El imperio no se va

El imperio estadounidense en franca decadencia va a apelar a todo lo que tenga a mano para retener su poder que aún es inmenso. El avance de China es un alerta que con medidas tradicionales ya no puden detener y la guerra que ha sido el recurso de expansión determinante en el último siglo puede tomar escala planetaria de ser necesario porque está en juego el control de la economía mundial, ni más ni menos y esto amerita tomar cualquier riesgo, hasta el de perderlo todo. Desiciones tomadas a la ligera (o no tanto) por quienes seguramente estarán conforables mirando por TV mientras otros muchos, millones seguramente pondrán el cuerpo, la unidad de medida más frágil de estas catástrofes.
IXX-2014

**

martes, 6 de mayo de 2014
GUERRA PLANETARIA.

La impulsa (con esa cara de bueno) el presidente Obama. El tiro le puede salir por la culata

Escribe  Montserrat Mestre:
La periodista iraní residente en Barcelona, Nazanín Armanian, analiza la ofensiva emprendida por el gobierno de Obama por el control planetario.
El objetivo: evitar alianzas que puedan debilitar el poder de los EEUU y controlar el flujo del comercio mundial, en especial el de energía  y que el dólar siga siendo la moneda de las transacciones internacionales.
La estrategia: 1) conseguir involucrar a Rusia en una larga guerra de desgaste en Ucrania, cocinarle nuevos golpes de estado en ex repúblicas soviéticas con las que tiene fronteras, convertir a Chechenia en la meca de los terroristas islámicos, promover la creación de un estado islámico sunita desde el Caspio hasta el Mar Negro, reabrir el conflicto bélico en Osetia del Sur (probablemente en septiembre cuando Georgia entre en la OTAN), 2) no permitir la integración económica Asia-Europa, obligar a la UE a renunciar al gas ruso y a comprar el gas de esquisto, 3) contención y enfrentamiento con China: convencer a todos sus vecinos de que ingresen en la OTAN, usar a Japón para enfrentarse a China, cortarle el abastecimiento energético (intervención en Libia, Sudán), desestabilizar el país mediante el terrorismo utilizando a los musulmanes de China de las regiones fronterizas con Afganistán y Pakistán (recordar el atentado en la estación de tren de Xinjiang) y acciones bélicas que incluirían ataques con misiles para destruir infraestructuras chinas (operación AirSea Battle publicada por The Wall Street Journal).

Nazanín Armanian afirma que tanta avaricia va a romper el saco, es decir que el Imperio fracasará estrepitosamente porque los acosados se unirán para hacerle frente. Que todos los dioses la oigan.




La ofensiva simultánea del intrépido Obama contra Rusia y China



Nazanín Armanian / Público.es
Ni en sus mejores años de imperialista Washington se había atrevido actuar como un suicida: mientras planea un enfrentamiento directo con Rusia en Ucrania, Barak Obama visita a sus aliados asiáticos ─Japón, Corea del Sur, Malasia y Filipinas─, en el marco de su política del "Regreso a Asia", para contener el avance de China en el mundo.La batalla discurre entre China y Japón (¿o EEUU?) por el control del estratégico Mar Oriental de China (reclamado por Pekín casi en su totalidad), que además de ser  ruta del suministro de energías y otras mercaderías,  es el depósito de grandes recursos naturales, gas y petróleo; por la soberanía de las rocas militarizables Diaoyu/Senkaku, y también por el  Estrecho de Malaca que une el Mar de China Oriental con el océano Indico y Europa (ver: Y ahora, a por China). EEUU con su propaganda anti-china (país que carece de bases militares en extranjero) pretende asustar a sus vecinos, y así reforzar las instalaciones militares que posee en la región, además de ejercer presión sobre dichos países para que ingresen en la OTAN.

Se trata del avance de los llamados "cazadores de dragones" de la administración Obama sobre los "amigos de la Panda": contención y enfrentamiento en vez de acuerdos con el gigante asiático.

Hasta el momento, Washington se había centrado en cortar el suministro de  energía a su rival económico ( desde Libia, Irán o Sudán, entre otros). Sin embargo, ahora está dibujando posibles opciones  de una guerra:  según The Wall Street Journal, bajo el nombre AirSea battle, el Pentágono planea  aumentar  las operaciones de vigilancia cerca de China, desplegar cazabombarderos y usar misiles para destruir la infraestructura militar del enemigo y enviar un portaaviones al Estrecho de Taiwán.  Este diario oculta que Washington, además, suele utilizar a los grupos terroristas para desestabilizar el país caído en desgracia: del mismo modo que la masacre ocurrida estos días en Ucrania por una turba criminal coincidió con la presencia de John Brennan, el director de la CIA, y Joe Biden, el vicepresidente de EEUU, en Kiev, el atentado en una estación de tren en Xinjiang, la región musulmana de China, fronteriza con Afganistán y Pakistán (ambos aliados de Washington), tuvo lugar después de la gira de Obama por Asia.

