Nisman denunciado por traición a la patria

AMIA-NISMAN. El abogado Juan Gabriel Labaké, había denunciado al fiscal por “traición a la patria”


labake
Montserrat Mestre01/02/2015AMIA, Atentados, Embajada de Israel, Oriente Medio, Política nacionalAMIA, CIA, Juan Gabriel Labaké, Mossad, Nisman, Shin Bet

http://pajarorojo.com.ar/?p=12783


No sólo Pájaro Rojo y algún otro investigador de los atentados acusaban al fiscal Nisman desde hace años de traición a la patria, también lo había hecho formalmente y en sede judicial el abogado Juan Gabriel Labaké, abogado defensor del imputado Alberto (Jacinto Kanoore)  Edul, acusado de haber comprado el supuesto vehículo que también supuestamente se estrelló contra la AMIA. Mientras esperamos la valoración de Juan Salinas, director de Pájaro Rojo, a las declaraciones de Labaké, son de destacar algunos puntos de riguroso sentido común. Me refiero, por ejemplo, a la denuncia contra el fiscal Nisman por “traición a la patria”, que tendría que haberse hecho hace tiempo. ¡En qué país se permite  que un fiscal siga las instrucciones de un poder extranjero! A partir de los cables de WikiLeaks, la absoluta sumisión de Nisman a los dictados de la Embajada de los Estados Unidos estaba fuera de duda. Nisman debería haber sido apartado de su trabajo y haber respondido ante la ley. Tal vez hoy lo agradecería, porque estaría vivo. Otro punto que escandaliza es la ingenuidad o temeridad – por no pensar algo peor-  del ex presidente Raúl Alfonsín que encargó la reestructuración de los servicios de inteligencia argentinos tras la dictadura, al Mossad y a los servicios franceses. Argentina, a pesar de los desmanes de los genocidas, no era un país reducido  a la edad de piedra como Libia, Irak o Afganistán o con una sociedad civil totalmente desestructurada y desintegrada como las de El Salvador o Guatemala, tras décadas de guerra civil. Suponiendo que fuera necesario pedir a la inteligencia de otro país que organice los propios servicios de seguridad  -a todas luces una barbaridad para un país del nivel de la Argentina- jamás puede pedirse la colaboración de estados con los cuales se pueda tener aunque sea remotamente un choque de intereses. Israel sería el principal estado vetado de la lista de candidatos: tiene conflictos activos y enemistad con la mayor parte de naciones del planeta. Francia, está en la OTAN y sus aliados tienen acceso a su información, y entre sus aliados está Gran Bretaña, con quien Argentina estuvo en guerra.  Cristina Fernández de Kirchner tiene la oportunidad de aprovechar  el útimo tramo de su mandato para liberar a la nación argentina para siempre de las injerencias extranjeras, ya que de lo contrario, como ella misma ha concluido, el país será utilizado como peón del tablero de ajedrez de Oriente Medio. Son de destacar, por último, los mezquinos y ruines intereses de los opositores locales, incapaces de entender algo tan elemental como que si se desestabiliza al gobierno legítimo, se socava el futuro de más de 40 millones de personas, incluidos ellos mismos y sus  descendientes. MM

Edul nunca fue acusado formalmente de haber comprado la RenaultTrafic supuestamente convertida luego en vehículo-bomba. En realidad, esa Trafic, que sería utilizada como señuelo, parece haber pasado -con o sin su intervención- a manos de ex policías federales. Labaké cree que los atentados fueron cometidos directamente por el Shin Beth. En cambio, desde mi punto de vista está claro que fueron cometidos materialmente por mercenarios argentinos, y que el encargo vino desde las inmediaciones del presidente Menem… lo que no quiere exculpar a Shin Beth, ya que también está claro que en ambos atentados los jerarcas se retiraron, avisados convocados: en la Embajada el ciudadano israelí de mayor rango que murió fue la mujer del vicecónsul, y una regional del Shin Beth que debía realizarse allí fue trasladada a último momento al Hotel Sheraton. En la AMIA no murió ningún dirigente, ni de la mutual ni de la DAIA: habían sido convocados a una audición especial de Radio Jai (la radio judía de Buenos Aires) y una reunión que debía realizar el Grupo Testimonio ese lunes por la mañana fue levantada a último momento por su coordinadora Beatriz Gurevich. Con lo que la mayoría de los muertos fueron simples asociados que hacian trámites en la secciòn Sepelios.

