Golpes ¿blandos?

Golpes son golpes y la derecha ha vuelto a demostrar en Paraguay que no vacila en utilizar cualquier medio para hacerse del poder así como también pone de manifiesto una vez más el destino trágico que esta ideología encarna para los pueblos de latinoamérica.

IXX (2012)






Una  vez más se valen de la fuerza para encumbrarse. ¿Cuántos golpes de izquierda se recuerdan en América latina? ¿y cuántos de derecha? y por si esto fuera poco, han encontrado la manera de que su fuerza sea ya no solamente el ejército sino también la economía, el sistema constitucional al cual manipulan a su antojo (un sistema liberal por cierto), los medios como propaladores de ideología y hasta los propios principios ciudadanos que han sabido formar en las últimas décadas.

Siempre con el apoyo de potencias extranjeras se valen ahora de la opinión pública haciendo uso de principios democráticos para decir que como en el caso de Paraguay "el golpe es para evitar un golpe" que supuestamente el propio ex.presidente ahora derrocado mediante un sumarísimo juicio político estaría tramando en contra del mismísimo pueblo.

Es claro que todo esto no sería posible sin la logística mediática, sin apoyo desde el "extranjero" y sin la confabulación interna de los sectores más poderosos que son siempre los favorecidos con estos movimientos intestinos.

Para la derecha es natural estar en el poder y es incómodo no ejercerlo, tener que someterse a supervisión, ser controlados y compartir (al menos una parte) de sus riquezas. ¿Por qué hacerlo si lo pueden tener todo? ¿Y si además cuentan con adherentes dentro y fuera del país? Los defensores del nuevo gobierno dicen que el pueblo está en calma y esto es suficiente señal como para que el resto de los países acepten sus cambios. También es cierto que los ajustes solo tienen como límite la tolerancia de los propios ajustados. Qué triste es que los pueblos sumidos en la miseria y la falta de educación se vean resignados al destino que les toca como si creyeran que seguir con su ritmo cotidiano fuera suficinte para asegurarse un destino mientras otros se relamen ante las riquezas cada vez más grandes y menos repartidas.

IXX (2012)