Presupuesto de UFI AMIA

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Es una de las fiscalías con mayor cantidad de personal

La unidad fiscal AMIA, una de las que más recursos tiene


Desde el 2006 aumentó casi un 800 % el presupuesto de la UFI-AMIA: ascendió de 4 a más de 31 millones de pesos. El aumento del presupuesto también se reflejó en la cantidad de empleados que llega a 46, entre ellos cinco secretarios letrados.

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Desde su creación, hasta lo pautado en el presupuesto nacional para este año, la Unidad Fiscal para la Investigación de la causa AMIA (UFI AMIA) tuvo un constante incremento de recursos para funcionar. Entre 2006 y 2015 el presupuesto de la unidad pasó de más de 4 millones de pesos a casi 32 millones para este año. Un incremento que marca, según palabras del propio Alberto Nisman a la prensa por aquellos años, una “política de Estado”.
La absolución de los 22 acusados de haber participado de la denominada "conexión local" del atentado a la AMIA, del 2 de septiembre de 2004, empujó al Ministerio Público Fiscal a crear la Unidad Fiscal AMIA. La resolución 84/04, de 4 carillas, lleva la firma de Eduardo Casal, en ese momento sustituto del ex Procurador General de la Nación, Esteban Righi. Fue protocolizada ese mismo año el 13 de septiembre, once días después del fallo absolutorio. Desde su origen estuvo comandada por Alberto Nisman. Su nombre figuraba en la propia resolución y también mencionaba al fiscal que lo secundó en un principio, Marcelo Martínez Burgos. Tras la muerte de Nisman, hasta que Alejandra Gils Carbó asigne un nuevo fiscal, la comandará Alberto Adrián Gentili.
La UFI AMIA fue creada  con un objetivo claro: “actuar de manera conjunta o alternativa con las fiscalías que correspondan, en la tramitación de la causa principal en que se investiga el atentado ocurrido el 18 de julio de 1994 contra la sede de la A.M.I.A., en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 6 y en todas las demás causas, que guarden relación con ese hecho, así como aquellas relacionadas con el encubrimiento u obstaculización de la acción de la Justicia de la que pueda surgir prueba conducente al mismo objetivo”.
Los datos presupuestarios oficiales que se pueden rastrear comienzan en 2006, cuando el presupuesto de la UFI AMIA ascendía a 4.115.846 de pesos con el objetivo de “afianzar a la unidad…incrementando la capacidad de investigación y esclarecimiento del atentado a la mutual”. La progresión, en términos económicos, más fuerte se dio en dos momentos: en el año 2010 cuando de unos 7 millones de presupuesto en 2009 se pasó a casi 14 millones para ese año; y entre 2011 y 2012 cuando luego de una rebaja a 9 millones se pasó a más de 15 millones. El aumento presupuestario fue contante desde entonces y para este 2015 la cifra llegó a 31.636.473 pesos.
En la resolución que marcó su origen, Casal fundamentó las particularidades del caso: “Que corresponde a la Procuración General de la Nación adoptar aquellas medidas tendientes a posibilitar un mejor aprovechamiento de los recursos humanos disponibles y favorecer así la defensa de los intereses por los que este organismo debe velar, habida cuenta además, la complejidad y trascendencia pública de los hechos investigados en las causas de referencia, los que por su gravedad, han producido una profunda conmoción tanto en nuestra comunidad como a nivel internacional”.
El aumento presupuestario representa también la asignación de personal que tenía a cargo el fallecido Nisman. En el último tiempo ascendió a unos 46 empleados, entre ellos cinco secretarios letrados –un rango alto en el escalafón del poder judicial-, que trabajan en las oficinas que se ubican sobre la calle Hipólito Irigoyen al 400. Este dato no es menor ya que, por ejemplo, la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) cuenta con 20 integrantes y un solo secretario letrado.
Otro ejemplo es la unidad especializada en casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado, integrada por 15 empleados, o la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad en la Ciudad de Buenos Aires que tiene 20 profesionales.
Cabe destacar que solamente la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) es comparable en su estructura a la UFIAMIA, ya que incorporó diversas áreas ya existentes en el Ministerio Público Fiscal como la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Tributarios y Contrabando (UFITCO); la Unidad Fiscal de Investigación de los Delitos de Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo (UFILAVDINTER); y la Oficina de Coordinación y Seguimiento en materia de Delitos contra la Administración Pública (OCDAP).
Los primeros pasos de Nisman en la causa AMIA
Hasta el momento de que se cree la UFI-AMIA, Nisman se había desempeñado como fiscal de juicio en San Isidro y fue convocado por los ex fiscales del caso AMIA Eamon Mullen y José Barbaccia -ahora procesados-para la preparación de la elevación del caso al debate oral. Tras el juicio sus pares fueron desplazados por haberse prestado a la manipulación política de pruebas.
El fiscal adjunto designado por el procurador sustituto fue Marcelo Martínez Burgos, que venía de  la fiscalía de Saavedra. Lo acompañó durante tres años. En 2007 Burgos renunció a su cargo de fiscal adjunto cuando lo denunciaron por negociar con un abogado beneficios para los iraníes involucrados en el atentado.
Las irregularidades y maniobras que rodearon históricamente a la causa estaban contempladas en la resolución  que creó la UFI AMIA. Allí el ex Procurador señaló el comportamiento del destituido ex juez federal Juan José Galeano, que tenía a cargo el expediente  durante el juicio oral: “se apartó de la búsqueda de la verdad real incurriendo en comportamientos contrarios al ordenamiento legal, proceder en el que colaboraron ya sea por acción y omisión distintos organismos de los tres poderes del Estado otorgándole sostén político o encubriendo su actuación irregular e ilegal”.
“En tales condiciones deviene imperativo adoptar sin dilación todas las medidas que sean necesarias para que se profundicen las investigaciones en aquellas causas penales actualmente en trámite o de aquellas que puedan formarse en el futuro de las cuales puede derivarse la producción de prueba que permita individualizar a los responsables del atentado ya sea como autores, cómplices o encubridores”, sostuvo.
De acuerdo al texto del Ministerio Público Fiscal, el grupo de fiscales de este organismo tiene que actuar “de manera conjunta o alternativa con el titular de la fiscalía federal nº 9 Guillermo Marijuan y con los magistrados a cargo de la restantes fiscalías en la tramitación de todas aquellas causas actuales en trámite o que se originen en el fututo relacionadas con el esclarecimiento del atentado de la AMIA incluyendo aquellas destinadas a verificar hipótesis de encubrimiento u obstaculización de la acción de la Justicia”.

