La indignación atenuada por el odio
Creo que de no mediar tanto odio político, de clases o lo que sea que obnubila el entendimiento de los argentinos de bien, la indignación por estos acontecimientos debiera ser total y absoluta. La gravedad que representa el hundimiento del submarino argentino ARA San Juan debiera unirnos en el repudio a estos gobernantes infames pero claro está que eso no es posible en "este país" como gusta llamarlo nuestro primer mandatario porque acá la política es como si se tratara de fútbol y los medios y la justicia están muy deteriorados por esta condición de operar en estado "de guerra". Una guerra librada sin cuartel contra un gobierno democrático y popular pero que cuando se trata de verdaderas acciones en contra de la patria y de sus intereses parece que no requiere de tanto aínco por no pensar que están del otro bando lisa y llanamente. Una vergüenza tras otra en un país que no termina nunca de conformarse. IXX, mar2018