.imaginario y realidad

“... la configuración del sentido común es inherente a la construcción social de la representación que llamamos ‘lo real’, ya que en ese proceso se constituyen también una visión del mundo y una lectura de lo que se considera como ‘lo correcto y lo verdadero, en un determinado punto del tiempo histórico’. Lo cual compromete no sólo una ‘descripción’ del mundo en tanto ‘lo real’, sino una ‘valoración’ axiológica de ese mundo y los sujetos que lo habitan...”. (H.D.Aguilar)

jueves, 13 de octubre de 2016

Miedo

En su blog el Sr. Jose Ruben Sentis finaliza la entrada adjunta diciendo que "cada vez dan más temor esta gente" y aunque se desprende que es un temor por el camino de desastre no está mal tomarlo como un aspecto de la sensación que se baja desde la administración como parte de una estrategia de disolución y de sometimiento. En este último aspecto se desarrolla la nota de Nac&Pop firmada por Jorge Raschid.


IXX, oct2016



Captura del blog de Jose Ruben Sentis


La instalación del miedo, es la herramienta autoritaria que promueven los gobiernos antipopulares neoliberales.


LA ESTRATEGIA DE MAURICIO MACRI DE METER MIEDO PARA GOBERNAR

http://nacionalypopular.com/2016/08/15/la-estrategia-macrista-de-meter-miedo-para-gobernar/#more-39908
El miedo es una política que el gobierno de Mauricio Macri utiliza desde el primer día de su mandato en formas sutiles, como el miedo al futuro y en formas prácticas, como la detención de Milagros Sala, la persecución mediática, la agresión a periodistas y ex funcionarios y caracterización mafiosa de la oposición peronista y la judicialización del gobierno anterior, todo bajo una misma estrategia de parálisis social. Pero ahí está el peronismo, una conciencia viva de solidaridad social pero también de lucha, de sacrificios y de militancia para dar respuestas a un miedo gubernamental.


Por Jorge Rachid
SIN MORDAZA
NAC&POP
15/8/16

El miedo sin dudas paraliza, en un primer momento provoca estupor, repliegue y cuidado de las actitudes del individuo intimidado.

Es un hecho conmovedor de instalación familiar, de debate, que baja los decibeles de los reclamos, que pone en dudas las movilizaciones, que esconde otras herramientas, como la represión, la pérdida del trabajo o de la libertad, porque a través del miedo se reprime la protesta social.

Es una política que el gobierna macrista utiliza desde el primer día de su mandato en formas sutiles, como el miedo al futuro y en formas prácticas, como la detención de Milagros Sala, la persecución mediática y caracterización mafiosa de la oposición peronista y la judicialización del gobierno anterior, todo bajo una misma estrategia de parálisis social.

Cuando esa estrategia fracasa, con las grandes movilizaciones desplegadas en el país, en sólo 8 meses y medio de gobierno, cuando los indicadores de vida se han deteriorado, cuando su aceptación social ha disminuido y esa teoría del miedo, presentada incluso como represión inminente en los albores del gobierno, que tuvo que ser guardada, comienza nuevamente a hacerse presente.

No es el mismo miedo el del operario a perder el trabajo, que el del joven estudiante a perder la libertad, tampoco es similar el temor originado en el obrero de la construcción del conurbano bonaerense que el del policía encargado de reprimirlo.

Cada uno vive su miedo en función de su ubicación social, pero también de acuerdo a que mirada tiene del mundo y la vida, eso se llama ideología.

Cada miedo expresa una situación personal, ahí actúa, en ese lugar cobra vida, difícil de reconocer socialmente, sólo perceptible en el devenir de los acontecimientos, cuando algunos pueden vencerlo y avanzar, mientras a otros los paraliza, les anula su capacidad de lucha, los inmoviliza, ya que ese es el objetivo del poder al usarlo como herramienta de disciplinamiento social.

Sin embargo los resultados no son muy alentadores para el gobierno macrista, con Milagros detenida junto a sus compañeros de la Tupac, con la persecución judicial a Cristina, con los despidos masivos en la administración pública, la copia en espejo en la actividad privada, el ajuste salvaje, la devaluación brutal, los precios disparados, el dinero que no alcanza, todo hizo exactamente los contrario a lo buscado con el miedo, aumentó el reclamo, lo masificó e incorporó nuevos actores hasta ayer, acompañantes del gobierno.

Esta situación se da pese al miedo, como inundación de todos los espacios simbólicos, porque la memoria colectiva del pueblo está viva, es cercana la vida sin temores de los 12 años de democracia peronista, denostada por los factores de poder que fueron regulados por el estado, pero también porque está vigente la memoria de los años de cultura y despliegue neoliberal de los 90 con sus secuelas de ingeniería social inhumana que llevó a millones de argentinos, a la periferia misma, dolorosa de la historia.

Pero también porque está viva la memoria de la dictadura militar, que pretende ser borrada de la conciencia colectiva del pueblo, por el gobierno macrista, ya que sus miembros son los cómplices civiles de la masacre genocida de esa noche negra de nuestro país, que ahora pretende ser minimizada, mostrando “viejitos maltratados” en las cárceles comunes, cuando fueron verdaderas hienas sanguinarias, traficantes de bebés, asesinos sin piedad, torturadores seriales.

Por eso el gobierno se equivoca al desplegar el miedo como estrategia, ya que el pueblo argentino ha dado muestras mas que contundentes de que logra vencerlo.

Ahí están las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo para atestiguarlo, cuando no volaba una mosca de oposición, “ellas” estaban ahí, como estuvo el pueblo en las calles en el 2001, cuando se derrotó políticamente al neoliberalismo y su lógica macroeconómica que aplastó al pueblo argentino en nombre de la “eficiencia”

Igual que hoy, los mismos términos, los mismos procedimientos, las mismas estrategias del miedo desparramadas sobre la sociedad en un intento de fortalecer una cultura dominante en retroceso, como es la del individualismo, egoísta, con la intención de la diáspora social, fragmentación necesaria al ejercicio del poder autoritario.

Pero ahí está el peronismo, una conciencia viva de solidaridad social pero también de lucha, de sacrificios y de militancia para dar respuestas a un miedo gubernamental, que sólo demuestra su debilidad estructural y sus propios fantasmas.

JR/

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