Considero de vital importancia estudiar la mecánica del atentado al vuelo de Panam sobre Lockerbie, Escocia, en 1988, ya que se trató ostensiblemente de un ataque con doble propósito. Como explique en mi libro Narcos, banqueros y criminales, estoy absolutamente convencido de que ambos ataques se debieron a “mexicaneadas” en el proceso de lavado de dinero proveniente del narcotráfico… lo que no quita que también hayan podido utilizarse para sabotear procesos de paz en Medio Oriente.

Por fin, me gustaría ver alguna prueba documental de la denuncia de Labaké 27 días antes de la muerte de Nisman. JS

  “Yo denuncié a Nisman días antes de su muerte”


Juan Gabriel Labaké./ MATÍAS BALL

Juan Gabriel Labaké, abogado en la causa del atentado a la mutual judía AMIA, acusó al fiscal Alberto Nisman de traición a la patria casi cuatro semanas antes de que lo encontraran sin vida en su departamento.

ANA DELICADO/PÚBLICO

BUENOS AIRES.- La muerte del fiscal Alberto Nisman ha suscitado un nuevo interés por la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, que causó 85 muertos. La inconsistencia de la denuncia que el propio Nisman presentó contra la presidenta argentina Cristina Fernández a pocos días de su deceso pone en duda toda la pesquisa que lo llevó a acusar a Irán del ataque.

La llamada pista iraní se impuso desde el momento mismo del atentado, con el abandono casi automático de otras posibilidades. La participación en la investigación de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos e Israel fue un elemento clave. La presunta utilización de un coche bomba en el atentado fue el otro factor que dirigió la evolución de la causa. El acusado de comprar aquel vehículo fue Alberto Kanoore Edul, un argentino de origen sirio que está imputado desde el inicio del proceso.

Su abogado, Juan Gabriel Labaké, denunció al fiscal Nisman por traición a la patria ante al Procuraduría General (jefatura de los fiscales) 27 días antes de su misteriosa muerte. Público habló con el letrado, que desde el interior de la causa, y con los documentos en mano, ha llegado a otras conclusiones de las que siguió el fiscal.

- ¿Por qué denunció a Nisman por traición a la patria?
- La clave está en un informe secreto confidencial que la CIA entregó a Miguel Angel Toma, por entonces jefe de Inteligencia, en 2002. Está en una caja fuerte del juzgado. Nisman me hizo firmar un acta en el que me comprometía a guardar la confidencialidad del contenido de lo que leí.

- ¿Por qué es clave?
- Es un informe de 150 páginas elaborado por la CIA y el Mossad, como consta en el propio documento. Cuando el ex presidente Eduardo Duhalde asumió en 2002, pidió ayuda al Departamento de Estado pare refinanciar la deuda de Argentina con el FMI, y le insinuaron que arreglara el problema con la CIA, porque con el ex presidente Fernando De la Rúa (1999-2001), por una imprudencia, se había publicado la identidad y la fotografía del jefe de la estación de la CIA en Buenos Aires. La CIA había quedado muy resentida. Duhalde le pidió a su jefe de Inteligencia, Miguel Ángel Toma, que arreglara esto con el entonces director de la CIA George Tenet. El diario La Nación dio la crónica de todo esto. Toma viajó a Estados Unidos, se reiniciaron las buenas relaciones, pero Argentina aceptó investigar el tema AMIA en base a este informe confidencial.

-¿Cómo se instaló en la causa?
- Ese informe vino con la indicación de Tenet de que debía manejarlo exclusivamente el agente de Inteligencia Jaime Stiusso por ser hombre de su confianza. Duhalde había puesto a Stiusso de jefe de contrainteligencia, que tenía en sus manos la sala de espías que pincha los teléfonos, el arma de Inteligencia sucia más importante. Stiusso tradujo el informe, bastante mal por cierto, y en enero de 2003 se lo entregó Toma al juez Juan José Galeano, primer magistrado en la causa AMIA. No alcanzó a hacer casi nada porque lo destituyeron en 2004 [por falsear pruebas]. El siguiente juez, Rodolfo Canicoba Corral, se dio cuenta de la bomba de tiempo que tenía y se hizo el distraído, hasta que a finales de 2004, las instituciones judías en Argentina, la AMIA y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), pidieron que a Nisman lo ascendieran a fiscal general y que le transfirieran las facultades de juez instructor, algo permitido cuando el caso es muy complejo y tiene enorme repercusión pública.