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http://www.perfil.com/politica/Caso-Nisman-la-fiscalia-se-movia-entre-renuncias-y-temor-20150125-0022.html

FUNCIONA HACE DIEZ AÑOS LA UFI AMIA
Caso Nisman: la fiscalía se movía entre renuncias y temor
Sufrió un recambio casi constante de asesores desde 2007. Quién tomó el timón ahora. El rol de Stiuso y La Cámpora.

Por Ezequiel Spillman | 25/01/2015 | 13:38
 Unidad AMIA. El equipo de Nisman estaba conformado por 46 funcionarios; sólo 23 trabajaban en el edificio frente a Plaza de Mayo. Prefectura custodia el séptimo piso.
Unidad AMIA. El equipo de Nisman estaba conformado por 46 funcionarios; sólo 23 trabajaban en el edificio frente a Plaza de Mayo. Prefectura custodia el séptimo piso. | Foto: Néstor Grassi
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“Hay que preservar el equipo de Nisman”. Entre conmoción y temor, los investigadores de la Unidad Fiscal AMIA (UFI AMIA) quedaron en el centro de la escena luego de la muerte del fiscal. Sin embargo, poco quedó de la primera estructura que se armó allá por 2004, luego de que se alejara la mayoría de los secretarios letrados y gran parte del personal.

En el séptimo piso de las oficinas de Hipólito Yrigoyen al 400, frente a Plaza de Mayo, había 23 personas trabajando de forma directa con Alberto Nisman, bajo el mando de cinco secretarios. Quien tomó el timón en las primeras horas de conocido el fallecimiento fue la secretaria letrada Soledad Castro, una de las más fieles al fiscal, y quien actuó de nexo con el juez Ariel Lijo y con la procuradora, Alejandra Gils Carbó. Otras 23 personas colaboraban de forma externa, bajo el régimen de contratados. Es el caso de Diego Lagomarsino, el analista informático que le acercó a Nisman el arma calibre 22.

El presupuesto para este año de la UFI AMIA es de $ 31.636.473 pesos y su estructura casi duplica a la de otras similares: la Procuraduría de Narcocriminalidad tiene veinte integrantes y un secretario. El Gobierno se encargó de amplificar este dato: difundió que “desde 2006 aumentó casi un 800% el presupuesto”.

Cuando fue creada, el 13 de septiembre de 2004, la pista iraní ya estaba activa. Habían pasado apenas días desde que se había dictado la absolución a 22 implicados en la causa por encubrimiento.
Según fuentes que trabajaron en la fiscalía, Néstor Kirchner solicitó seguir la investigación a partir de un documento que había elaborado la SIDE con la hipótesis iraní.

El espía Jaime Stiuso concurría asiduamente e incluso recomendaba gente. Alejandra Goyenechea, por caso, trabajó allí y era la mujer, en ese entonces, del director de Legales de la SIDE. También el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, tenía un estrecho vínculo y llevó personas de su confianza. El primer equipo de trabajo tenía unas cuarenta personas con diez secretarios letrados. “Había más caciques que indios, nombraban secretario a gente muy joven, y traían de todos lados”, recuerda una fuente. Para 2007 más de la mitad había renunciado.

