deshauciados? por Ivo Xavier Diez
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IXX (2012)
En los últimos días la presidenta de la nación realizó una serie de presentaciones públicas en el marco de una gira por los EEUU y entre sus actividades destacan la presentación en la asamblea de Naciones Unidas, las entrevistas con autoridades de países como Irán con el cual hay una situación de conflicto desde hace años y que es de una gran importancia para el comercio exterior argentino, una presentación en la universidad de Georgetown con motivo de inaugarse allí una cátedra sobre Argentina.
Ayer, 27 de setiembre de 2012, la presidente de Argentina se presentó en la universidad de Harvard a dar una charla y a posteriori se anunció que daría lugar a las preguntas de los estudiantes a modo de conferencia de prensa. Esto es en realidad lo que dio gran repercusión en la prensa nacional a la visita porque se enmarca en el ambiente de disputa entre gobierno y oposición mediática.
La llegada de la mandataria se retrasó, ella explicó que a causa del tránsito, y se transmitió en Argentina en horario central (no en cadena) por al menos dos canales de TV.
Hubo algunas desprolijidades como errores del presentador que tenía algunos datos erróneos que en realidad fueron presagio de otros fallos e lo largo de la conferencia. Por ejemplo confundió a Eva Perón con Isabel Perón, y dio una fecha equivocada con respecto al nacimiento de Cristina Fernandez.
La disertación fue como las que habitualmente brinda la presidente con soltura y hasta algo de sobreactuación típica argentina, quiero decir sin el acartonamiento y la solemnidad que acostumbran mostrar los mandatarios en estas circunstancias mas alla de querer mostrarse cercano a un público joven universitario.
Cuando llegó el momento de las preguntas (tan esperado y promocionado) se puso en práctica el método preanunciado de una lista de paricipantes que debían ser breves y concisos, se les exigió que finalizaran su intevención con una pregunta y así lo hicieron.
Con más o menos soltura pasaron las preguntas mayormente de estudiantes argentinos de Harvard y con tono muy local (de Argentina) que llevó incluso a reprimendas de la presidenta e incluso casi al reproche por las condiciones (estudiantes en el extranjero cuestionando las dificultades para viajar o para comprar dólares) o por las inseguridades cuando alguno se limitó a leer su pregunta de un "machete".
Todo quedó más claro cuando un estudiante al presentarse preanmunció que sería criticado por no seguir las consignas? mandato? previos y allí Cristina se largó a reir (la tenía en bandeja) y explicó que estaba enterada de cadenas de mails, de lobby de medios y de asistencia de periodistas para armar los cuaestionarios, este alumno salió de la rutina (en el sentido amplio) y preguntó por la visión respecto de los compromisos sociales.
Cuando un alumno comienza su camino universitario aprende casi como una condición una regla académica básica: fundamentar lo que se afirma y hacerlo en base a fuentes confiables, fidedignas. Esto que parece menor fue totalmente desatendido por la mayoría casi absoluta de los preguntadores allí, en Harvard. Tratándose de una universidad de perfil económico faltaron preguntas de economía y en una disertación sobre política las preguntas vcersaron sobre medios, periodismo, comunicación y corrupción. Hasta allí no estaría mal pero curiosamente los datos que manejaban los futuros dirigentes y/o formadores allí presentes provenían de fuentes periodísticas, rumores, datos falseados a tal punto que hasta preguntaron en los mismos términos empleados por la oposición mediática al gobierno actual.
Los pibes allí presentes desperdiciaron una oportunidad de aprender algo y de sumar experiencia, se dejaron manipular por presiones de vaya uno a saber quienes y demostraron ser muy poco como alternativa futura para el recambio de la dirigencia de derecha si es que so pretenden.
No supe realmente si alegrarme o apenarme. La derecha así no tiene opción, no sale del pozo y demuestra claramante a través de sus futuros cuadros porqué desde hace más de un siglo que no puede llegar legítimamente al poder en la Argentina, desde la década infame de los años treinta con el fraude al disfraz detrás del menemismo pasando por todas las dictaduras del siglo XX la derecha sigue sin encontrar la forma política de acceder al poder.
Tal vez por esto la furia en las calles golpeando cacerolas y los medios como ariete de las corporaciones porque la gente misma está desorientada, no sabe más que de asaltos al poder.
Hace unos días una de las pantallas en las redes sociales detras de las cuales se ocultan los convocantes y agitadores que promueven las marchas de protesta le distribuyeron a los interesados un gráfico más que elocuente. Allí se indica que deben concurrir sin hablar con los medios opositores (aclaro que para los madios afines dijeron las mismas barbaridades), solo llevar consignas escritas y se grafica un cartelito a modo de ejemplo recomendando no insultar ni hablar de dinero, por último se recomienda un uniforme (no no se trata de camisas pardas) solamente remera blanca y pantalón oscuro. Esta guía de comportamiento ciudadano parece imprescindible en energúmenos que han demostrados ser verdaderamente impresentable y al igual que su principal y único referente requieren un lavado de imagen y mantener la boca cerrada.
En ambas intervenciones, en Harvard y en los cacerolazos hay un mismo agitador y una sola fuente de inspiración: la oposición mediática. En tiempos de hipercomunicación es casi inevitable que el pensamiento se forme desde los comunicadores pero es lamentable que que no se pueda despegar ni aún en los niveles más altos del aprendizaje. Se podría decir que se ha precarizado la formación política de ciertas ideologías y que deberán esforzarse por tomar distancia de los brujos que les danzan alrededor y buscar alternativas.
IXX (2012)