-Así entró Nisman en la causa.
-Nisman llegó a tener 43 empleados, de los cuales 32 son abogados, y un presupuesto casi ilimitado. Con todo eso en la mano, Nisman fue cayendo en la red de Stiusso.

-¿Qué hizo usted?
-Una vez pude leer el informe confidencial en noviembre, lo comparé con el exhorto de Nisman de 2007 que sirvió como fundamento para solicitar la extradición de ocho funcionarios y diplomáticos iraníes. Hay párrafos que son calcados. Esto me llevó a presentar la denuncia contra Nisman. Oficialmente, ese informe forma parte de la causa AMIA, sólo que no está en las carpetas de la causa, sino bajo llave.

¿En qué se basó el exhorto de Nisman?
El exhorto, así como el informe secreto de la CIA, están basados en informaciones que les dan ex agentes del servicio secreto iraní que habían pertenecido a la Organización de los Muyahidines (MKO, llamados también “mujaidines jalk”, N. del E.). Cuando el ayatolá Alí Jomeini hizo su revolución en 1979, los del MKO se adhirieron a la revolución desde la óptica marxista ortodoxa. Cuando le propusieron seguir con acciones violentas, Jomeini los sacó del poder y estos pidieron protección a la CIA, que les armó una base secreta en Irak, cerca de la frontera con Irán, donde la CIA mantuvo, adiestró y financió a 3.000 guerrilleros hasta hace tres o cuatro años, al menos. Son los que hicieron los peores atentados en Irán. Ese grupo ha sido calificado de terrorista por la Unión Europea, la ONU y Estados Unidos, que retiró esa calificación hace poco. La CIA los usó en su informe confidencial y Stiusso los utilizó con nombre y apellido como prueba de la culpabilidad de Irán en el antentado de la AMIA.

-¿Qué alegaban?
– Que dos años antes del ataque se había reunido el Consejo de Seguridad en Teherán y decidieron ahí preparar el atentado. Como estos iraníes habían sido parte de la Savak, el servicio secreto de Irán, los utilizaron para inculpar al país. Pero en ese momento ellos ya habían sido expulsados de la Savak, e incluso uno se había fugado del país por tener una condena penal por cheques sin fondos. Nisman cometió la grosería de usar estos testimonios en su exhorto, y por eso el fiscal iraní se quejó: “¿Cómo usan esto para acusarnos?”

-¿Por qué dirigió su denuncia precisamente contra Nisman?
-Porque si seguía como fiscal, a mi cliente Edul no lo iban a sobreseer nunca. Durante 10 años le demostré su inocencia a Nisman por todos los medios, pero se negó a sobreseerlo. Nisman era el puntal de la CIA, la AMIA y la DAIA para sostener la acusación contra Irán por razones políticas. No permitieron hacer ningún tipo de investigación que no fuera lo estrictamente indicado por el informe de la CIA. Cuando me convencí de eso, presenté la primera denuncia a la Procuraduría General contra Nisman por mal desempeño. Me la rechazaron porque decían que no había ningún delito o irregularidad en su conducta. Pero en ese momento no tenía la prueba del informe de la CIA. Hasta que pude acceder a él. Ya con la prueba en la mano, realicé la segunda denuncia. El art. 215 del Código Penal considera el delito de traición a la patria cuando alguien sigue las indicaciones de un organismo extranjero en desmedro del poder de decisión nacional.

-¿Por qué los servicios de Inteligencia de Argentina iban a permitir semejante injerencia?
El problema es que cuando subió el ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989) al poder, al retorno de la democracia, se encontró con una Inteligencia taponada de militares. Dejó 1200 agentes afuera, que son los que luego le hicieron la vida imposible con atentados y operaciones de prensa. El caso es que le encargó la reestructuración de los servicios de Inteligencia a la Securité francesa y al Mossad israelí. Esto es oficial, no un trascendido. Y ellos dejaron sus propios topos, y también los de la CIA.

