Luego de las PASO - Reflexiones (1)
Luego de las primeras reflexiones en caliente vienen los necesarios intentos por interpretar el verdadero motivo de tan estrepitoso fracaso en las primeras elecciones del año en CABA.
No es cuestión aquí de culpar al electorado sino de comprenderlo si se pretende llegar alguna vez a participar con posibilidades de ganar una elección.
Las clases medias, las obras, los subsidios, los medios de comunicación, los impuestos atraviesan estas líneas pero también aún de manera tosca se apela a la historia y a la conformación de nuestra idiosincracia. Todo un laberinto borgeano que habrá que atravesar y salir de él (obvio).
IXX-abr2015
http://tallerlaotra.blogspot.com.ar/2015/04/ganaron-de-nuevo.html
martes, 28 de abril de 2015
por Willy Villalobos
Nos resulta inexplicable entender el aluvión de votos que recibió el macrismo. Pienso que debe haber alguna explicación diferente a las que venimos pensando hasta ahora. Pienso que hay que cambiar algo de lo que venimos haciendo porque de esa manera el FPV va a seguir perdiendo las elecciones ya no con el PRO sino con... ¡ECO!.
Se me ocurren algunas reflexiones:
1. La influencia de los medios de comunicación pega mucho mas fuerte en la Capital que en cualquier otro lugar del país.
2. El neoliberalismo todavía resiste en la CABA y ese pensamiento es repetido por la mayoría de los porteños como si fuera la verdad absoluta.
3. El ciclo ese en el que las clases medias se benefician con gobiernos populares y luego intentan asociarse a las clases dominantes no solo es una característica de dicha clase sino también de los trabajadores.
4. Ayer en el bondi dos laburantes repetían el discurso de Mirtha de memoria. Para ellos, que ahora tenían trabajo, terrenito y casita en construcción, "la gente que vive de los planes" son unos vagos y Macri les va a sacar los regalos que les hace Cristina para que la voten".
5. La mayoría de los militantes K resuelve el conflicto con esos sectores que deberían votarnos acusándolos de gorilas, alcahuetes de Macri, analfabetos y cuanto insulto se nos ocurra.
6. Esas personas que deberían votarnos están siendo bombardeadas permanentemente por los medios y nosotros les decimos que son unos imbéciles.
7. No se entiende que la tarea de los militantes es respetar, comprender y conversar en los mejores términos posibles con aquellos que nosotros suponemos que deberían ser nuestros aliados.
8. La postura cómoda es quejarse del gorilismo de las clases medias y no intentar pensar en otra manera de hacer política.
9. Si nosotros sabemos que el pensamiento de la dictadura impera en la CABA, no debemos quejarnos y odiar a las personas que lo repiten y mucho menos si esas personas están siendo engañadas.
10. Todos nosotros fuimos haciéndonos kirchneristas a partir del reconocimiento de las políticas del gobierno. La mayoría de nosotros pensaba que los políticos eran "todos" unos hijos de puta"y repetíamos como loros un razonamiento político que favorecía a las clases dominantes.
11. La militancia siempre consistió no solo en ayudar a los que más lo necesitan sino también en conformar un frente con aquellos sectores que nosotros suponemos que tienen intereses y enemigos comunes.
12. Si nosotros pretendemos aliarnos con esos sectores de la clase media que deberían estar con nosotros, es lógico que esa clase media incorpore sus propias necesidades a ese programa en común y no que los obliguemos a que solo reivindiquen lo que nosotros pensamos que deben reivindicar.
13. Es hora de reconocer que nosotros pertenecemos a esa clase media que llamamos cariñosamente "mierda", forman parte de nuestra familia. De la misma forma que nos saca la idea de que apoyen a sus futuros verdugos también deberíamos pensar que sólo con mucho respeto podemos establecer relaciones inteligentes con ellos. Muchos de nosotros en algún momento votamos a Luder, Menem, De la Rúa...
Hasta acá llego.
