Sobre la propaganda privada

Nota en construcción...

Nos hemos acostumbrado a las acusaciones airadas en contra de los gobiernos por manipular la opinión (dicen los opositores de turno) utilizando el aparato estatal y el poderío de su alcance para llegar a grandes masas de población con mensajes unilaterales. Justamente de eso se trata la propaganda aunque la Real Academia no la define como propiedad exclusiva de un estado (ver comentario más abajo).
Pero el uso desmedido de la comunicación en cualquiera de sus formas no es exclusivo de los estados, y a la vez tampoco es garantía de neutralidad la supuesta independencia que argumentan aquellos que se autodenominan independientes.
Es decir que así como un estado puede utilizar recursos propios como las cadenas nacionales de comunicación, también cuenta con el apoyo de los medios afines (oficialistas u oportunistas) pero esto no significa que su mensaje sea hegemónico, al menos no necesariamente, tal como lo observamos en los países de Sudamérica en la última década en los que gobiernos populistas se ven enfrentados por grandes corporaciones económicas internacionales a través de sus brazos mediáticos que a menudo tienen más audiencia que los propios gobiernos.
A lo largo de décadas las megacorporaciones transnacionales se han dedicado a contruir alianzas estratégicas con el apoyo de instituciones, gobiernos poderosos, grandes grupos económicos, intelectuales de diversas especialidades, educadores y han establecido una manera de pensar y un entramado comunicacional que la sostiene y revalida permanentemente. Por ejemplo un medio opositor a un gobierno puede hacer referencia a una nota crítica publicada en un medio extranjero y no hace falta mucha investigación para descubrir que el verdadero origen de la nota es aquel cuyo verdadero interés es presentar la opinión aunque argumentando que lo dice otro.
Se construye, se forma conciencia, se refuerza a diario en pequeñas dosis, al cabo se orada la imagen de los políticos o gobiernos indeseables y todo con el apoyo de la gente, todo aparentemente de manera honesta y transparente. Pero la propaganda de un estado es honesta al menos en el sentido que se sabe quien está detrás, se conocen sus intenciones y se puede estar de acuerdo o no pero sabiendo qué se pretende a través de la comunicación. En cambio los medios con su pretendida y supuesta vocación de informar engañan al espectador-consumidor porque le dicen que son independientes, le dicen que cuentan la verdad y que son imparciales. Ocultan que pueden estar representando no tan solo los intereses propios del medio sino de grandes corporaciones y transnacionales a quienes responden. Dificilmente expliciten quienes son sus verdaderos dueños e inversores, o presenten al público alternativas que le permitan evaluar la veracidad, objetividad o alternativas a las opiniones expresadas.
Pero vamos a suponer que un medio es absolutamente honesto y expresa su ideología, por ejemplo se reconoce opositor, aún así, desde la oposición debiera ser fiel a su compromiso con la objetividad, con la verdad, pero ¿Que ocurre cuando se publica información falsa y no se lo reconoce o se corrige? ¿Qué cuando se magnifica una noticia por simple oportunismo? ¿Y cuando se daña la imagen de alguien con falsedades e infamias?
El poder de los medios es inmenso y muy difícil de revertir. cuando se echó a rodar una especie rara vez se podrá enmendar pero eso no es lo que importa, sino esclarecer que los medios, públicos o privados utilizan su poder como propaganda. Ya basta del mito de propaganda pública y comunicación privada. Todos tienen intereses, todos intentan llevar agua para su molino, todos manipulan y todos o casi todos lo ocultan. Es nuestra responsabilidad descubrirlos.
Pero quiero reforzar un punto y es que justamente por su ocultamiento, por falsaria y perversa la más traicionera, es la propaganda privada, sea del signo que sea, porque aún a sus propios seguidores les oculta sus verdaderas intenciones.