-¿Cuál fue la posición del Gobierno de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández ante a la pista iraní?
Hasta 2011, los Kirchner se habían comprometido con la política del Mossad y de la CIA, y por eso lo nombraron a Héctor Timerman como ministro de Relaciones Exteriores, dado que él les hizo ver que como vivió años en Nueva York, y como pertenece al grupo laborista de Simon Peres e Isaac Rabin en Israel, los podía conectar con el American Jewish Committee (AJC), grupo que nuclea a los más poderosos judíos influyentes de Estados Unidos. También podía servir de enlace con la AIPAC, que es la asociación que ellos tienen para que Estados Unidos apoye a Israel. La revista Forward, de la colectividad judía en Nueva York, publicó que a raíz de un viaje de los Kirchner en 2006 a una asamblea del AJC, ambos se reunieron con la directiva y acordaron orientar la investigación de la AMIA estrictamente sobre la acusación a Irán.

¿Qué pasó después?
La presidenta comenzó a sospechar de Stiusso desde enero de 2011, cuando ordenó a Timerman que tomara contacto con su homólogo sirio para que este país le sirviera de intermediario con el embajador de Irán. Comenzaron a abrirse las aguas entre Stiusso y Cristina cuando ella firmó el Memorándum de Entendimiento con Irán en enero de 2013. Es cuando él comenzó a preparar acciones psicológicas contra el Gobierno. Stiusso, que no es ningún tonto, armó una red en donde los jueces dependían de él, no del poder Ejecutivo. Mientras las cosas fueron amablemente bien entre él y los Kirchner, no hubo problema. Todos los juicios que comenzaron a activarse contra la presidenta surgieron cuando desde la Secretaría de Inteligencia (SI) Stiusso empezó a fogonearlos.

-¿Qué motivó al Gobierno la firma del Memorándum con Irán?
No me atrevo a dar una respuesta categórica. Puede ser un guiño a Estados Unidos, que en ese momento comenzó una sutil aproximación a Irán con el actual presidente Hasán Rouhaní. En segundo lugar, el tema de la acusación contra Irán se ha pulverizado. Después de mandar su exhorto a Irán pidiendo la extradición de los ocho funcionarios iraníes, Nisman dijo que este país nunca le había contestado, lo cual es una flagrante mentira. Irán contestó en 2008 destruyendo en 37 páginas la argumentación del fiscal y pidiendo pruebas. Nunca las recibieron.

-Usted también denunció a Nisman por abuso de autoridad y falsa denuncia.
-Nisman hizo un segundo dictamen hace dos años, acusando a diez países latinoamericanos de tener células terroristas iraníes dormidas. Sumando todo, además, hay discriminaciones contra los musulmanes más que probadas.

-¿Qué ganaba Argentina desviando la investigación?
– La Argentina está atada a la política norteamericana desde el derrocamiento del expresidente Juan Domingo Perón. Nunca pudo tener de nuevo una política independiente en el exterior. Nosotros tenemos una dependencia desgraciadamente cultural respecto a Estados Unidos. No hace falta que nos presione con nada. La gente comunmente lo acepta. Desde la crisis de 2001 en adelante, la admite con el argumento de que estamos muy débiles, lo cual es cierto. Pero se podría trazar igual una estrategia para irse liberando poco a poco de esa tutela.

-Pero el Memorándum de Entendimiento con Irán le ha causado a Cristina muchos problemas.
-Charlé con ella en octubre y le saqué el tema AMIA. Me pareció ideológicamente convencida de que había que dar un viraje. Quizás lo han hecho muy torpemente porque además tienen las manos sucias, vienen de relaciones carnales redivivas con Estados Unidos e Israel, pero me parece que en ella hay una cuota de decisión ideológica de realineamiento en esta jugada.

-¿Qué razón de ser tendría el atentado a la AMIA?
-Nuestra sospecha es que se hizo por peleas internas de Israel para terminar con las tratativas de paz entre el exprimer ministro Isaac Rabin y el entonces presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Yaser Arafat, pero lo usaron en un primer momento para inculpar la línea Irán-Siria-Hezbollah-Edul, mi cliente. Yo intervengo en la causa para defenderlo, porque lo acusaron de comprar la furgoneta que supuestamente explotó en la AMIA, y de armarla con explosivos.

-¿Una masacre para detener a Rabin?
– Argentina tuvo dos atentados: la explosión a la embajada israelí se produce en marzo de 1992, y la explosión en la AMIA, en julio de 1994. Al año de los acuerdos de Madrid entre Arafat y Rabin en 1991, explotó la embajada. Dos años después, explotó la AMIA, y año y medio después, lo mataron a Rabin. Entre medio, hubo 11 atentados más, todos en una línea de amedrantamiento contra Rabin. A los dos meses del atentado a la AMIA, Rabin firmó el acuerdo de paz con Jordania, que era preparatorio del acuerdo final “Paz por territorios”: los palestinos recibían los terrenos sustraídos en la guerra de 1967, y garantizaban a cambio la tranquilidad del Estado de Israel.