Publicado por Oscar Cuervo
**
http://grupoexpertosentodo.blogspot.com.ar/2015/04/la-ciudad-de-banderitas-y-globos.html
LUNES, 27 DE ABRIL DE 2015
Antes que nada, reiteramos lo dicho lunes 20 de abril de 2015. No es éste el espacio para decir que el votante es un pelotudo o que no sabe elegir. La voluntad de la mayoría es ley y debe ser respetada en tanto expresión colectiva (nada de que la voluntad del pueblo es "sagrada", sagrada las pelotas, no es necesaria ninguna intervención divina que le de sentido a la democracia).
Dicho lo cual, entrémosle al CSI elecciones porteñas.
Antes de arrancar nomás hagamos un distingo: se votó con miras a la elección de un Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. O sea, una elección en un municipio. ¿A qué viene ésto?: municipio proviene del latín municipium (parezco Grondona y no White) y hace referencia a la gestión de ciudades, sus servicios y su recaudación de impuestos, como forma de autogobierno urbano dentro de la entidad mayor: el Estado.
Un Jefe de Gobierno con funciones municipales se encarga de todo lo anterior, de la gestión de la ciudad. Por tanto el elector, que tiene contacto directo con la cara visible de la gestión de la ciudad, dirime con su voto la naturaleza de la misma para el espacio urbano que habita. El Jefe Municipal no tiene (aunque puede tenerlas) otras metas que las correspondientes a la gestión de la ciudad. Las políticas del Estado, las que no están relacionadas con la gestión municipal, están en manos de otras instancias que fijan políticas de mayor alcance y que exceden con mucho la gestión municipal.
Por eso, y repito, el elector vota fundado en la gestión municipal, al menos cuando la elección adopta ese carácter. Confundir los tantos es un error y a veces una trampa.
Entonces, el elector que votó a favor de Rodríguez Larreta votó a favor de la continuidad de un proyecto de gestión municipal del espacio urbano que habita (en cualquier momento digo "centro de hidratación permanente") y ese voto es la expresión de la conformidad con las características y orientación de esas prácticas municipales.
En otras palabras, el votante del PRO está de acuerdo y comparte el proyecto municipal del PRO. Se pueden buscar muchas razones y sinrazones, pero nos vamos a tropezar con esa obviedad. Los motivos de la coincidencia son harina de otra bolsa y exceden las intenciones de este post.
Por eso, expresar mediante una mayoría significativa el apoyo a una gestión municipal signada por unos valores manifiestos también indica que el elector que acompaña ese proyecto comparte la mirada que tiene de la ciudad el actual proyecto en danza. Digo esto para comenzar a desmontar esa paparruchada acerca de que "la gente" no sabe lo que vota. Claro que sabe. Y sabe mucho más en una ciudad que está sometida a una sobrecarga simbólica en donde casi todo está dicho en muchos soportes (quizás la sobrecarga sea un buen concepto para analizar ciertas campañas). La apelación a la ignorancia del electorado es una pavada atómica. El elector del PRO sabe donde va el PRO y también cuáles son los métodos del PRO. Y al votarlo los comparte (no podría ser de otra manera). Y comparte, of course, los valores del PRO.
Dicen los ingénuos (algunos quedan) que el votante del PRO no sabe que vota a un proyecto municipal que propone una ciudad para una minoría. Señor, señores, el votante del PRO lo sabe. Y cree (y acá entra la fe y otros aspectos del análisis que quedarán para otro día) que esa minoría lo incluye. Puede o no estar equivocado, pero lo cree y expresa esa fe mediante su voto. El votante del PRO adhiere a esa mirada y al votar a Larreta le dice que está de acuerdo con lo hecho y sostendrá lo que Larreta va a hacer,
El votante del PRO no es un boludo que se morfa las palabras de estudiantina amarilla del bunker del PRO. Lo que el votante del PRO apoya son las acciones taxativas y virulentas que difieren con las palabras que se vierten al final de cada elección. Es éso lo que votante del PRO requiere para la ciudad que habita. Y es éso lo que sostiene con su preferencia.
Lo último, antes de que se caigan de sopor ante tantas palabras: hemos dicho que nadie es culpable de su voto, pero si responsable. El elector del PRO es, entonces, responsable por la gestión de la ciudad que aprueba mediante su voto. No puede mirar para otro lado ni decir que él no fue. Digo ésto para cuando -y reitero- tengan la pretensión de retroceder en chancletas. Porque una gestión que propicia la expulsión de una cantidad importante de ciudadanos, la destrucción de los lazos de contención social y el desmantelamiento de la infraestructura pública termina (y los ejemplos abundan) en una tragedia.