IXX - 2013



Notas:

De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española:

propaganda: (del latín propaganda, que ha de ser propagada).
1. f. Acción o efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos o compradores.
2. f. Textos, trabajos y medios empleados para este fin.
3. f. Congregación de cardenales nominada De propaganda fide, para difundir la religión católica.
4. f. Asociación cuyo fin es propagar doctrinas, opiniones, etc.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados


Extraemos de Wikipedia:

La propaganda es una forma de comunicación que tiene como objetivo influir en la actitud de una comunidad respecto de alguna causa o posición, presentando solamente un lado o aspecto de un argumento. La propaganda es usualmente repetida y difundida en una amplia variedad de medios con el fin de obtener el resultado deseado en la actitud de la audiencia.
De modo opuesto al suministro de información libre e imparcial, la propaganda, en su sentido más básico, presenta información parcial o sesgada para influir una audiencia. Con frecuencia presenta hechos de manera selectiva y omite otros deliberadamente para sustentar una conclusión, o usa mensajes manipulados para producir una respuesta emocional, más bien que racional, respecto de la información presentada. El efecto deseado es un cambio en la actitud de una audiencia determinada acerca de asuntos políticos, religiosos o comerciales. La propaganda, por lo tanto, puede ser usada como un «arma de guerra» en la lucha ideológica o comercial.
Mientras que el término «propaganda» ha adquirido en algunos casos una connotación sumamente negativa debido a los ejemplos de su uso más manipulador y chauvinista (p.e. la propaganda nazi para justificar el llamado «Holocausto» o la propaganda estadounidense para justificar la guerra contra Irak), el sentido original de la palabra era neutro y se refería a usos generalmente benignos o inofensivos, tales como las recomendaciones de salud pública o las mensajes que incentivan la participación política, entre muchos otros.
Cuando la propaganda tiene como fin el promover el consumo y las ventas de bienes o servicios, es llamada publicidad. Debido a que este último campo de la actividad comunicativa es muy amplio y extendido, generalmente se prefiere darle al término propaganda un significado más restringido a los ámbitos ideológico, político o religioso.

Armada Invencible (propaganda antiespañola)


Es un término de origen inglés, para referirse a la Empresa de Inglaterra de 1588 proyectada por el monarca español Felipe II para destronar a Isabel I de Inglaterra durante la Guerra anglo-española de 1585-1604.

Felipe II dispuso la formación de una flota que llamó Grande y Felicísima Armada cuya misión era facilitar el traslado desde Flandes a los Tercios españoles, los cuales serían los encargados de invadir la isla. Esta invasión no pretendía la anexión de las islas británicas al Imperio español sino la expulsión de Isabel I del trono inglés, y respondía a la ejecución de María Estuardo, a su políticaanti-española de piratería y de la Guerra de Flandes. Debía mandarla el almirante de Castilla Don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, pero murió poco antes de la partida de la flota, siendo sustituido a toda prisa por Alonso Pérez de Guzmán (VII duque de Medina-Sidonia), Grande de España. Estaba compuesta de 127 barcosque partieron de España, y de ellos, 122 barcos penetraron en el Canal de la Mancha.

La armada española fracasó en su misión fundamentalmente a causa del mal estado de la mar durante su travesía de retornolos medios y la cartografía de la época. Sin embargo la tradición, fuertemente arraigada en el mundo anglosajón y popularizada por él, sostiene que fue directamente la flota inglesa quién derrotó la armada de España en combate, incluso aniquilándola, pero hoy se conoce que se trataron de naufragios en su mayoría ocasionados por la meteorología, y que tres cuartas partes de las naves (87 barcos) de la gran armada regresaron finalmente a salvo a puertos españoles, aunque efectivamente se frustró su misión de transportar desde Flandes los tercios españoles para la invasión de Inglaterra.

El regreso fue bordeando Escocia y después Irlanda. La falta de víveres y de agua, las tormentas y las enfermedades causaron muchos más daños que los combates anteriores. En la batalla con los ingleses fallecieron unos 1.500 hombres y unos 18.000 hombres en recorrido de vuelta a casa. Sólo llegaron unos 10.000 hombres del total de 30.000 que partieron de Lisboa.

La denominación "Armada Invencible" es acuñada en Inglaterra, y fue aprovechada por la propaganda anti-española para emplearla en la Leyenda Negra (El diccionario de la Real Academia Española define leyenda negra como «opinión contra lo español difundida a partir del siglo XVI» y como «opinión desfavorable y generalizada sobre alguien o algo, generalmente infundada».



Caricatura del holandés Theodor de Bry (1528–1598) mostrando la supuesta quema de indios en América. La obra de Theodor de Bry es característica de la propaganda anti-española que surgió en países protestantes como Holanda y el Reino Unido a finales del siglo XVI a raíz de la fuerte rivalidad comercial y militar con el Imperio Español.





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