Si algo caracteriza este momento de la política mundial es la protesta casi impersonal, los movimientos occupy estadounidenses, los emeutes franceses, los indignados, desocupados, alumnos, ajustados, y cada vez más gente que protesta por mantener sus bneficios en unos países, por más democracia en otros. Convocados por redes sociales o por el boca a boca, gran cantidad de disconformes se manifiesta con sorpresa para los líderes mundiales, pero también para los opositores que aún no saben como canalizar tanta fuerza.
Son reprimidos brutalmente o ignorados como también temidos en algunas protestas a tal punto que se intenta canalizar sus demandas antes de un estallido, que no se ha insinuado pero que con razón se teme.
Estos miles de seres anónimos, sin una conducción identificable, solo movidos por su propia indignación y desesperanza se perciben como siluetas, así los muestran algunas imágenes. Reprimidos, represores, gente que en algún punto se une aunque sus formas apenas permiten adivinarlos...
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