Por lo pronto, y acá sí soy terminante, hay algo que no les voy a perdonar a los porteños: los festejos en el bunker del PRO y la danza de Macri. Ese es mi límite moral.
**
http://huincanoalineados.blogspot.com.ar/2015/04/a-vivir-una-cultura-diferente.html
lunes, 27 de abril de 2015
Pase lo que pase, esta ciudad NUNCA votará mayoritariamente una opción explícitamente peronista, y con explícito me refiero a corrientes peronistas que actuén consecuentemente con lo que ... Cristina representa.
NUNCA
Hay que repasar la historia de las relaciones entre Buenos Aires y el país, entre la ciudad puerto y su hinterland.
Esta ciudad es otro país respecto del otro, y el otro, otro país respecto de esta ciudad.
Es que esta ciudad, la ciudad de Rivadavia renació con éste como enclave del imperio británico en el territorio, con el papel de ser un punto más entre los que el imperio fue conquistando, fundando o seduciendo para imponer la -su- libertad de los mares y de comercio. Buenos Aires entre Singapur, Hong Kong, Gibraltar, Bombay, Calcuta, Ciudad del Cabo. Malvinas.
Todo puntos estratégicos, de aprovisionamiento y de vigilancia y dominio de las rutas comerciales.
Buenos Aires creció en ese mundo, y el gran malentendido es que es el único de eso enclaves que no tiene al inglés como lengua dominante o mínimo co-oficial.
Pero está en el inconsciente más clavado que en Los Angeles si me apurás.
Cheeky, delivery, lo que sea "kids", etc etc etc. Etcétering.
No sé que postre "Joy".
Mucho ingles por todos lados.
¡Y el dólar! El dólar por todos lados, que es la valija en la puerta para el sueño de volverse a la metrópolis, la patria original. Ese lugar de pertenencia, deseado y casi recordado como si de verdad todos hubieran venido de ahí.
No nos demos más con la cabeza contra la pared. Buenos Aires es el extranjero para el resto del territorio, humana, cultural, políticamente. Podemos aspirar a mejorar un poco nuestros guarismos, pero esta ciudad NUNCA elegirá como opción local a una peronista, para NUNCA ser parte de ese otro país, morocho, gritón, con otras costumbres, otras músicas, otros colores. El páeceano TER-CER-MUN-DO.
Y eso es anterior al peronismo. Es desde Rivadavia. Desde antes tal vez.
Este enclave imperial en el territorio. Desde el cual tratan de meterse, se meten las gigantescas mangueras aspiradoras de recursos para llevarse todo, y que en su presión negativa arrastran junto con los bienes que despojan a grandes masas de desposeídos que se apiñan "a las puertas de la ciudad blanca". Que ven la riqueza fugitiva y tratan de, aunque sea, verla de más cerca.
Y la mala conciencia de quienes viven en la ciudad blanca que culpabiliza, que criminaliza. Que invisibiliza.
Nunca ganaremos aquí, en el sentido de ser "más de la mitad".
Desde esa realidad, hay que reflexionar en cómo llegar a acuerdos de convivencia entre esas culturas tan disímiles, que resultan irritantemente enigmáticas las unas para las otras.
Pensar en cómo convertir ese hostil desconocimiento en un exotismo que valga la pena ser conocido, recorrido. Aceptado.
Este país ha sido y en cierto modo es un dominio de la corona británica, como la India, como Sudáfrica. Si relatáramos su historia, desde 1828 ponéle como la historia de una colonia británica hasta su independencia que ahora mismo está teniendo lugar, la historia sería prácticamente la misma. Tal vez podríamos imaginar una entrevista entre Perón y Gandhi para coordinar esfuerzos en su lucha contra el imperio, pero poco más. El resto quedaría igual. Las elites son iguales a esas que tanto conocemos de la India colonial, con sus tradiciones británicas más exacerbadas que en las islas originales.
Hay que aceptar que vivimos en una cultura diferente, y lograr esa misma aceptación por la contraparte.
Asumir, aceptar.
Convencer a todos los implicados de que, eso tan odiado, es simplemente exótico.