-¿Quién quiso impedirlo?
-Los sectores derechistas ultrarreligiosos israelíes, que por entonces se agrupaban en el movimiento Gush Emunim. Un activista de este grupo fue cooptado por un sector del servicio secreto israelí Shin Bet, dedicado a la seguridad interior, para matar a Rabin. El detalle es que en cada aniversario de la muerte de Rabin, el grupo del actual primer ministro Benjamin Netanyahu va a rendirle homenaje al asesino de Rabin.

-¿Qué pasó con el atentado a la embajada israelí en Buenos Aires?
– Tiene la misma estructura que el atentado a la AMIA, por la organización logística y por el encubrimiento. El ataque a la embajada no se produjo con coche bomba sino con explosivos colocados dentro del edificio. Pero cuando la policía comenzó a estudiar la explosión interna, el jefe de seguridad de la embajada (Roni Gorni. N. del E.) se presentó en comisaría y presionó para que se tomara como única pista de investigación el coche bomba. Esto lo descubrió el secretario penal de la Corte Suprema, Alfredo Bisordi, que fue a la comisaría intempestivamente al día siguiente del atentado, y se encontró al jefe de seguridad.

-La Corte intervino en la investigación de ese ataque.
Como había una discusión de si hubo coche bomba o no, la Corte le pidió a la Academia Nacional de Ingeniería una pericia por digitalización computarizada. Determinaron que la explosión fue adentro de la embajada, pero como la misma embajada protestó, la Corte citó en una audiencia conjunta a los peritos de la Federal y de la Gendarmería, que sostenían que el ataque fue con coche bomba, y a los de la Academia. (Israel no dejó venir a su perito policial, Jacob Levy, que había dictaminado la inexistencia de un coche-bomba. N. del E.) Los peritos de esta institución destrozaron la argumentación de la Gendarmería y de la Federal, y la Corte declaró públicamente una nueva pista de investigación hacia la explosión interna, sin abandonar la del coche bomba. El por entonces embajador Itzhak Avirán tomó el micrófono en un canal de televisión y dijo que si hacían eso, lo considerarían un acto claro de antisemitismo y promoverían un juicio político a la Corte. Ésta cedió, y en 1998 declaró que no se podía determinar quién produjo el atentado, pero que había sospechas de que fue un grupo de la yihad islámica. Un año después, de manera secreta, esa declaración de la Corte se transformó en un fallo, y el caso quedó archivado. La embajada, entre tanto, nunca pidió la producción de ninguna prueba.

-¿Qué sucedió en la AMIA?
En la AMIA sucedió lo mismo. No había coche bomba, ni cráter en la vereda [acera]. Los periodistas Jorge Lanata y Joe Goldman escribieron el libro Cortinas de Humo en el que se recoge el testimonio de once testigos que no vieron ninguna camioneta estrellarse contra el edificio. Con la explosión, los muebles del departamento vecino a la AMIA se corrieron hacia la ventana que daba hacia la calle, y no al revés. Si hubiera existido el coche bomba, el edificio de enfrente habría sufrido más daños de los que tuvo. La forma en que se desploma parte del edificio también es elocuente para llegar a esta conclusión.

- ¿Quién investigó aquello?
– El ex presidente Carlos Menem, en una actitud inédita y por única vez en la historia del país, trazó una línea imaginaria alrededor de la AMIA, y por decreto presidencial, cedió ese perímetro como lugar de competencia para que investigaran el Ejército israelí, el Mossad, el FBI y la CIA. Nuestra Gendarmería y la Policía tuvieron que ponerse a las órdenes del Ejército israelí y del FBI. En esas condiciones, un militar de Israel caminando entre los escombros, se encontró con un motor con el número de fabricación intacta.

- Se mantuvo la tesis del coche bomba.
– El sionismo en Argentina presionó lo suficiente para que fuera la única pista de investigación . El juez Galeano, en 1996, dudó de la existencia del coche bomba y le pidió al director del Instituto de Estructura y Explosivos de la facultad de Ingeniería de Tucumán, el Dr. Rodolfo Danesi, que hiciera una pericia por computación digitalizada, la cual determinó que el explosivo, de entre 300 a 400 k de amonal, estuvo dentro de la AMIA a metro o a metro y medio desde la puerta de entrada.

