El marxismo y la democracia

Marx y Engels no abordaron de forma particular, en tratado aparte, el problema de la democracia; sin embargo, en sus trabajos tempranos y maduros aparecen análisis importantes sobre la misma, que se proyectan en tres dimensiones esenciales. En primer lugar, la crítica a la falsedad de la democracia burguesa, que quiere presentarse como la abanderada de la igualdad, de los derechos de los ciudadanos y de la libertad. En segundo lugar señalan los límites de la democracia burguesa como escenario de lucha del proletariado. En tercer lugar destacan las características de la democracia socialista cuya esencia es significativamente la dictadura del proletariado.
En lo que respecta a la primera de las dimensiones a la que hacemos referencia, en los trabajos tempranos de Marx, éste pone el acento en el análisis de la democracia burguesa y su naturaleza ideológica, y conceptualmente ya fija sus primeras nociones sobre la temática. Así, en La crítica de la filosofía del Estado de Hegel señala: "En la democracia, la constitución misma debe aparecer como una determinación de los intereses del pueblo. En la monarquía, tenemos el pueblo de la constitución, en la democracia, la constitución del pueblo".
Aquí ya Marx apunta, en fecha tan temprana como 1843, una idea cardinal: la esencia de toda democracia plasmada en el derecho a través de la constitución es responder al pueblo.
Marx concibe a toda forma de Estado no democrático y no representativo de los reales intereses populares como una enajenación de la justicia y de la verdadera libertad, como una negación sustancial de los intereses que debe representar y, por tanto, como una antítesis de la real y verdadera democracia. En tanto poder para la mayoría y por la mayoría y dirigido esencialmente a satisfacer sus necesidades materiales y espirituales deviene en la máxima manifestación de la democracia, ya que se plantea como esencialidad de su accionar luchar por la igualdad social, eliminar las diferencias de clases y del propio Estado y el logro supremo de la desalienación del hombre.
Él concibe al socialismo y más tarde a la sociedad comunista como la expresión suprema de la realización plena del hombre de todas sus aspiraciones materiales y espirituales; por eso, para el propio ascenso del progreso material fundamentado en el desarrollo inusitado de las fuerzas productivas que tenía su apoyatura en la ciencia, debía propiciar al mismo tiempo el libre desenvolvimiento de las relaciones sociales y el predominio del más acendrado humanismo, por tanto el propio desarrollo cultural, y el libre desenvolvimiento de las relaciones estéticas y éticas basadas en el pleno desempeño del hombre con todas sus prerrogativas garantizadas era para Marx la mayor realización de la democracia.


Teoría marxista: El marxismo y la democracia: itinerario reflexivo desde Marx hasta Mariátegui Autor: José Antonio Soto Rodríguez

Entradas populares de este blog

El antigal

Un viaje hacia el fin de la noche (señales)