Y que vale la pena acercarse.
RH
Publicado por HUINCA
**
No es cuestión aquí de culpar al electorado sino de comprenderlo si se pretende llegar alguna vez a participar con posibilidades de ganar una elección.
Las clases medias, las obras, los subsidios, los medios de comunicación, los impuestos atraviesan estas líneas pero también aún de manera tosca se apela a la historia y a la conformación de nuestra idiosincracia. Todo un laberinto borgeano que habrá que atravesar y salir de él (obvio).
IXX-abr2015
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martes, 28 de abril de 2015
¿¿¿Ganaron de nuevo???
por Willy Villalobos
Nos resulta inexplicable entender el aluvión de votos que recibió el macrismo. Pienso que debe haber alguna explicación diferente a las que venimos pensando hasta ahora. Pienso que hay que cambiar algo de lo que venimos haciendo porque de esa manera el FPV va a seguir perdiendo las elecciones ya no con el PRO sino con... ¡ECO!.
Se me ocurren algunas reflexiones:
1. La influencia de los medios de comunicación pega mucho mas fuerte en la Capital que en cualquier otro lugar del país.
2. El neoliberalismo todavía resiste en la CABA y ese pensamiento es repetido por la mayoría de los porteños como si fuera la verdad absoluta.
3. El ciclo ese en el que las clases medias se benefician con gobiernos populares y luego intentan asociarse a las clases dominantes no solo es una característica de dicha clase sino también de los trabajadores.
4. Ayer en el bondi dos laburantes repetían el discurso de Mirtha de memoria. Para ellos, que ahora tenían trabajo, terrenito y casita en construcción, "la gente que vive de los planes" son unos vagos y Macri les va a sacar los regalos que les hace Cristina para que la voten".
5. La mayoría de los militantes K resuelve el conflicto con esos sectores que deberían votarnos acusándolos de gorilas, alcahuetes de Macri, analfabetos y cuanto insulto se nos ocurra.
6. Esas personas que deberían votarnos están siendo bombardeadas permanentemente por los medios y nosotros les decimos que son unos imbéciles.
7. No se entiende que la tarea de los militantes es respetar, comprender y conversar en los mejores términos posibles con aquellos que nosotros suponemos que deberían ser nuestros aliados.
8. La postura cómoda es quejarse del gorilismo de las clases medias y no intentar pensar en otra manera de hacer política.
9. Si nosotros sabemos que el pensamiento de la dictadura impera en la CABA, no debemos quejarnos y odiar a las personas que lo repiten y mucho menos si esas personas están siendo engañadas.
10. Todos nosotros fuimos haciéndonos kirchneristas a partir del reconocimiento de las políticas del gobierno. La mayoría de nosotros pensaba que los políticos eran "todos" unos hijos de puta"y repetíamos como loros un razonamiento político que favorecía a las clases dominantes.
11. La militancia siempre consistió no solo en ayudar a los que más lo necesitan sino también en conformar un frente con aquellos sectores que nosotros suponemos que tienen intereses y enemigos comunes.
12. Si nosotros pretendemos aliarnos con esos sectores de la clase media que deberían estar con nosotros, es lógico que esa clase media incorpore sus propias necesidades a ese programa en común y no que los obliguemos a que solo reivindiquen lo que nosotros pensamos que deben reivindicar.
13. Es hora de reconocer que nosotros pertenecemos a esa clase media que llamamos cariñosamente "mierda", forman parte de nuestra familia. De la misma forma que nos saca la idea de que apoyen a sus futuros verdugos también deberíamos pensar que sólo con mucho respeto podemos establecer relaciones inteligentes con ellos. Muchos de nosotros en algún momento votamos a Luder, Menem, De la Rúa...
Hasta acá llego.
Publicado por Oscar Cuervo
**
http://grupoexpertosentodo.blogspot.com.ar/2015/04/la-ciudad-de-banderitas-y-globos.html
LUNES, 27 DE ABRIL DE 2015
LA CIUDAD DE BANDERITAS Y GLOBOS
...Antes que nada, reiteramos lo dicho lunes 20 de abril de 2015. No es éste el espacio para decir que el votante es un pelotudo o que no sabe elegir. La voluntad de la mayoría es ley y debe ser respetada en tanto expresión colectiva (nada de que la voluntad del pueblo es "sagrada", sagrada las pelotas, no es necesaria ninguna intervención divina que le de sentido a la democracia).