Pinza desde el Cáucaso

La línea roja autoimpuesta por Moscú de que consideraría "el ataque a los ciudadanos rusos en Ucrania como un ataque a la propia Rusia",  puede convertirse en una trampa mortal para Putin. Es justo lo que busca Washington: involucrarle en una larga guerra de desgaste en Ucrania para así tumbar su economía, dañar su peso en las relaciones internacionales (ahora que se había convertido en mediadora de los conflictos como el de Irán y de Siria), parar el proceso de la mejora de sus relaciones con los Estados exsoviéticos, privar  a la Vieja Europa de un sólido socio comercial (y venderle su excedente de gas de esquisto), obligarla a participar en las sanciones económicas contra Moscú e incluso entrar en guerra contra su proveedor de gas, y ¿cómo no?  dar un nuevo protagonismo a la OTAN. El Pentágono va a desplegar más paracaidistas en  Polonia, Estonia, Letonia y Lituania,  enviará un  buque de guerra al Mar Negro y en unos meses realizará la maniobra Operación Trident con Ucrania.

Putin puede pedir la presencia de las fuerzas de paz internacionales para proteger a los civiles ucranianos, sean rusoparlantes o no (ver:  EEUU planea desmantelar la Federación Rusa), y prestar atención a Siria o a otras fronteras de su país ─como Georgia, socio de Occidente─, desde donde se están cocinando nuevos golpes.

La muerte en enero pasado del autoproclamado emir del Emirato del Cáucaso, el terrorista checheno  Doku Khamatovich Umarov, , ha dado lugar a dos hechos destacables:

1) Que su sucesor es un daguistaní llamado Alí Abú-Muhammad, quien está convirtiendo un movimiento nacionalista checheno a uno islamista y por lo tanto puede acoger a miles de yihadistas de otras nacionalidades.

2) Ya no se trata de islamizar el Cáucaso Norte y la independencia Chechenia, sino el establecimiento de un Estado autónomo islámico sunita desde el Mar Negro hasta el Caspio.

Con el objetivo de socavar la seguridad nacional de Rusia, están actuando contra  los gaseoductos, redes de transporte y lugares turísticos en el interior de  la Federación Rusa. Este grupo coopera con el Frente Al Nusra de Siria y los muyahidín de Tatarstán, ambos en línea de Al Qaeda.

La disputa entre Rusia y Georgia por la soberanía  de Abjasia y Osetia del Sur sigue abierta y en cualquier momento puede convertirse en un nuevo conflicto bélico, esta vez, quizás después del próximo septiembre cuando Georgia se haya convertido en un miembro de la OTAN.

***

Lo que llama la atención en los últimos escenarios tensos son: la presencia del factor gas-petróleo y sus rutas, de unos individuos con banderas patrióticas, nacionalistas o religiosas, y de unos tratados de defensa mutuo entre EEUU y algún vecino del país acosado: Polonia, limítrofe con Ucrania; Turquía, que comparte frontera con Siria y el Cáucaso; y Japón, en las proximidades de China.

EEUU pretende impedir la integración económica entre Asia y Europa (Ucrania iba a hacer de enlace entre la Unión Euroasiática y la UE), hacerse con el control del flujo de energía en el mundo y que ésta sea comercializada en dólares. Los oponentes serán castigados duramente.

Barak Obama, al que los Neocon acusan de analfabeto en la política internacional,  se ha lanzado a una hazaña titánica, jugando con China a la ruleta rusa.

La avaricia volverá a romper el saco, al igual que la miopía política de la Casa Blanca reforzará las relaciones militares entre China y Rusia (a la vez que la alianza EEUU-UE se debilita en estos conflictos). Esos países ya preparan unas maniobras navales conjuntas en el Mar Oriental de China para finales del mayo, entre otros proyectos defensivos.

http://blogs.publico.es/puntoyseguido/1595/la-ofensiva-simultanea-del-intrepido-obama-contra-rusia-y-china/

Entradas populares de este blog

El antigal

Jornada de reflexiòn - La fiesta del monstruo (La tecla Ñ)

Un viaje hacia el fin de la noche (señales)