.imaginario y realidad

“... la configuración del sentido común es inherente a la construcción social de la representación que llamamos ‘lo real’, ya que en ese proceso se constituyen también una visión del mundo y una lectura de lo que se considera como ‘lo correcto y lo verdadero, en un determinado punto del tiempo histórico’. Lo cual compromete no sólo una ‘descripción’ del mundo en tanto ‘lo real’, sino una ‘valoración’ axiológica de ese mundo y los sujetos que lo habitan...”. (H.D.Aguilar)

viernes, 4 de noviembre de 2016

Y si a Macri le va muy mal… (el Blog de Abel)

https://abelfer.wordpress.com/2016/11/04/y-si-a-macri-le-va-muy-mal/

“Yo no quiero que a Macri le vaya mal, porque el que se perjudica es el pueblo“. Esta frase, banal como parece, es la que despierta la ira más feroz y “políticamente correcta” de los opositores emocionales (pensé en llamarlos opos. ideológicos. Pero ideológicos son -somos- todos. Hasta los oficialistas, aunque ellos creen que no).


La cosa es que los o. e. saltan a la garganta -en las redes sociales, claro- de cualquiera que se atreva a pronunciarla, desde un político peronista poco conocido al mismo “Pepe” Mujica, al que no le sirvieron sus pergaminos de tupamaro, preso político, y ex Presidente de Uruguay. (La única excepción es Cristina, que la habría dicho hace cuatro meses, pero ahí el colectivo o. e. hizo como que no oía. Tampoco la pavada).

Atención: con emocional” describo un estado de ánimo. No significa irracional. Ellos tienen un argumento, sólido: la política económica de Macri no sólo ha provocado un empobrecimiento de vastos sectores de la población. Además, puede decirse -entre otras cosas- que, al estar basada en el endeudamiento externo perjudica la posibilidad de cualquier política con objetivos nacionales. Que este curso del gobierno macrista se sostenga en el tiempo, va en contra de los intereses a largo plazo de Argentina.

El contra argumento: que al pueblo, cuya gran mayoría no es o. e. ni siquiera se interesa mucho en política, decirle (como lo ponen habitualmente) que es inevitable que le va a ir para la mierda, y que se lo merece por no haber votado bien, no es la mejor forma de conseguir que voten para este lado… ese argumento no funciona con ellos. Da la impresión que prefieren tener razón a ganar elecciones.

Sí es tomado en cuenta por otro colectivo, el de los posibilistas pragmáticos, o pepes. De éste también hay muchos entre los peronistas, y goza de una aplastante mayoría entre los dirigentes. Que además se consideran a sí mismos tiempistas.

Ahora, mi historia (que es la historia, con menos dramatismo, de una generación) me da motivos para simpatizar con los pragmáticos. Y tengo muchos amigos entre ellos, además. Pero… tengo que preguntarles algo: ¿Están preparados para el caso que a Macri le vaya mal, pero mal?

Porque un análisis frío y objetivo de la realidad me hace pensar que no es posible descartar ese escenario. Más, que tiene una fuerte probabilidad.

Como lo mío no es el alarmismo gratuito, trataré de ser preciso. Dentro de la brevedad de un posteo, claro.

Primero, que le vaya mal al país no quiere decir que al gobierno le vaya, por fuerza, muy mal. Tenemos ejemplos de sobra, en Europa, pero no sólo allí, para demostrar que las recesiones -como la que atravesamos- hacen perder votos al oficialismo, pero no necesariamente lo desplazan si en la oposición no hay una alternativa que convenza a una mayoría sólida.

Entre nosotros, la caída de la actividad en la industria manufacturera es muy alta. Pero -como señalan hombres prudentes en la Comisión de Economía del PJ- ese sector representa sólo el 18 % del PBI, es decir, en el conjunto de la actividad productiva. Se siente, y dolorosamente, en sectores históricamente cercanos al peronismo, pero está lejos (¿todavía?) del derrumbe del 2001.

El sector financiero -que este año tuvo utilidades fabulosas- y, no tanto, “el campo”, es decir, la soja en la pampa húmeda, mantienen un nivel de consumo, en determinados rubros, que moviliza algo la economía. A pesar que en el 3° trimestre no se notó la recuperación estacional que se daba todos los años.

No es de esperar que esto alcance para el año que viene. Pero este gobierno no es el de la Alianza: está decidido -parece evidente- a gastar todo lo necesario desde el Estado en obra pública y en planes sociales (mezquinos pero numerosos) para evitar el derrumbe de la economía. Irónicamente, va a ser más “estatista” que cualquier gobierno peronista, en cuya política económica siempre el sector privado tuvo un rol clave (si bien a menudo conflictivo).

¿Cómo obtendrá recursos para eso, con un déficit fiscal bastante más alto que el de CFK? Como ya lo está haciendo: con endeudamiento externo.

Es cierto que hasta la muy inglesa y flemática BBC se muestra alarmada “por los niveles inéditos de endeudamiento a los que ha llegado el gobierno de Mauricio Macri“. Ni hablemos de los blogs y portales opositores (los medios “serios” locales se mantienen firmes en su oficialismo). En cualquier caso, economistas ortodoxos pero con experiencia en el mundo financiero internacional advierten que un país con la historia de Argentina no va a conseguir financiamiento barato ni ilimitado.

Pero ese no es el témpano en el horizonte cercano. Hay mucha liquidez en el mundo, y pocos países ofrecen los intereses que este gobierno está dispuesto a pagar. La deuda externa es un dogal, que obliga a los gobiernos a hacer las cosas que éste quiere hacer, de todos modos.

No. El riesgo inmediato es un clásico: lo atravesaron muchos países en los últimos 40 años (entre ellos Argentina) y se han escrito bibliotecas sobre el tema. Y Macri, Sturzenegger y Prat Gay se han metido en él con inconsciencia.

Pero en un rato tengo que manejar. Se la sigo a la tarde

(Continuará)
This entry was posted on 4 noviembre 2016 at 2:26 and is filed under política. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

1 comentario:

  1. MACRI siempre tubo empleados y servidumbre.
    así que no es un funcionario dispuesto a servir.
    MACRI no es un servidor publico.

    Toda la Argentina se esta transformando en su andrajosa sirvienta.

    Es el maloCA FIO LOCO PATRIO

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