Dicho lo cual, entrémosle al CSI elecciones porteñas.
Antes de arrancar nomás hagamos un distingo: se votó con miras a la elección de un Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. O sea, una elección en un municipio. ¿A qué viene ésto?: municipio proviene del latín municipium (parezco Grondona y no White) y hace referencia a la gestión de ciudades, sus servicios y su recaudación de impuestos, como forma de autogobierno urbano dentro de la entidad mayor: el Estado.
Un Jefe de Gobierno con funciones municipales se encarga de todo lo anterior, de la gestión de la ciudad. Por tanto el elector, que tiene contacto directo con la cara visible de la gestión de la ciudad, dirime con su voto la naturaleza de la misma para el espacio urbano que habita. El Jefe Municipal no tiene (aunque puede tenerlas) otras metas que las correspondientes a la gestión de la ciudad. Las políticas del Estado, las que no están relacionadas con la gestión municipal, están en manos de otras instancias que fijan políticas de mayor alcance y que exceden con mucho la gestión municipal.
Por eso, y repito, el elector vota fundado en la gestión municipal, al menos cuando la elección adopta ese carácter. Confundir los tantos es un error y a veces una trampa.
Entonces, el elector que votó a favor de Rodríguez Larreta votó a favor de la continuidad de un proyecto de gestión municipal del espacio urbano que habita (en cualquier momento digo "centro de hidratación permanente") y ese voto es la expresión de la conformidad con las características y orientación de esas prácticas municipales.
En otras palabras, el votante del PRO está de acuerdo y comparte el proyecto municipal del PRO. Se pueden buscar muchas razones y sinrazones, pero nos vamos a tropezar con esa obviedad. Los motivos de la coincidencia son harina de otra bolsa y exceden las intenciones de este post.
Por eso, expresar mediante una mayoría significativa el apoyo a una gestión municipal signada por unos valores manifiestos también indica que el elector que acompaña ese proyecto comparte la mirada que tiene de la ciudad el actual proyecto en danza. Digo esto para comenzar a desmontar esa paparruchada acerca de que "la gente" no sabe lo que vota. Claro que sabe. Y sabe mucho más en una ciudad que está sometida a una sobrecarga simbólica en donde casi todo está dicho en muchos soportes (quizás la sobrecarga sea un buen concepto para analizar ciertas campañas). La apelación a la ignorancia del electorado es una pavada atómica. El elector del PRO sabe donde va el PRO y también cuáles son los métodos del PRO. Y al votarlo los comparte (no podría ser de otra manera). Y comparte, of course, los valores del PRO.
Dicen los ingénuos (algunos quedan) que el votante del PRO no sabe que vota a un proyecto municipal que propone una ciudad para una minoría. Señor, señores, el votante del PRO lo sabe. Y cree (y acá entra la fe y otros aspectos del análisis que quedarán para otro día) que esa minoría lo incluye. Puede o no estar equivocado, pero lo cree y expresa esa fe mediante su voto. El votante del PRO adhiere a esa mirada y al votar a Larreta le dice que está de acuerdo con lo hecho y sostendrá lo que Larreta va a hacer,
El votante del PRO no es un boludo que se morfa las palabras de estudiantina amarilla del bunker del PRO. Lo que el votante del PRO apoya son las acciones taxativas y virulentas que difieren con las palabras que se vierten al final de cada elección. Es éso lo que votante del PRO requiere para la ciudad que habita. Y es éso lo que sostiene con su preferencia.
Lo último, antes de que se caigan de sopor ante tantas palabras: hemos dicho que nadie es culpable de su voto, pero si responsable. El elector del PRO es, entonces, responsable por la gestión de la ciudad que aprueba mediante su voto. No puede mirar para otro lado ni decir que él no fue. Digo ésto para cuando -y reitero- tengan la pretensión de retroceder en chancletas. Porque una gestión que propicia la expulsión de una cantidad importante de ciudadanos, la destrucción de los lazos de contención social y el desmantelamiento de la infraestructura pública termina (y los ejemplos abundan) en una tragedia.