Internas. La relación entre pares era difícil. Al carácter que se le atribuía a Nisman se le sumaban las innumerables internas, y una gran exigencia de trabajo: “Te quedabas laburando hasta cualquier hora y había que ponerle el cuerpo a todo”, cuenta un ex empleado. Todo estaba dividido en áreas y, en algunos casos, por imputado. Nisman era muy receloso de los papeles: nada podía salir de ahí y había una custodia especial para que no se hicieran copias de los expedientes. En 2007 fue el primer cimbronazo: el fiscal adjunto, Marcelo Martínez Burgos, quien tenía a su cargo gran parte del trabajo operativo, renunció luego de presuntas reuniones secretas con abogados cercanos a Irán en el Hotel Hilton de Puerto Madero, en las cuales habría estado negociando hacer caer las acusaciones.

Entre los que pasaron por la UFI AMIA estuvo Ernesto Kreplak, hoy subsecretario del Ministerio de Justicia, quien estuvo hasta 2006. Kreplak es parte de La Cámpora, y participó del jury al fiscal José María Campagnoli. Otra de las secretarias fue Eleonora Weingast, reconocida abogada de carrera judicial. Hoy es relatora letrada en la Procuración bonaerense. También en 2006, producto de las internas, Nisman sufrió con la partida de Vanesa Alfaro, su secretaria preferida. Hernán Longo lo acompañó en noviembre de 2007 a Marruecos para exponer ante Interpol los motivos de las alertas rojas a cinco iraníes. Luego se fue a la Justicia Federal de Mar del Plata.

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http://informeurbano.com.ar/LOS-EMPLEADOS-Y-EL-PRESUPUESTO-DE-NISMAN/19534/#.VQgo3Y6UdZk

03 / 02 / 15 | JOSÉ RUBÉN SENTIS
LOS EMPLEADOS Y EL PRESUPUESTO DE NISMAN

  -La Unidad Fiscal para la Investigación de la causa AMIA (UFI AMIA) cuenta con 45 empleados, diez ellos contratados. Es decir que no pertenecían a la planta permanente. -“Algunos no se sabe quiénes son, qué función cumplen ni cuánto cobran. Es gente que no solía reportarse en la fiscalía. Todavía no se presentaron a declarar, así que no estan identificados”, confirmó a Infojus Noticias una fuente con acceso a la causa. Se trata de profesionales de diversa índole, con sueldos más altos que la media de la Procuración General. -Lagomarsino gana tres veces más que cualquier empleado informático del Ministerio Público Fiscal. A su vez, contrariamente a lo que dijo su defensor Maximiliano Rusconi, los recibos de sueldo eran firmados por Nisman y no por la procuradora Alejandra Girls Carbó.
-Otra de las personas que colaboraba a la par con el fiscal era el abogado Claudio Rabinovich, que también solía visitar al fiscal en su despacho personal o en su departamento de Puerto Madero. De acuerdo a lo que informó el periodista Néstor Espósito días atrás en el diario Tiempo Argentino, la fiscal Fein pidió a la Procuración General el legajo personal del letrado, “ya que trabajaba en similares condiciones de Lagomarsino bajo órdenes de Nisman, por un sueldo de casi 33 mil pesos por mes”. “No está claro, al menos hasta ahora, qué tareas desempeñaba”, señaló Espósito.
-¿Qué tipo de relación unía a los 10 contratados con Nisman? ¿Cuáles eran sus tareas específicas en la investigación por el atentado a la AMIA? Son preguntas que hoy se hacen los investigadores.
-Desde su creación, hasta lo pautado en el Presupuesto Nacional para este año, la Unidad Fiscal tuvo un constante incremento de recursos para funcionar. Entre 2006 y 2015 el presupuesto del área pasó de más de 4 millones de pesos a casi 32 millones para este año. Desde su origen estuvo comandada por Nisman. Su nombre figuraba en la propia resolución y también mencionaba al fiscal que lo secundó en un principio, Marcelo Martínez Burgos. Tras la muerte de Nisman, hasta que Gils Carbó asigne un nuevo fiscal, la comanda Alberto Adrián Gentili.
-Si bien no hay un protocolo específico que delimite el funcionamiento de la Unidad Fiscal, fuentes policiales dijeron que tenía autonomía para el manejo de los recursos humanos. En el caso del personal informático, hay dos empleados que trabajaban en planta permanente. Sin embargo, según las fuentes, Nisman le confiaba en privado la información más importante a Lagomarsino, que pocas veces pisaba la Unidad Fiscal. -La mayoría de los empleados se enteró de la denuncia del fiscal pocos días antes de que la presentara, y sólo los más cercanos sabían que la preparaba hacía cuatro o cinco meses.


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