta mil personas las que participaron de este acto de protesta, registrándose varios incidentes a lo largo del trayecto. Un par de días después, y como producto de estos desmanes (entre ellos una quema de la bandera nacional, episodio más que confuso y sobre el cual se tejieron múltiples interpretaciones), el gobierno procedió a expulsar del país a dos de los líderes de la agitación eclesiástica, los monseñores Manuel Tato y Ramón Pablo Novoa."

Transporte público y automóviles privados, todos destruidos por igual


Fuente: Osvaldo Bayer, Atilio A. Boron y Julio C. Gambina, El terrorismo de estado en la Argentina. Apuntes sobre su historia y sus consecuencias (Buenos Aires:Instituto Espacio para la Memoria, 2010), pp. 86-87. (Libro que puede descargarse libremente en este blog)

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