Por lo pronto, y acá sí soy terminante, hay algo que no les voy a perdonar a los porteños: los festejos en el bunker del PRO y la danza de Macri. Ese es mi límite moral.
**
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lunes, 27 de abril de 2015
A VIVIR UNA CULTURA DIFERENTE
Hay que asumir que se trata de un voto "racial", "genético", de "adn".Pase lo que pase, esta ciudad NUNCA votará mayoritariamente una opción explícitamente peronista, y con explícito me refiero a corrientes peronistas que actuén consecuentemente con lo que ... Cristina representa.
NUNCA
Hay que repasar la historia de las relaciones entre Buenos Aires y el país, entre la ciudad puerto y su hinterland.
Esta ciudad es otro país respecto del otro, y el otro, otro país respecto de esta ciudad.
Es que esta ciudad, la ciudad de Rivadavia renació con éste como enclave del imperio británico en el territorio, con el papel de ser un punto más entre los que el imperio fue conquistando, fundando o seduciendo para imponer la -su- libertad de los mares y de comercio. Buenos Aires entre Singapur, Hong Kong, Gibraltar, Bombay, Calcuta, Ciudad del Cabo. Malvinas.
Todo puntos estratégicos, de aprovisionamiento y de vigilancia y dominio de las rutas comerciales.
Buenos Aires creció en ese mundo, y el gran malentendido es que es el único de eso enclaves que no tiene al inglés como lengua dominante o mínimo co-oficial.
Pero está en el inconsciente más clavado que en Los Angeles si me apurás.
Cheeky, delivery, lo que sea "kids", etc etc etc. Etcétering.
No sé que postre "Joy".
Mucho ingles por todos lados.
¡Y el dólar! El dólar por todos lados, que es la valija en la puerta para el sueño de volverse a la metrópolis, la patria original. Ese lugar de pertenencia, deseado y casi recordado como si de verdad todos hubieran venido de ahí.
No nos demos más con la cabeza contra la pared. Buenos Aires es el extranjero para el resto del territorio, humana, cultural, políticamente. Podemos aspirar a mejorar un poco nuestros guarismos, pero esta ciudad NUNCA elegirá como opción local a una peronista, para NUNCA ser parte de ese otro país, morocho, gritón, con otras costumbres, otras músicas, otros colores. El páeceano TER-CER-MUN-DO.
Y eso es anterior al peronismo. Es desde Rivadavia. Desde antes tal vez.
Este enclave imperial en el territorio. Desde el cual tratan de meterse, se meten las gigantescas mangueras aspiradoras de recursos para llevarse todo, y que en su presión negativa arrastran junto con los bienes que despojan a grandes masas de desposeídos que se apiñan "a las puertas de la ciudad blanca". Que ven la riqueza fugitiva y tratan de, aunque sea, verla de más cerca.
Y la mala conciencia de quienes viven en la ciudad blanca que culpabiliza, que criminaliza. Que invisibiliza.
Nunca ganaremos aquí, en el sentido de ser "más de la mitad".
Desde esa realidad, hay que reflexionar en cómo llegar a acuerdos de convivencia entre esas culturas tan disímiles, que resultan irritantemente enigmáticas las unas para las otras.
Pensar en cómo convertir ese hostil desconocimiento en un exotismo que valga la pena ser conocido, recorrido. Aceptado.
Este país ha sido y en cierto modo es un dominio de la corona británica, como la India, como Sudáfrica. Si relatáramos su historia, desde 1828 ponéle como la historia de una colonia británica hasta su independencia que ahora mismo está teniendo lugar, la historia sería prácticamente la misma. Tal vez podríamos imaginar una entrevista entre Perón y Gandhi para coordinar esfuerzos en su lucha contra el imperio, pero poco más. El resto quedaría igual. Las elites son iguales a esas que tanto conocemos de la India colonial, con sus tradiciones británicas más exacerbadas que en las islas originales.
Hay que aceptar que vivimos en una cultura diferente, y lograr esa misma aceptación por la contraparte.
Asumir, aceptar.
Convencer a todos los implicados de que, eso tan odiado, es simplemente exótico.
Y que vale la pena acercarse.
RH
Publicado por HUINCA
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