- ¿Quién cree que está detrás del atentado?
– Por quien encubre y por la forma de comportarse de Israel, creo que fue el mismo sector de Sin Beth el que produjo el atentado. Dos horas después del ataque, el departamento de Estado israelí le comunicó a nuestra embajada en Washington que los responsables eran Irán y Hezbolá.

-¿Qué interés podrían tener en atentar contra una comunidad judía?
– Estados Unidos ha usado el atentado a la AMIA para culpar a Irán de ser terrorista. Israel, en su insistencia ante Estados Unidos de atacar a Irán preventivamente, usó como casus belli el tema de la AMIA. Hasta once veces ha venido un embajador o un alto cargo de Israel a decir que fue Irán. En tres de ellas, han dicho que tenían pruebas. Yo le pedí a Canicoba y a Nisman que presentaran esas pruebas. Los dos exhortaron diplomáticamente a Israel, pero nunca hubo respuesta.

- Dígame al menos un par de certezas sobre la responsabilidad de Israel en el atentado.
– En derecho se parte de una investigación criminalista en base a dos supuestos: a quién beneficia y a quién encubre. A quién beneficia es el primer sospechoso. El encubridor sabe quién es el encubierto y es también sospechoso. En ambos casos, Israel está de por medio.

- ¿Y cuál es su propio interés en el caso?
– He perdido clientes por defender a un ciudadano de origen sirio. Soy político, y se me han negado todos los accesos a la prensa. Nadie quiso publicar mi libro Amia Embajada, ¿verdad o fraude?, ni distribuirlo, ni venderlo. Mandé ejemplares a 153 periodistas de grandes medios de comunicación y nunca tuvo eco.
Mi interés, al margen de defender a Edul –lo hago gratis, porque lo han fundido económicamente con esta acusación— es intentar liberar a Argentina de este pegajoso tema. Mientras nosotros no solucionemos esto, mientras no levantemos la acusación de que no hemos querido investigar lo de la AMIA, nos van a ligar al conflicto de Medio Oriente.Y esto ha servido en Argentina para crear el clima de que se está protegiendo a Irán. Y cabalgando sobre esto, desestabilizan un Gobierno. El problema es que, en realidad, desestabilizan al país.

http://www.publico.es/internacional/denuncie-nisman-dias-muerte.html



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Comentarios (2)

Judith 01/02/2015 a las 4:37 pm
No conozco mucho de lo que dice y me interesa sumamente leer otras opiniones, pero decir que el atentado de la AMIA fue llevado a cabo por el Shin Bet, es ridículo y siniestro.

Responder ↓
Juan José SalinasJuan José Salinas 03/02/2015 a las 1:37 pm
Estimada Judith: Hay quien lo dice, no soy yo. Tengo claro que el atentado fue cometido por mercenarios locales reclutados desde el entorno del presidente Menem. Pero eso no quita que el Shin Beth no tenga que dar muchas explicaciones, ya que es el encargado de custodiar las embajadas, y en la de Buenos Aires, que estaba en refacciones, no sólo las medidas de seguridad eran nulas (como me dijo un contratista y ratificó Dalila Dujovne) sino que estaba programada una reunión regional de este servicio que a último momento e inexplicablemente se pasó al hotel Sheraton, como le dijo tiempo después el canciller Gudo Di Tella a La Nación. Y fue por eso que ni al jefe de seguridad, Roni Gorni, ni a sus subordinados, les pasó nada. Y te recuerdo, Judith, que fue Gorni quien, contra toda lógica, apretó al comisario de la seccional 15º (Meni Battalglia creon que se llamaba) con que la Federal tenía que dictaminar que había estallado un coche-bomba… contradiciendo los dichos del jefe de la PFA, comisario general Jorge Luis Passero, el más elemental sentido común (el frente de la Embajada se desplomó hacia afuera, lo que ratificaba los dichos de Passero acerca de que el epicentro de la explosión había estado adentro) y el inminente dictamen del policía experto en explosivos que envió Israel, Jacob Levy, que estimó que no había habido coche-bomba) e inagurando así la supuesta existencia de vehículos-bomba que nadie vio ni antes de su explosión ni después, fenómeno que sólo se registro -¡dos veces!- en Buenos Aires

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